Me daba algo de miedo pensar que en la oficina todos terminaran enterándose que me había divorciado, pero solo era mi cabeza, porque todos me miraban con normalidad, me saludaban como siempre y todo parecía estar en orden.
Ese día terminé mi trabajo y regresé a casa temprano, pero todo era diferente. Normalmente al llegar escuchaba el ruido de la televisión y las luces estaban encendidas, pero ahora, todo estaba a oscuras y en completo silencio, lo que me hizo sentir... sola. Me había acostumbrado sin darme cuenta a estar en compañía de Hoseok.
Dejé mi bolsa en la mesa del comedor, deslicé mi saco por mis brazos hasta dejarlo en el respaldo de una de las sillas. Subí a mi habitación y con calma me quité la ropa para ponerme mi pijama. Quité las cobijas de la cama y me tumbé sobre ella, cubriéndome hasta la cabeza. Apagué las luces y al aún sentirme un poco abrumada, terminé poniendo un poco de música tranquila para ver si con ello me ayudaba a relajarme un poco.
Eran las 3:47 de la mañana y no había podido dormir hasta el momento. Comenzaba a desesperarme, me sentía cansada, pero por más que me movía en la cama no encontraba la posición correcta para dormir. Así que no lo hice en toda la noche.
Por la mañana y por los siguientes siete días fue algo igual. Había terminado por completo mi comunicación con Hoseok y me sorpendia que su familia tampoco me llamara, sobre todo el abuelo pidiéndome explicaciones.
Supongo que no se los ha dicho o ya hubiera tenido un millón de llamadas de Bonhwa.
Hoseok
Siete días desde que me fui de casa de Loren y en todo momento el abuelo me ha preguntado por ella, pero para no entrar en discusiones o pelas innecesarias, simplemente le he dicho que ella estaba de viaje. Claro que me regaño un poco por no ir con ella, pero fue una excusa que me sirvió para no levantar sospechas. Además de que me dio tiempo de prepararme.
Había hecho mis maletas y había preparado unas cajas de cartón donde metí todas las pertenencias que tenía en la habitación de casa de mis abuelos.
—Hoseok
La abuela entró sin darme tiempo de evitarlo y al mirar todo empaquetado y guardado, claro que preguntó lo que pasaba.
—Me voy -dije
—¿Acompañaras a Loren?
—No
—¿No?
—Abuela -la tomé de las manos -me llevaré mis cosas, ya no tendré una habitación aquí
—¿Consiguieron una casa más grande?
—No, abuela -no encontraba las palabras para decirlo -Loren y yo... nos divorciamos
—¿Qué ustedes qué?
—Nos divorciamos
—¿Por qué no me lo dijiste antes?
—Porque no quería que se lo dijeras al abuelo, es una decisión que tomamos nosotros y no queremos que el abuelo se entrometa en esto
—Pero ¿Entonces a dónde vas? -miró mis cosas
—Me voy de la casa
—Estás es tu casa, Hoseok
—No, es la casa del abuelo y ya no quiero estar más tiempo aquí, quiero mi propia vida, quiero ser algo y dejar de escuchar al abuelo recordarme cual inútil soy
—No eres inútil, Hoseok
Puso su mano en mi mejilla y yo coloqué mi mano encima de la suya.
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100 Días (JungHoSeok)
Roman pour AdolescentsEl amor es mucho mejor cuando nace que cuando se obliga a amar a alguien. Solo hace falta comenzar lentamente.