Loren
Después de que Yangmin y Heesok vinieran por Hoseok y se lo llevaran, Peter apareció para hacerme compañía por un momento. Él sería quien ocuparía el lugar de mis padres, sería como mi hermano y mi único familiar.
Después de unos minutos el gran momento llegó. Tuvimos que salir de la habitación hasta el jardín donde ya todos estaban sentados frente al altar donde Hoseok ya está listo.
—No creo que pueda hacer esto -susurré a Peter
—Piénsalo, si en verdad no quieres, mi auto está listo para irnos
Las manos me temblaban, no era lo mío engañar a las personas y menos de esta manera.
La música empezó y todos se levantaron de sus sillas y se giraron para mirarme, poniéndome más nerviosa de lo que ya estaba.
—Es ahora o nunca -cantó Peter
—Ya llegué hasta aquí -respiré profundo -no puedo retractarme ahora
Tomé el brazo de Peter y comenzamos a caminar. Ver a Hoseok de pie en el altar, mirándome con notable molestia por haberlo convencido de hacer esto, de los abuelos mirándome sonrientes, de sus padres mirándome con una sonrisa, su hermano, todas esas personas desconocidas, me hacían sentir como la peor persona del mundo al saber que todos ellos, menos Hoseok, estaban siendo engañados.
Peter me dio un beso en la mejilla como despedida antes de quitar mi mano de entre la suya. Miré a Hoseok, pero él solo miraba con atención al hombre que nos declararía marido y mujer al final. Yo hice lo mismo.
El hombre comenzó con la ceremonia cuando todos los invitados detrás de nosotros volvieron a sentarse.
—Los declaro, marido y mujer -dijo al final y miró a Hoseok -ya puedes besar a la novia
Los dos nos miramos, con todo esto se me había olvidado por completo que el sello final de esto era un beso y al parecer a él también se le había olvidado por el modo en que me miró.
—En la mejilla -susurré y haciendo que de inmediato él me diera uno
—¡No sean tímidos!
Alguien de la familia gritó desde atrás.
Idiota.
Pero gracias a él, ahora todos comenzaron a pedirnos un breso real.
Ambos nos miramos y como si pudiéramos leer nuestras mentes, nos acercamos lentamente. Mis manos jamás dejaron el ramo de flores y las suyas jamás me tocaron. Apreté mis labios y cerré los ojos esperando el momento. Sus labios, él también los había apretado y ahora estaban sobre los míos, fue algo realmente fugaz, pero eso afortunadamente conformó a los demás.
Solté un suspiro de alivio cuando aplaudieron y no dijeron nada más.
Durante la fiesta pensé que sería algo aburrido, pero no fue así. Su familia junto con Peter y Susan me hicieron pasara un buen momento, bailando y celebrando. Hoseok bailó por su lado y yo por el mío. Era sorprendente ver como él bailaba con sus pequeñas primas de seis, siete y ocho años, ellas habían logrado llegar a su inexistente corazón.
—Ahora eres Loren Jung y estas a nada de tener esa empresa en tus manos -dijo Peter mientras caminábamos a la habitación del hotel donde nos quedaríamos Hoseok y yo ahora que la fiesta estaba por terminarse
—Solo cuento los días, en cuanto el abuelo acepté, buscaré lo más pronto posible que esos papeles queden a mi nombre, tal vez sean menos de 100 días
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100 Días (JungHoSeok)
Novela JuvenilEl amor es mucho mejor cuando nace que cuando se obliga a amar a alguien. Solo hace falta comenzar lentamente.