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El día había terminado bien, sólo faltaba cerrar la oficina de Taehyung para poder marcharse a su hogar. Pero una llamada les hizo esperarse un poco más.

Jimin miraba desde la puerta, cómo su prometido asentía con la cabeza, pudo ver en su rostro tristeza. Taehyung estaba tan atento a la llamada que ni siquiera se dio cuenta cuando Jimin se acercó a él. Lo abrazó por detrás, haciendo que pegara un pequeño brinco del susto.

—Sí, no te preocupes, él ya había arreglado todo eso —respondió—... nos vemos —colgó el teléfono y se dejó abrazar un poco más.

—¿Quién era? —preguntó juntando sus manos con las suyas.

Taehyung se separó, miró un poco molesto a Jimin y lo besó. Jimin estaba tan confundido, pero encantado, era de las pocas veces en las que Taehyung lo besa con tanta pasión.

—¿Q-qué? —fue lo único que pudo decir, Jimin estaba completamente sorprendido y confundido—. Tú no eres así —dijo—. ¿Quién te llamó? —Taehyung estaba muy aturdido por todo lo que había en su cabeza. Lo besó de nuevo y después bajó hasta su cuello subiéndolo al escritorio—. Taehyung... —soltó un suspiro al sentir las manos de su prometido bajar hasta su pantalón— basta.

Se separó de él y se dejó caer al suelo, Jimin se levantó asustado, pensando en que se había desmayado, pero no, sólo se acostó en él mientras dibujaba en el suelo un camino con su dedo.

Jimin se acostó a un lado de él y le dio un beso en la nariz.

—Jungkook está dormido en el auto debemos ir antes de que despierte —dijo cariñosamente. Al no ver alguna reacción en Taehyung, se sintió un poco desanimado. Era extraño que lo besara de esa forma y que quisiera tener sexo justo después de una llamada—. Te amo —le dijo con una pequeña sonrisa.

Taehyung tosió un poquito y después se echó a llorar. Jimin lo miró preocupado, iba a decir algo, pero Taehyung le tapó la boca.

—Lo siento, —dijo, sorbiéndose la nariz— no debí tratarte así.

—No pasa nada —dijo quitando la mano de Taehyung de su boca—. ¿Vas a decirme por qué lloras y quién marcó?

—Mi padre falleció.

—¿Q-qué? —se cubrió la boca y de pronto comenzó a llorar.

—Lo sé —Taehyung le abrazó y suspiró—. Sé que lo querías demasiado.

—Pero si ayer fui con Jungkook —dijo entre el llanto—. Estaba bien, ¿qué le pasó?

—Un infarto, creo. No estoy seguro —acarició el cuerpo de Jimin.

Jimin siguió llorando, mientras Taehyung le consolaba, aunque su situación con él no estaba bien los últimos años, por lo menos pudieron estar bien en sus últimos días de vida.

[...]

—No creo que sea buena idea tener sexo justo ahora —dijo Jimin mientras manejaba, ya se había calmado un poco, pero su Taehyungie seguía muy decaído—, es irrespetuoso.

—Era eso o destruir mi oficina —sí, Taehyung era bastante agresivo con sus emociones, como la vez que destruyó la cafetera porque perdió el caso de Jungkook—. Lo siento.

—Está bien, me hubiera gustado hacerlo en la oficina si la situación fuera otra.

Taehyung asintió levemente. Jimin acarició la pierna de su futuro esposo para consolarlo

—Él quería vernos casados. Él quería a Jungkook. Él nos quería y yo fui un orgulloso —dijo Taehyung lamentándose

Jimin no quería volver a llorar y menos ahora que iba manejando.

—Ambos eran iguales, ninguno quiso hablarle al otro por su orgullo, me gustaría que aprendieras de eso.

Taehyung asintió levemente y después sonrió viendo a Jimin.

—Siempre quieres convertir todo en una lección.

—Para eso sirven los errores.

×

—Escuché que cancelarían la boda por la muerte del señor Kim —dijo Seokjin, triste—. Lamento lo de tu suegro. ¿Cómo lo tomó, Taehyung?

—No vamos a cancelar nada —dijo con ceño—. ¿Por qué hay gente tan chismosa en esta oficina?

Seokjin suspiró aliviado.

—Qué bueno, me sentía mal porque lo habías planeado mucho.

—Estamos seguros que al señor Kim le gustaría vernos casados.

Seokjin sonrió con entusiasmo y lo agarró de las manos.

—Sólo falta una cosa.

—¿Que mis padres vayan? —preguntó.

—Detesto a tus padres, si los veo, les golpearé el rostro sin pensarlo dos veces —dijo haciendo reír a Jimin—. Hablo del traje.

—¡Es verdad! Había estado preparando todo y me olvidé de mi traje.

—No te preocupes, te acompañaré a elegir el mejor traje.

Stubborn; VMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora