100 Días (JungHoSeok)

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Por la mañana, después de darnos un baño y poniéndonos la misma ropa porque era la única que traíamos, bajamos al restaurante del hotel y desayunamos con calma.

Todo el día fue para nosotros. Después de que regresamos a nuestras respectivas casas para cambiarnos de ropa, nos volvimos a encontrar para salir a caminar, a comer, al cine y a cenar de nuevo, pero al final nos tuvimos que separar para que cada quien volviera a sus casas a descansar. Le pedí que no fuera a trabajar para que se quedará conmigo, pero es Loren así que terminó diciéndome que no.

Al llegar a casa me puse la pijama y me acosté a dormir, pero estaba demasiado feliz por cómo iban las cosas entre nosotros dos y entre pensamientos llegué a la conclusión de que sí quería trabajar en VPStar, no solo para estar más tiempo con Loren, aunque esa fuera mi primera motivación, también quería demostrarle a mi abuelo que puedo llevar el control de una empresa sin echarlo a perder y tal vez de ese modo ganarme algo de respeto de su parte.

Loren

Por la mañana Hoseok me mandó un mensaje pidiéndome que nos viéramos a la hora de comer, así que le contesté que claro que sí y justo cuando fue el momento de irme a encontrar con él, me llegó un correo electrónico en mi bandeja de entrada. Lo raro de todo es que era de Hoseok.

¿Por qué un correo si puede llamarme?

No entendía, pero de todos modos volvía a sentarme para abrirlo y ver qué decía.

¿Puedes venir a tu casa? Es una emergencia, usé tu computadora porque me robaron mi teléfono.

La palabra emergencia y robo fueron el detonante que no me dejaron pensar con claridad que todo esto estaba mal y raro, lo que fue un error.

Tomé mis cosas a toda prisa y salí corriendo de mi oficina despidiéndome de Pony.

—¿Le pasa algo? Señorita

—No, todo está bien... solo, voy a casa

—¿No tenía una cita con el joven Hoseok para comer?

—Al parecer la comida será en casa

—E-Entiendo

—Gracias, Pony, nos vemos mañana

Llegué a mi auto y arrojé las cosas en la parte trasera, encendí el motor y salí del estacionamiento a toda prisa.

Solo deseo que él esté bien.

Terminé llegando a casa en cuestión de minutos. Dejé incluso el auto un poco estacionado y bajé corriendo directo a entrar a casa.

—Hoseok

Todo parecía estar en orden, no había nada fuera de lugar y lo peor era que no había ningún ruido.

—¡Hoseok!

Comencé a buscar en las habitaciones de la planta baja, pero no encontré nada, así que fui a la planta de arriba y comencé a buscar en mi habitación que era la primera y después en las que seguían, pero no encontré nada.

—¿Esto es una broma? –comenzaba a desesperarme –si vas a hacer lo mismo del hotel, no voy a perdonarte por el mensaje, en serio me asustaste demasiado

Seguí caminando hasta que me detuve delante de la puerta de la que antes era su habitación.

—Tienes cinco segundos para arrepentirte y pedirme disculpas –dejé mis manos en mi cintura

Conté mentalmente los cinco segundos, pero al no recibir respuesta, volví a entrar en pánico. Llevé mi mano a la manija y dudé unos segundos en abrirla, no quería encontrarme con algo feo.