Capítulo 44.

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-Entonces ¿Ya definitivamente se puede decir que lo está? Al llegar a casa Kazuya me lo pregunto.

-Ella lo admitió.

-¿Y ese payaso de Kanta-san responderá por el niño o niña?

-La demás dice que ni el apellido le dará.

-Pues listo, tu presentamela y yo le doy todo.

-Y de paso hago un teatro para que se enamore de ti. Le digo sarcásticamente.

-Sherlock, tu solo mira el lado bueno de todo, tendré la familia completa sin despeinarme.

-Yo creo que ella preferiría pasar la vergüenza de no saber quien es el padre a salir contigo.

-¡Auch! Que sepas que esas palabras me han dolido.

-Venga ya ¿No me jodas que te harías cargo de un hijo que no es tuyo solo por estar con esa Nancy de mercadillo?

-Por supuesto, solo por ella lo haría, es más tendría de seguro un hijo que sea guapo y no feo como yo.

-Bueno, olvidemos del alíen de la Nancy y centrémonos en esto. Le pase los papeles de la prenda y el pagare.

-¿Los registraron?

-Como ves si.

-Eso hace que su empresa esté en tus manos ¿Por qué?

-Lo que sospechaba, el tipo de las telas les estafo, es que mi olfato de detective consultora no falla.

-Y eso habrá hecho que las deudas aumentaran.

-Si y para que ni los bancos o los proveedores se llevaran la empresa fue asegurar la empresa con la prenda.

-Pues nunca pensé que llegara a este punto, es que ya lo hizo legal y sin contar que hace falta un abogado ¿Ya tienes alguno?

-Ellos dijeron que se encargarían en estos 15 días que se hará oficial lo de la prenda.

-Pero tu no pareces que te guste esto.

-Por supuesto que no me gusta y más sabiendo que los Hayashis vienen para ver la siguiente colección, también está que los acreedores se enteraran cuando salga publicado en registro mercantil de la cámara del comercio, temo cuando se den cuenta, piensa el pipote que se montara y Hayashi-san no acepta mis consejo de retirarlo, lo único que acepto fue pensarlo.

A la mañana siguiente fui a la oficina como todos los días a en mi moto para empezar a intentar salvar a la empresa.

-”¡Sherlock!”

-Buenos días Hayashi-san. Como siempre salí.

-¿Lista?

-Si Hayashi-san.

-Pues recoge sus cosas que hoy salimos ¿Recuerdas?

-Si Hayashi-san, primero a “Insumos pato negro”, segundo punto “Color textil” y por ultimo a “Luna de tela.”

-¡Uhm! En la “Luna de tela” trabaja Ai su amiga.

-Si Hayashi-san, ella será la que nos reciba.

-Me veo bien.

-Para el gusto de ella si, aunque le recomiendo que se eche un poco de colonia, le traeré la del baño.

-La que huele bien seria perfecto.

-Por supuesto. Fui al baño a por ella.

Con todo arreglado salimos para ir tropezándonos con Kanta-san con una cara larga que se le notaria que está mal hasta de lejos.

-Mira a quien tenemos aquí y tarde ¿Tengo que darte una licencia de maternidad a usted también?

-Iré llamando al ascensor. Me marche dejandole con su conversación.

Cuando termino de recriminarle lo del embarazo de Masuzaka-san nos fuimos a completar la agenda de hoy con los proveedores.

-¡3·4·20! Ai a verme me dio un fuerte abrazo.

-Hola Ai ¿Cómo estás?

-Bien ¿Y tú?

-También, vine con Hayashi-san como te dije.

-Ya veo, hola a usted también Hayashi-san, me alegra verle y bueno, 3·4·20 me comento que te interesaba telas para la próxima colección.

-Si y si es posible te compraremos todas la telas para la colección y hasta a ti si me apuras. Ai me mira por detrás de él con los ojos en blanco lo que la hizo reír.

-Ju, ju, ju, bueno, es una buena decisión ya que las de “Real tela” eran malicimas, la colección aquella no gusto.

-Veo que las noticias vuelan. Me mira a mi.

-A mi no me mires, sabes que tengo poco tiempo para salir por ahí y cuando lo tengo es para ir al bar.

-El de la Guarida, Ichi me dijo que es donde sueles ir a recoger desafíos para las pistas.

-Si, pero con el rango reina no me suelen retar mucha gente.

-Bueno, sobre las telas, te compraremos unas cuantas ya que me preocupa los pagos.

-De eso no te preocupes, de eso ya lo arregle con 3·4·20, pero si aun quieres saber, acompáñame y te explico lo mismo que le dije a ella.

-Que suerte tener a alguien tan buena como usted.

Ai nos hizo un tour por el lugar mientra hablaba con Hayashi-san y yo con mi manía de observar me distraía mirando el lugar minuciosamente. En esto que recorríamos a el lugar me vi a una de las empleadas un poco apurada ya que se había traído a su bebé a la empresa porque no tenia niñera y estaba llorando.

-Perdóneme Hodawa-san hoy la niñera me fallo.

-No pasa nada.

-¿Qué le pasa? Pregunto.

-No lo sé, soy primeriza y me cuesta saber que le pasa.

-Puede que se sienta un poco inquieta, déjemela un momento- la cogí en brazos. me puse a cantarle una nana calmándola y ya cuando se quedo dormida la metí en su carito -ya está, déjela dormir y despertara mejor.

-Se ve que no has perdido tu toque cuidando niños.

-No es nada.

-Ya sabemos quien le podría dejar el niño la Nancy.

-Ni hablar, ella que se encargue de su camada. Continuamos con el tour mientras Hayashi-san le seguía coqueteando.

-3·4·20 ¿Cómo aguantas a un jefe tan adulador?

-Yo solo me intereso en hacer mi trabajo.

-Ya, tu si no es un Lee Pace no te fijas en otro.

-Ai ¿Nos acompañaras también con el funcionario que nos va sablear?

-Que chistoso, por supuesto, acompáñeme. Ella se adelanto y Hayashi-san me agarro.

-”Sherlock ¿De verdad no te molesta que coquetee con una mujer tan guapa como ella?”

-”Viniendo de usted lo veo normal.”

-”¿Crees que Yumi me perdonaría si me casara con alguien como ella?”

-”Yumi te la cortaría, ahora mejor andemonos.”

Nos fuimos con Ai para hablar de los precios y hacer un trato justo por las telas que costo mucho para que llegáramos a un buen acuerdo.

Continuara...

La mujer de mis ojos. (Mi Propio yo soy Betty la fea)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora