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(Dos semanas después)

Loren 

Todo mundo sabía ya de mi futura boda, todo el mundo me felicitado y todos mis socios y personas con las que trabajaba me daban regalos todo el tiempo. Mi oficina estaba llena de flores con carteles de felicitación, mi casa también estaba llena de flores, ya no sabía qué hacer con tantas, pero tampoco quería tirarlas a la basura así que tuve que comprar algunos floreros más e incluso regalarle algunas flores a la abuela de Hoseok.

Yangmi y Heesok se habían vuelto locas porque ahora me tomaría esto de la boda mucho más en serio y ella, sobre todo Heesok estaba emocionada y también ella se tomarían las cosas en serio, por eso, todo el día me mandaban sugerencias de temas para la boda, de altares, vestidos, ramos, zapatos, comida y todas esas cosas.

Necesitaba un respiro de todo y Hoseok siempre sabia cuando pedir tiempo libre para vernos.

¿Quieres un café Mocha Blanco? Te espero en la terraza

Dejé todas mis cosas y avise a Pony donde estaría.

—Pensé que nunca lo pedirías -dije

La terraza era un lugar lindo de este edificio, me gustaba y a esta hora no había personas aquí arriba.

     —La fila era muy larga -tomé el café de sus manos y me coloqué a su lado para admirar el paisaje

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—La fila era muy larga -tomé el café de sus manos y me coloqué a su lado para admirar el paisaje

Le dije todo lo que su madre y Heesok me habían mandado para los preparativos de la boda y descubrí que a él también le mandaban las mismas cosas. Tendremos que elegirlo todo de una sola vez para que no nos llamen tanto.

Mientras ambos disfrutábamos del café y de la vista, mi teléfono comenzó a sonar y tuve que interrumpir nuestra conversación por un momento.

—Un hombre va a la terraza, le dije que la esperara, pero insistió en hablar con usted ahora mismo -dijo Pony del otro lado del teléfono

—¿Un hombre? -pregunté

Los ojos de Hoseok me observaron con demasiada atención y yo solo lo golpeé suavemente con el brazo. 

—Sí, dijo que su nombre era... Jan

—¿Jan?

Pensar que quería verme tan desesperadamente, por un momento me puso a pensar que le había pasado algo a papá.

—Bien, gracias -colgué el teléfono

—¿Jan? -preguntó Hoseok -¿Pasa algo con tu padre?

—No lo sé

Me di la vuelta para ir en su encuentro, pero no fue necesario. Me frené de golpe al ver a Jan... y a papá.

—Hola, Loren -dijo papá

—Hola... papá

—Buenas tardes, señorita Loren, buenas tardes, joven Hoseok -saludó Jan

—¿Qué pasa? -pregunté

—Jan me dijo... que vas a casarte pronto

—Sí, vamos a casarnos

Hoseok caminó a mi lado.

—Felicidades

—Gracias -respondió Hoseok

—¿Cómo han ido las cosas?

—Bien -dije

—Solo quería... -no dijo nada, parecía un poco nervioso por el modo en que movía las manos

—Señor -lo interrumpió Jan -¿No cree que es momento de sincerarse?

No sé qué pasaba por su cabeza, pero hubo unos cuantos segundos de silencio.

—... Tienes razón, Jan -lo miró con una sonrisa y luego me miró a mi -es momento de sincerarme

Tragué saliva y esperé por sus palabras, no me importaban si eran malas o buenas, solo quería que dijera algo.

—Después... -comenzó -después de lo que me dijiste en el hospital, me di cuenta de que había cometido muchos errores, grandes y muchos... yo era un adulto y me comporte como un niño, dejando que una niña de ocho años se comportará como la adulta -sus ojos comenzaron a cristalizarse haciéndome tragar saliva por el nudo que se me había formado en la garganta -tu madre lo era todo y nosotros lo éramos todo para ella -se le quebró la voz -fui un idiota al olvidar cuidar de la persona que más amaba tu madre y la que más amaba yo, lo lamento, Loren, lo lamento tanto, por todo

—Papá

Le di un fuerte abrazo, después de años, volví a abrazar a papá. Sé cómo es él de orgulloso y verlo delante de mí, diciéndome que lo lamentaba, era suficiente para mi para perdonarlo.

—No quiero seguir recordando el pasado -dije

—Yo tampoco

Me alejé de él y limpié las lágrimas de mis ojos.

—Estoy orgulloso de ti, de la mujer en la que te convertiste por ti misma, exitosa, lista, hermosa y ahora, futura esposa -nos miró a Hoseok y a mí -quiero... ser yo quien te lleve al altar, si aún puedo merecer el puesto

—Claro que sí, papá -le di un nuevo abrazo con más fuerza

Lo había pensado antes, pero solo ahora podía decirle a mamá que lo lamentaba, lamentaba haberla hecho pasar por un mal tiempo al no haber permanecido unidos como sé que ella lo hubiera querido, pero ahora, sé que ahora nos mira desde donde quiera que esté con una gran sonrisa al ver que su familia volvió a ser una. 

100 Días (JungHoSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora