Stubborn; VMin

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—¿Diga? —contestó Namjoon. Del otro lado se escuchó un carraspeo.

—Habla Seokjin —dijo amablemente—. Soy el encargado de los estados de cuenta de la empresa V y noté una anomalía en su pago del viernes pasado.

—Dígame.

—Parece que el pago está completo, pero le falta algo.

Namjoon se quedó pensando en qué fue lo que faltó, se había asegurado de pagar la cantidad correcta.

—¿Qué cosa? —preguntó.

—Una cita conmigo —Seokjin giró en su silla cubriéndose la boca para evitar reírse, aquello le pareció bastante infantil, pero era lo único que se le ocurrió para hacer que Namjoon hablara con él.

Así es, tanto romance a su alrededor y él tenía que pasarse las noches viendo comedias románticas solo. Necesitaba de alguien que se levantara a preparar palomitas cuando ya se acabaran o que le hiciera cucharita en las noches. Incluso hermana se iba a casar con un hombre al que apenas conocía. El amor no era lo suyo.

—¿Perdona? —rio—. Me parece que se ha equivocado.

—Namjoon, ¿cierto?

—Es correcto.

—Entonces no me he equivocado.

×

Jimin llegó a la oficina, saludó a sus compañeros y fue a sentarse a su cubículo para revisar su correo y tareas pendientes para Taehyung.

—¿No tienes un borrador? —preguntó Seokjin acercándose a Jimin.

—Por aquí tengo uno —abrió un cajón y empezó a buscar entre todos los colores que Jungkook había metido en su cajón.

—Lo necesito para borrar mi existencia —dijo dramatizando. Jimin dejó de buscar y lo miró con ceño.

—No me digas tonterías —cerró el cajón y volvió a los correos.

—Hablé con Namjoon —Jimin volvió su vista a Jin ahora más interesado—. Pero dijo que no tenía tiempo para salir conmigo. ¡Dios! Fue realmente vergonzoso.

—Tranquilo, después podrás conocer a alguien mejor. Namjoon no es para ti.

—Soltero, rico, guapo, educado, trabajador, amable. Yo creo que él es para mí —aseguró Seokjin—. Porque me rechazó muy lindo, nunca nadie lo había hecho antes.

—¿Qué te dijo?

—Lamentaba no estar a mi disposición, pero si llega el momento me lo haría saber.

—En pocas palabras no está interesado —dijo Jimin—. Ni modo, aún está el conserje —alzó ambas cejas repetidas veces.

—Asco —dijo Seokjin y regresó a su lugar de trabajo. Jimin rio.

Siguió con su trabajo. Taehyung se asomó por su puerta y le llamó a Jimin cuando eso sucedió ya había terminado sus pendientes con los correos y lo encontró mandando un mensaje.

Jimin entró a la oficina, Taehyung le pidió que tomara asiento y así lo hizo. Llevaba bastante tiempo sin que Taehyung lo tratara de manera indiferente porque así lo sentía.

—Park —dijo cruzándose de piernas. Jimin sintió como si aquello fuera un interrogatorio en dónde él había sido el culpable—. Decidí darle una oportunidad a la chica.

Jimin sonrió satisfecho.

—Eso es fantástico.

—Hicimos un trato, ella sabe que lo amo a usted por lo que tiene que tomar su distancia, ella lo aceptó.