Stubborn; VMin

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Jimin presionó repetidas veces el botón de cerrar del elevador, como si eso hiciera que se cerrara más rápido, y mientras lo hacía daba saltitos desesperado.

Eran las ocho y media, y él entraba a las ocho. Ya se estaba preparando para el posible regaño de parte de su jefe, corrió por todos los cubículos y al llegar a la puerta de su oficina la tocó con rápidez mientras golpeaba varias veces el suelo con la punta del pie esperando a que esta fuera abierta.

—¿No te dijo? —preguntó Seokjin, quien casualmente pasaba por ahí con unos papeles. Jimin negó con la cabeza—. Dijo que no vendrá temprano, estaba arreglando unos papeles para la custodia de su hijo, como prueba. Lo pusieron en el grupo de WhatsApp.

—¿Grupo? —preguntó ofendido.

—Bueno, el señor Kim no está. Le avisó a la recepcionista y ella nos avisó —Seokjin miró incómodo a Jimin—. Después te metemos.

—Está bien —dijo no muy convencido, después de eso ya no sabía si querer a sus compañeros—, y dijiste algo de... ¿pruebas?

—Dibujos, cartas y cosas que Jungkook le ha hecho. Ya sabes, cosas de padres e hijos.

—Ah sí, cosas de padres —murmuró Jimin—. No sé por qué no me avisó.

—Pensamos que estabas con él —dijo levantando sus cejas insinuando algo—. Últimamente pasas mucho tiempo con él y veo cómo se miran.

—No pienses que...

—¿Qué te acostaste con él? —preguntó sorprendido—. No lo pienso, porque yo sé que sí —Jimin rodó los ojos—. Taehyung me dijo —Jimin abrió su boca sorprendido, no se esperaba que el señor Kim fuera tan chismoso—. Lo dejaste enamorado.

—No entiendo porque te diría a ti eso —dijo molesto yendo hasta su cubículo—. No le gustaría que los demás se enteraran.

—Porque necesitaba contarlo, a veces contarlo es lo que nos hace sentir mejor —dijo siguiéndolo—. Y soy una tumba, jamás contaría un secreto así.

—Por eso no siente culpa ni está arrepentido —se dijo a sí mismo en voz baja—. ¿Dices que está en su casa?

Seokjin se encogió de hombros.

—Sólo dijo que llegaría tarde.

Jimin suspiró, pensaba en ir pero ¿para qué iría a su casa? Posiblemente discutan y después terminen en la cama. Porque para él podía ser cualquier cosa, pero para el señor Kim era una entrada a algo más comprometedor.

—En fin, tengo trabajo  y supongo que tú igual —Jimin se sentó delante de su monitor y encendió su computadora.

—¿No quieres contarme qué sucedió? —preguntó. Jimin negó—. Te veo estresado y preocupado, desahogarte ayudará.

—Ve a tu trabajo o le digo a Taehyung.

Jin rodó los ojos y se fue a su área de trabajo farfullando cosas.

Después de una hora de papeleo y de acomodar la agenda de Taehyung. Taehyung llegó ignorando el saludo de todos. A Jimin le pareció extraño, al menos solía alzar una mano o decir "buenos días", pero esta vez sólo pasó rápido, le pareció extraño que ni siquiera le hablara a él, parecía estar hablando por teléfono. Decidió ir con él para ver qué sucedía.

Jimin se recargó en la puerta de su oficina, le sonrió levemente y miró la enorme carpeta que llevaba Taehyung, él ni siquiera se digno a verlo, sólo encendió su computadora mientras hablaba por teléfono con los de la juraduría y les exigía un nuevo juez.