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Adiferencia de otros días, un día en el que hubiera tenido que despertar temprano, no lo hice por la única razón de que hoy era la prueba de vestido. El caso es que tenía que estar acompañada por Heesok y Lilith para ir a nuestra cita, una cita que seguramente sería incomoda como cualquier momento que hemos pasado solo las tres.

Terminé llegando a la casa del abuelo a eso de las 11 de la mañana.

—Buenos días –saludé en cuanto llegué a la sala donde ellas dos me esperaban

—Vámonos –Heesok me ignoró y se levantó –tenemos que conseguir ese vestido hoy mismo, si queremos que la boda sea pronto

Un simple hola hubiera estado bien ¿Sabe?

Las dos mujeres me ignoraron pasando por mi lado hasta la salida.

Hoy sería un día muy largo.

En el auto, las dos iban mirando un catálogo de conjuntos que normalmente usaban las madres y las abuelas, mientras que yo simplemente miraba por la ventana y escuchaba la música suave que el chófer había puesto.

Quería irme, pero no tengo otra opción. Cuando llegamos a la tienda las dos simplemente me dejaron atrás, ellas caminaban delante de mí ignorándome por completo.

Solo unos días más, aguanta unos días más y solo tendrás que soportar a Hoseok por poco tiempo.

Respiré profundo y sonreí, prefiero que ellas queden como las malas a contestarles y que yo quede como la mala por atacar ancianas.

La tienda era de techos altos, era una clase de casa antigua, pero muy grande, con una alfombra roja, con muchos vestidos en maniquíes y en ganchos por todos lados, muchas chicas emocionadas por escoger sus vestidos, con sonrisas en sus rostros y compartiendo risas con sus acompañantes. En mi lugar, solo quería irme ya.

Un hombre de traje, con cabello oscuro se nos acercó en cuestión de segundos de haber entrado, con una enorme sonrisa.

—Bienvenidas –nos dio la mano a todas –me llamó William y seré su asesor, pueden preguntarme todo lo que deseen

Después de los saludos, lo seguimos hasta una habitación donde había un sofá pegado a la pared y paralelo a él, un espejo de tres vistas -lado derecho, frente, lado izquierdo- y un taburete frente a él de forma circular.

—Bueno ¿Has pensado en algo en especial? –preguntó en cuanto nos sentamos en el sofá

—Quisiera algo como esto –busqué una imagen en mi teléfono y se la mostré

—Tenemos esta clase de diseños –me miró –pero sería también bueno que probaras vestidos largos

En cuando dijo eso, las dos mujeres a mi lado me miraron.

—Está bien –las ignoré

—Iré a buscarlos, ahora vuelvo

Salió de la habitación y de inmediato Heesok tomó su oportunidad.

—¿Qué clase de vestido elegiste?

No dije nada, solo le di mi teléfono para que lo viera con sus propios ojos.

—Siempre quise usar un vestido corto

—P-pero... uno largo es mucho mejor

—Puede que cambien de opinión, no lo sé

No lo haría, claro que no.

En uno poco tiempo, William regresó con un montón de vestidos colgando de su hombro. Largos y cortos, ampones y pegados, sexys y conservadores, de escote en corazón, recto y con tirantes, en fin, un mundo en vestidos.

Los colgó todos y comenzó a mostrarme el primero, le quitó la bolsa y me lo acercó.

—Este es largo, con escote en corazón y en tela tejida

Era lindo, pero no, definitivamente no.

—Pruébatelo –insistió él hombre

El vestido lo deseche desde el momento en que lo sacó de la bolsa y nada me haría cambiar de opinión, pero si yo estoy perdiendo mi tiempo aquí, ellas perderán también su tiempo, además, no creo que tengan algo más importante qué hacer más que simplemente tomar el té y comer galletas.

—De acuerdo

Tomé el vestido y junto con una chica entramos al probador para cambiarme de ropa. Tardamos unos minutos y mientras ella me ayudaba a ajustar el vestido por atrás, yo me miraba al espejo.

Cuando me case de verdad, usaré un vestido largo y hermoso.

Caminé al espejo y subí al taburete para que las dos mujeres pudieran verme. Las dos me miraron de arriba abajo, con una sonrisa no muy convencidas del diseño, ni yo.

Y con eso comenzó esta increíble hazaña de ir probando vestido tras vestidos por más de una hora. La verdad es que comenzaba a aburrirme, pero no dejaría que estas mujeres me obligaran a casarme de vestido largo.

Hasta que, entre todos los vestidos, uno, el único que me gustó de todos los que vimos. Estaba enfrente del espejo, mirándolo de todos lados, en serio me había gustado y al parecer a ellas también porque esa sonrisa de NO que habían tenido todo este tiempo ahora era una mirada de SÍ.

—Este me gusta mucho -dije

—Te ves maravillosa -William parecía el más aliviado de que por fin eligiéramos uno

—Te ves muy hermosa, Loren

Por fin, por fin del tono de Heesok me había sorprendido para bien, era un tono cálido y sincero.

—¿En serio? -me di la vuelta para mirarla

—Sí, te queda muy hermoso

—Entonces -miré a William -me llevaré este

—Lo mandaré a taller para que lo ajusten

Ese fue el único comentario bueno que recibí de su parte esa tarde. Bueno, en realidad fue más de lo que hubiera pedido, no puedo quejarme. 

100 Días (JungHoSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora