Capítulo 27.

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Esperamos los dos a que terminara el desfile y salimos los dos para cerrar el desfile como acordamos, Gackt cantando y yo al piano. Tras una canción Gackt me dio un beso en la boca mientras yo daba la espalda al público ya que parecía que me lo daba en la mejilla y le deje cantando las otras del repertorio.

Sin más trabajos pendientes me fui a la oficina a esperar para avisar a Hayashi-san de que me iba con las chicas.

-¿Qué diablos haces ahí parada?

-¡Ah! Esto...yo quería decirle que si no me necesita más, si me podía ir.

-Vete.

Con su permiso llame a mi padre político y le dije que hoy saldría con unas compañeras, que me quedaría en mi consultorio para dormir y así no molestarlos. Costo que me dejara, pero al final pude convencerle para irme con las chicas, aunque antes de irme me fije que en el taller estaban los Hayashis echándole la bronca a Hayashi-san por los materiales de las prendas. Por suerte Hayashi-san pudo apaciguaros, pero eso no quito que yo me comiera también parte de su quejas ya que les molesta que yo me encargue de cosas y lo que me hace más pensar que en que menos debería encargarme de la empresa en su ausencia.

Algo desanimada me fui a por la abuelita para irnos con las otras chicas y despejar la mente un poco ya que ahora mismo no estoy para quedarme en casa.

-Buenas noche Jun-kun.

-Buenas noches abuelita, Sherlock.

-¡Uhm!

-Espera- Hayashi-san me agarro del brazo -¿Qué te pasa?

-Nada, solo que necesito despejarme está noche para mañana rendir.

-Vale, descansa.

-Igualmente. Me fui con la abuelita, la putada es que Mashasi-san apareció ya que iba coger el ascensor.

-Buenas noche Frye-san.

-Buenas noches Mashasi-san.

-Siempre me impresiona cuando la veo tocar, es fabulosa.

-No hago nada que no hagan otros pianistas.

-Ju, que modesta- subimos en el ascensor donde he pasado el momento más incomodo desde hace años -bueno, que tengan buenas noches.

-Igualmente Kuno-kun.

-Lo mismo digo Mashasi-san.

Al reunirnos con las chicas estaban de bajona y todo porque pensaban que un hombre que conocieron era soltero y heterosexual, pero no, era homosexual y emparejado con el mismísimo Toto el fabuloso, así que para animarnos todas nos fuimos de fiestas mientras comentamos las noticias de las cosas que pasaron en el alocado desfile, incluyendo el beso que me dio Gackt en la boca, lo que me hizo que me llamarán afortunada.

-¡¿Cómo es posible que nos cobre tan caro?!

-¡Por supuesto, yo no cobro solo por la carrera sino por peso!

-¡No me da la gana que nos cobre eso!

-¡¿O me pagan o llamo a la policía?!

-Agente de campo Alfa- saque mi placa -y si no cobra lo que es justo seré yo la que le detenga usted.

-Vale, vale, pero no me multe. Acepto el dinero.

-Por cierto, tiene una rueda picada. Digo picandole la rueda sin que me vea con mi zapato.

-¡Maldición!

-Chicas vamonos, pasemos de este taxista patoso.

-Y ustedes Busu locas.

-¿Cómo nos haz llamado? ¿Sabe cuanto es la multa por insultar a un agente?

-No lo vuelvo hacer, pero váyanse.

Nos fuimos al local y nos pusimos a celebrar mis logros tranquilas con música más bebidas ligeras, ya que no quiero emborracharme e ir sana a mi consultorio o eso pensaba hacer, pero empezamos a beber de manera que algunas de las chicas se empezaron animar más de lo normal.

Continuara...

La mujer de mis ojos. (Mi Propio yo soy Betty la fea)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora