Stubborn; VMin

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Jimin y Taehyung compartían anillos y collares. A Taehyung le había encantado su regalo y también el otro le hubiera gustado, pero a veces su hijo era tan desconsiderado.

Ya era nuevo año y todos sus proyectos marchaban muy bien, en la empresa y en todo lugar. Parecía que ahora todo estaba a su favor.

Después de una junta, Taehyung se despidió de Namjoon y volvió a su oficina.

—Recuerde que debe estar a las seis en la sala de presentaciones. Hyojin dijo que mostraría los nuevos diseños de este año —le dijo Park, recordándole su agenda.

—Gracias, Park —miró la hora, eran las cinco cuarenta—. En seguida iré.

Jimin asintió y continuó revisando y contestando correos. Su vida en el trabajo no era tan personal. En realidad, ninguno quería que todos supieran que se iban a casar.

Pero eso fue demasiado tarde, Seokjin había gritado muy alto cuando Jimin se lo dijo y ya todos lo sabían, pero no lo querían dar a notar.

El teléfono sonó, Taehyung ya no se encontraba en su oficina así que la llamada pasó a su línea.

—Buenas tardes, está hablando a V. ¿En qué podemos ayudarle?

—Buenas tardes —a Jimin le pareció bastante conocida la voz—. Quisiera hablar con Kim Taehyung.

—Está en una conferencia, justo ahora.

—¿Con quién tengo el gusto?

—Con Park Jimin, ¿gusta dejarle un mensaje?

—Park Jimin —repitió, como si intentara recordar algo—. Seguro él se negará a hablarme. Entonces hablaré contigo.

—¿Con quién hablo?

—Soy su anterior jefe, ¿me recuerda?

—Claro que sí. Lo escucho, señor Kim.

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—Hoy tuvimos mucho trabajo, estoy muy cansado, quiero llegar a casa y dormir —mencionó Taehyung.

—Sí, yo también quiero...

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—¿Por qué se están comportando como adolescentes?

—Sólo nos vamos a casar.

—Es un simple capricho.

—Se equivoca, señor Kim. Su hijo y yo estamos enamorados —el padre de Taehyung rio.

—Ustedes no lo están. Sólo quieren hacer ver un punto, un punto que a nadie le interesa.

—¿Y qué punto?

—Burlarse de mí, como lo han hecho siempre.
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Jimin no estaba seguro si el padre de Taehyung era homofóbico, pero aquella conversación le había dejado sin ganas de nada.

—Incluso nuestro bebé está dormido —mencionó Taehyung—. Espero y no se despierte y quiera dormir con nosotros.

Jimin jugueteó con sus manos y luego se atrevió a preguntar.

—¿Estamos enamorados?

Taehyung se rio.

—Yo sí, ¿tú?

—También lo estoy.

—Entonces no hagas esas preguntas sin sentido —dijo un poco serio.

—¿Por qué no hablas con tu padre? —preguntó Jimin un poco inseguro en si era correcto preguntarle.