Terminé llegando a casa a eso de la media noche y sabía que estaría sola porque Hoseok se había ido de fiesta.
Me quité los zapatos y el abrigo antes de subir a mi habitación, pero antes de alejarme de la puerta, escuché el ruido de una puerta de auto justo afuera de la puerta, así que esperé un momento, pero terminó por sonar el timbre que me hizo pensar un momento en si abrir o no. Eran más de la media noche y no era normal que alguien tocara a esta hora, pero, aun así, abrí.
Un chico desconocido estaba tomando de los hombros a Hoseok quien estaba medio dormido.
—¿Aquí vive? -preguntó el chico notablemente molesto
—S-Sí
En cuanto dije que sí, el chico literalmente arrojó a Hoseok a mis brazos.
—Se puso demasiado ebrio y sus amigos lo abandonaron, estaba diciendo muchas tonterías y molestando a mis demás clientes
—Lo lamento mucho
—No lo dejes salir solo de nuevo, es una molestia
—No volverá a pasar, muchas gracias
Terminé dándole un poco de dinero por haberse tomado la molestia de traerlo a casa. Él subió a su auto y se fue.
El olor a alcohol y a tabaco penetraban mis fosas nasales y hacían que mi garganta me picara un poco.
—Hoseok -lo cacheteé un poco
Simplemente alzó la cabeza con una sonrisa tonta, sus ojos toparon con los míos y la sonrisa creció aún más. Sus manos frías tomaron mis mejillas haciéndome sentir escalofríos por un momento.
—Loren, Loren, Loren -balbuceo
—Sí, gracias, ese es mi nombre
—Eres... muy linda ¡Eres muy hermosa!
—Hoseok, no grites -susurré
—Shhhh -puso un dedo sobre sus labios -eres muy ruidosa
—Lo dice el tipo que está gritando como si estuviéramos en un concierto
—Shhh -repitió -no grites, Loren se enojará
—Lo estoy
Lamió sus labios al mismo tiempo que se acercaba a mi oído.
—Ella no sabe que llegué, ella está con un idiota ahora
—Sí, se llama Hoseok
Cada vez me dejaba más su peso encima, era pesado así que batalle un poco en llevarlo a su habitación. Pero lo logré, lo dejé caer pensadamente sobre la cama.
—Eres un idiota, Hoseok -dije en voz baja -¿Cómo pudiste ser tan descuidado?
Lo acomode en la cama, quité su saco, quité sus zapatos, no le quitaría los pantalones ni nada de eso, simplemente lo cobije y aventé sus piernas debajo de ellas cubriéndolo hasta el pecho.
—Oye, oye -intento decir entre titubeos
—¿Qué?
—Necesito decirte algo
—¿Qué es?
Se incorporó torpemente sobre sus codos y con su mano hizo la seña para que me acercará. Sentada a la orilla de la cama a un lado de él, me incliné un poco para acercarme como él lo quería.
—Loren, ella no quiere estar conmigo -dijo
—¿Qué?
—Ella piensa que soy un idiota y quiere alejarse de mí
—¿Por qué ella piensa que eres un idiota?
—Por su idiota novio Austin... yo no soy como ese tipo, pero aun así soy genial
—Lo eres -sonreí
Era gracioso verlo en este estado.
De un rápido movimiento terminó cubriendo mi boca con su mano.
—Ella no debe escuchar esto -susurró -jamás
Quité la mano de mi boca y también susurré.
—¿Por qué no?
—Porque ella no debe saber que me gusta, nunca
Me quedé en completo shock, pero quería saber más.
—¿Te gusta... esa mujer fea?
—¡Ella no es fea!... es hermosa y me encanta -dijo con una estúpida... y encantadora sonrisa
—¿Por qué no simplemente se lo dices?
—Porque la odio
—¿Por qué la odias?
—Porque ella me odia
—Ella no te odia
—Sí, sí lo hace -se dejó caer en la cama. Todo este tiempo, desde que llegó a casa había estado con los ojos cerrados y ahora acostado, no tardaría en quedarse profundamente dormido -solo porque no soy tan bueno como mi hermano Donsung o como Austin
—Eres más bueno que ellos, Hoseok
—Bah... a ella no le importa eso -susurró -de todos modos, mañana nos vamos a divorciar... y ella se va a ir para siempre, se olvidará de mí -su voz era cada vez más baja
—Ella no te olvidará
—Todos lo hacen, siempre me dejan atrás... solo
—Ella no
Ya no me contestó, así que supuse que se había quedado dormido.
Me sentía mal, no sabía que él pensaba de esa manera, él era una buena persona, sabía que Hoseok era igual de bueno que Donsung, pero su abuelo no piensa eso y en consecuencia, había creado una gran inseguridad en Hoseok, había creado que él dudara de sus propias habilidades.
Firmaría ese papel de divorcio porque pienso que quedarnos así es como obligarnos a estar juntos y no quiero eso. Si él me quiere como ya lo dijo, quiero que regrese a mi porque él así lo decida, no porque su abuelo así se lo ordeno. Si estamos destinados a estar juntos, quiero que sea porque nosotros así lo queremos, no porque los demás así lo quieren.
Jamás lo había visto ebrio, pero pensándolo bien, se veía demasiado gracioso.
Hice su cabello desde su frente hacia atrás y sin pensarlo, simplemente me incliné para besarlo. No conté el tiempo, pero supongo que fue largo, o al menos eso sentí yo hasta que me alejé de él, pero no lo suficiente como para dejar de sentir su respiración en mi cara, pero...
¡Dios!
Sus ojos estaban abiertos, viéndome directamente y eso me hizo dar un salto hacia atrás.
—H-Hoseok -sentí el corazón en la garganta por el susto que me había dado
Él solo me miraba, sin decir o hacer nada.
—Y-Yo...
—Shhh -se dio la vuelta y se volvió a quedar dormido
Sentí que el corazón y mis hombros se relajaban después del susto que me dio. Al parecer estaba demasiado ebrio como para recordarlo por la mañana, o eso es lo que yo deseaba. No quería que recordara nada de lo que me dijo ni el beso.
Salí corriendo de su habitación directo a la mía.
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100 Días (JungHoSeok)
Novela JuvenilEl amor es mucho mejor cuando nace que cuando se obliga a amar a alguien. Solo hace falta comenzar lentamente.