Loren
Peter me había llamado diciéndome que el trabajo de él lo había terminado sin problemas y que había hablado con Jan, pero el doctor le dijo que no podía volver a estresarse o pasarían cosas malas, muy malas con su salud, pero él es tan terco, demasiado, por eso es que estaba algo estresada con ese asunto.
Me di un baño para poderme cambiar de ropa. Tenía que relajarme un momento y pensar sobre todas las cosas nuevas que están pasando en mi vida solo me hacían sentirme estresada, necesitaba ir a un lugar y no pensar en nada más que no fuera yo, me hubiera gustado quedarme en casa, pero con Hoseok rondando por todos lados, era imposible.
Bajé las escaleras y al escucharme, Hoseok me miró desde su lugar en el sofá viendo la televisión.
—¿Qué? -pregunté cuando solo me miraba sin decir una sola palabra
—Es raro verte vestida así
Llevaba unos pantalones de mezclilla azules, unos tenis blancos, una blusa de tirantes blanca y una chaqueta de pana color azul, mangas verdes y hombros color café.
—Soy una persona también, no todo es ropa de oficina
—¿A dónde vas?
—Saldré por un rato ¿Por qué no haces lo mismo tu y vas a una fiesta o algún lugar?
—¿Qué?
—Llegaré tarde, deberías salir un rato, hace tiempo que no lo haces ¿Cierto?
—¿Saldrás? ¿Tu sola?
—Sí -tomé mi bolsa -no vemos después
—Pero no me has dicho a dónde iras
—Tranquilo, no te seré infiel, amorcito, solo voy a caminar
—Ya vete -dijo molesto -no me interesa a dónde vayas
Sonreí al haberlo hecho enojar, pero había conseguido que dejara de preguntar.
Dejé mi auto cerca del centro comercial, caminaría hasta algún supermercado para comenzar mi plan de relajación.
En el supermercado compré lo que más me gustaba, dulces y demás chucherías. Bebidas, cosas dulces y saladas.
Dejé toda la comida en el auto y regresé al centro comercial para comprarme algo de ropa y zapatos. Así que cuando salí el sol ya comenzaba a ocultarse a lo lejos y ese era el momento correcto para ir al siguiente lugar.
Conocía un lugar donde a nadie le gustaba ir o tal vez nadie conocía. Era a las afueras de la ciudad, por las montañas, era un terreno plano pero cubierto de césped que tenía una hermosa vista de la ciudad.
Cuando estuve en el lugar, lo primero que hice fue sacar una manta de la cajuela y ponerla en el suelo cerca del auto, después la comida que había comprado la puse encima. Ahora solo era yo, la comida, la música y el suave ruido de la ciudad por delante y el ruido de los animales a mis espaldas.
En paz terminé por comer casi todo lo que había comprado y aún así me quedé un momento simplemente disfrutando de la música y de la vista. No me quedé hasta muy tarde en el lugar. Pero aún así, no quería regresar a casa, pero ahora era tarde y no había muchos lugares donde pudiera estar sin que hubiera demasiadas personas o que hubiera música como en los bares o centros nocturno, pero ¿A dónde ir ahora?
Dando vueltas por la ciudad se me ocurrió la gran idea de... quedarme en un hotel de cinco estrellas. Sabía cuáles eran los buenos de la ciudad así que no lo dude y fui a uno de ellos.
Hoseok
Ella había salido y tenía razón, hace mucho tiempo que no había salido yo con mis amigos, seguramente ya han de estar preguntándose dónde demonios estoy, así que ¿Por qué no salir hoy? Mandé un mensaje a mis amigos diciéndoles el lugar y la hora en la que nos veríamos.
Me di un baño y escogí mi mejor ropa. No sé si sería buena idea irme, ella no me dijo a dónde iría, pero ¿Debería llamarla? ¿Qué demonios se supone que haga?
Ignorémoslo por el momento, ahora solo quiero un poco de fiesta y nada más y mientras me arreglaba, el asunto se me fue olvidando poco a poco.
Cuando llegué al lugar donde les había dicho, la música y las luces se podían ver y escuchar desde lejos.
Dejé mi auto en el estacionamiento del lugar y entre directo, no había necesidad de formarme ni nada de eso, soy Hoseok, el cliente consentido de este lugar y los guardias en la entrada lo sabían, así que en cuanto me vieron, me saludaron con felicidad.
—Hoseok, hace tiempo que no venias por aquí
—¿Cómo va tu noche? Mich
—Los demás ya llegaron
—Genial
Miré a las chicas que esperaban en la fila.
—¿No traes una compañía hoy? -preguntó Mich
—No, hoy quiero estar solo
—Bien, diviértete
—Gracias
Dentro, el aire era aliente, el tamborileo de la música se sentía en el estómago, el olor a cigarro y alcohol más las luces de colores por todos lados era lo que primero te daba la bienvenida.
Las personas en la pista de baile y los demás tomándose algunos tragos en la mesa, me hicieron quedarme de pie mirando todo eso por unos segundos. Me sentía en casa. Mis ojos buscaron a mis amigos, hasta que los encontré en la segunda planta, sonriendo, gritando, bailando y abrazando a sus chicas, así que no perdí tiempo y subí hasta donde estaban.
—¡Hoseok!
—Amigo
Me dio unos golpes en la espalda, nuestro clásico saludo y así con todos los demás.
—¿Dónde te habías metidos? -peguntó uno de ellos, Tim
—He estado un poco ocupado, ya saben, el abuelo
—¿Cuándo será el día en que tu abuelo te deje tranquilo?
—Haaa -suspiré -no lo sé -tomé un vaso que uno de los meseros había traído
—Oye ¿Y tu chica?
Tragué saliva al pensar que se refería de Loren.
—¿Q-Qué chica? -sonreí nervioso
—No lo sé, la primera que te hayas cruzado cuando llegaste
Falsa alarma.
—Hoy no quiero chicas
—¡¿Qué?! ¿Por fin decidiste que eres gay?
Golpeé su estómago.
—Claro que no, idiota
Solo aquí me sentía tranquilo, sentía que no necesitaba preocuparme por nada más, solo era la música, el alcohol y yo, nada más. Mis amigos comenzaron con sus clásicas bromas de cualquier cosa que se les ocurriera mientras tomaban y bailaban y yo les seguía el juego, pero en un momento, me hice por tomar mi teléfono y mirar la hora. Apenas eran las 12:46.
—¿Qué pasa? Hoseok -Ben ya estaba un poco borracho -¿Tu abuelo te regañará si no llegas temprano? -se burlo haciendo parecer que yo era un niño de 15 años que tiene hora de llegada a casa
—¿Cuándo me ha importado llegar a casa a la hora que el abuelo me pide? -contesté con una sonrisa y ellos volvieron a lo suyo
¿Ya habrá llegado a casa?
Claro que sí, es Loren, ella no estaría fuera de casa tan tarde.
Ignoré por completoel pensamiento y me dediqué del todo a disfrutar de la fiesta.
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100 Días (JungHoSeok)
Teen FictionEl amor es mucho mejor cuando nace que cuando se obliga a amar a alguien. Solo hace falta comenzar lentamente.