I Like You •|Yoontae|•

Final: I like you litte boy.

Cuando era niño...mis padres siempre fueron mi mayor inspiración e impulso para ir tras mis metas, ser un hombre con principios e ideas maduras.

- Taehyung, ¿qué tal la escuela?.

- ¡Todo estuvo genial, mamá!. La maestra pidió que dibujara lo que más amo en la vida.

- Bien, ¿qué dibujaste?.

- ¡Yo...hice una cámara, como la que tienes tú!.

- ¿A qué te refieres, cariño?

- ¡Quiero ser un fotógrafo!, ¡quiero hacer esos cuadros que papá tiene en su oficina!.

- Cariño...ser fotógrafo no te llevara a nada. No ganaras dinero, tus pinturas serán...un fracaso. ¿Por qué no ser un buen abogado como tu papá?.

En ese momento, entendí que las personas a mi alrededor no estarían de acuerdo con mi manera de pensar...e imaginar mi vida, incluyendo mi familia. Cada día miraba a mi padre llegar a la casa con una maleta llena de papeles, amargado, cansado...¿esa seria mi vida?, ¿ese era el futuro que ellos querían en mi?. Poco a poco deje de ver a mis padres...como el ejemplo que quería seguir.

Debía esconder mis dibujos, romper hojas e incluso dejar de imaginar, no quería ser castigado por ellos. Tener a Jin hyung como mi hermano mayor hizo que una parte de mi corazón roto...fuera sanado por él, ahora era mi motivo para seguir luchando por mis sueños. Él era mi inspiración cada día.

- ¡Hyung!, ¿por qué papá te golpeo?.

- Tranquilo, Tae. Papá...dijo que hice algo malo, por eso me golpeo. Pero estoy bien, entendí la lección.

Era tan pequeño para entender...que en esa familia también existían fobias, vergüenza y desprecio. Hubo un momento en que papá...estalló del enojo, solo escuche el plato estrellarse contra la pared.

- Cariño, ¡por favor controlate!- baje con pasos silenciosos y me escondí detrás del sofá.

- ¡¿Me pides controlarme cuando tú hijo viene a esta mesa a decir que le gustan los hombres?!. Él no es nuestro hijo...es un maricón.

¿Maricón?, esas palabras habían quedado tan grabadas en mi mente...tampoco entendía en aquel momento a lo que se refería. Hyung se había marchado, pero antes...

- ¡Hyung!, ¡no me dejes solo!.

- Tae...ven aquí- corrí hacia él. - Prometo venir por ti...cuando tenga la edad suficiente vendré por ti. Seremos felices sin mamá y papá.

- ¿Lo prometes?.

- Es una promesa, pequeño.

Mi primera promesa. Los años pasaron, papá y mamá ya no me cuidaban porque debían irse a trabajar. En algunas ocasiones no llegaban a casa, o eso creí...hasta escuchar ruidos raros en la sala. Baje de mi cama, abrí la puerta de mi habitación y baje con cuidado. Allí estaba mamá...estaba dando amor en la boca de otro señor, no era mi papá. Asustado, regrese a mi habitación y me encerré...no volví a salir en esa noche. Era pequeño para entender que era una infidelidad.