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Jimin salió muy nervioso de la oficina de Taehyung. Debía admitir que le daba miedo cada que el señor Kim se enojaba por asuntos de su ex esposa y a veces no podía comprender los cambios de actitud que solía tomar. Debía agendarle una cita con el psiquiatra si eso continuaba, pero lo que realmente debía hacer era volverse más duro para que el señor Kim no los utilizara para desquitarse. Seis años de soportarlo ya era mucho.

—¡Jimin! —llamó Hoseok. Jimin se giró. Hoseok sonrió al verlo y se acercó hasta el cubículo de Jimin—. ¿Dónde estabas?

—Fui por el hijo de Taehyung al preescolar —dijo Jimin.

—Escuché que te peleaste con tu jefe —dijo Hoseok y después bajó la mirada apenado—. También los empleados piensan que ustedes tienen algo —Jimin lo miró sin comprender—. Es que les pareció haber visto que se besaron.

Jimin frunció el ceño.

—¿Besarme? —Jimin rio—. El señor Kim está enojado con su ex esposa y no me besó. Sólo me tocó la cara —explicó—. Tengo el cutis completamente suave. Parece el de un bebé, puedes tocarlo si quieres y es casi imposible no tocarlo.

Hoseok rio.

—¿Y yo podría besarte? —preguntó Hoseok. Acarició el rostro de Jimin, comprobando la suavidad de este.

Jimin se quedó serio y justo cuando iba a contestar alguien le robó la palabra de la boca.

—Este es un trabajo no un lugar de citas —demandó Jungkook.

Ambos lo vieron sorprendidos, pero llegó a sospechar que Taehyung le dijo a Jungkook que fuera a decirles eso.

—Tiene razón —dijo Hoseok algo apenado—. ¿Nos vemos en la noche?

—Tengo un asunto con mi jefe —la mirada de Hoseok se torno un poco nerviosa, él de verdad estaba teniendo fuertes sospechas de algo, pero no debía dejar que los celos lo dominasen—, si quiere puede ser mañana, ¿le parece bien?

Hoseok asintió esbozando una sonrisa, dejándole un beso fugaz en los labios. Jimin se sorprendió por el beso, pero sólo le sonrió para que no se sintiera incómodo. Se fue y Jimin pudo respirar.

—Si te molesta, dímelo para correrlo de aquí —dijo Jungkook. Jimin se echó a reír.

—¿Ahora eres mi guardaespaldas? —preguntó divertido.

—Soy un policía —dijo acomodándose una gorra invisible. Jimin sólo pudo sonreír, haciendo que Jungkook se sorprendiera—. Tus ojos no están. ¿Se los ha llevado el señor Jung?

Jimin frunció el ceño y sólo lo ignoró.

—¡Jimin! ¡Jimin! ¡Jimin!... —repetía Jungkook agarrando el brazo de Jimin y se balanceaba de un lado a otro.

—A veces sí me caes mal —dijo Jimin, sin despegar la vista del monitor.

—La otra vez dijiste que soy como tu hijo, ¿entonces mi papi es tu esposo? —preguntó, haciendo que Jimin se ríera de ello.

—No, lo dije porque nunca he cuidado de un niño —aclaró Jimin.

—¿No te gusta mi papi? —preguntó.

—No. Es mi jefe.

—Ah... ¿y te gusta ese señor?

—Aun no lo sé —dijo sin voltear a verlo.

—¿Y por qué lo besaste?

—Si bueno, puedes irte con tu papá creo que te está buscando —mintió.

Stubborn; VMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora