Capítulo 92.

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-Dios termínate esa tostada y móntate.

-Si...

-¿A dónde vas?

-Pues a conducir.

-Ju, no, tu al asiento del copiloto.

-¿Por qué?

-Pues porque yo soy la jefa y soy la que más derecho tiene que conducirlo, digamos que hoy me toca conducirlo.

-¡Jope!

-No te quejes, tendrás hoy que hacer muchas cosas.

-¿Cuales cosas?

-Te las diré por el camino, vamos.

-Por cierto, tu padre político dijo que ni te aparezcas por la casa, que si vuelves a hacer de consultora que te quedes allí, que ya solo eres alguien que solo tienes tratos laboral.

-Él es libre de hacer lo que quiera.

-Algo me dice que te entristece eso.

-Por supuesto, ellos son como mi familia.

-¿Y qué harás?

-Ya intentare cuando pueda hablar con él o por lo menos con mi madre política para que me ayude.

-Ju, suerte.

Nos fuimos los dos y le deje en una tienda de ropa, ya después de que él se me pusiera tonto con lo dejarle solo comprando me fui a la oficina donde me encuentro que atravesado en la calle esta el taxi de Masuzaka-san. Allí estuve un rato esperando junto a parte del cuartel ya que Masuzaka-san no quería pagar la carera completa al taxista que acabo pagándosela Kinto-san para poder yo aparcar de una vez en el Parking de la empresa. Ya aparcada las chicas del cuartel que habían llegado lanzaron pullitas a la amante del ex de Yoko-san y Masuzaka-san que me miraban con rabia, más cuando me oyeron que invitaría a almorzar a las del cuartel que contentas me lo agradecían.

Dentro de mi oficina me empece a encender las cosas mientras ponía un poco de música como todas las mañanas cuando llegaba antes de Hayashi-san para ser amena mi mañana mientras trabajo en las cuentas del día. Aparte de poner la música y ponerme trabajar enciendo la vela que me regalo con cariño Mika-san sintiéndome más serena de mi oscuridad.

-Buenos días Eurus. Al llegar él quite la música.

-Buenos días Hayashi-san. Le respondo sin quitar la mirada del ordenador.

-Yo anoche te llame al consultorio, pero tu sistema domestico me dijo que no estabas. Se puso en modo melancólico tocando uno de los cuadros donde tengo muestras de tela.

-Ya te lo dije, estuvimos en la Guarida y volvimos de madrugada y sobre sus llamadas me las dijo J.A.R.V.I.S. fueron unas cuantas.

-Si, ya que es el único sitio donde localizarte cuando no respondes a mis mensajes y porque no vives ya con tus ex suegros.

-A eso, bueno, es que cambie de sitio a “Hildegart”, allí nos sería más fácil trabajar sin molestarles, ni preocuparles cuando no voy.

-¿Y por qué no me respondiste a nada? Ni siquiera me llamaste.

-Pues para no enojar a Yumi Mashasi-san, si lo hubiera hecho se enojaría con usted ¿No cree?

-Si, ella se enojaría.

-Lo supuse y no lo hice.

-Eurus me responderías una cosas.

-Dispare.

-¿Quién compro el mercedes que su amigo y usted conducen? ¿Algún caso le dio para pagarlo? ¿O es que su hermano se lo regalo? Porque es un coche caro.

La mujer de mis ojos. (Mi Propio yo soy Betty la fea)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora