O C H O

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De nuevo, él despertaba con una sonrisa debido a la chica que cantaba unas paredes más allá.
Estiró su cuerpo, fue a lavar su rostro rápidamente y corrió hasta la puerta de su habitación. Rió por lo bajo cuando se acordó que en la noche había puesto seguro a la puerta, todo para que Solar no ingresara. Sacó el seguro, abrió la puerta y se dispuso a correr por los pasillos, era un tanto egoísta, pero quería estar con ella antes que Yeonjun llegase.

—¡Buenos días señorita Choi! —gritó contento, tocando con fuerza una de las puertas. —¿Cómo amaneció? Supondré que bien... ah... ¿que? ¿Que como estoy yo? —decía muy alto, parecía que toda la casa le escucharía.

Choi dejó su labor de cepillar su cabello cuando le oyó.

—¡Estoy muy bien señorita! Gracias por preguntar —Obviamente ella no había dicho palabra alguna. —¿Hace calor allá adentro? Digo... como ya está empezando el verano... y... al grano señorita Choi ¿Quiere salir a dar un paseo? —dijo sin muchas esperanzas de una respuesta. —No crea que desaparecí para siempre de su vida, solo le di tiempo para que descanse, linda señorita. —Jungkook se sentó en el suelo— ¿puedo contarle una historia?

Ella no respondió, pero le escuchaba atenta del otro lado. También sentada, apoyada sobre las grandes puertas, si no hubiese sido por estas, sus espaldas estarían juntas.

—Tomaré su silencio como un si. —dijo sonriendo.

Los grandes ventanales alumbraban todo el pasillo, a Jungkook esto le encantó, pues no le gustaba la oscuridad que trae consigo el invierno.

—Cuando cumplí los diez años, encontré a un gatito botado en la calle... no sabía que hacer señorita Choi, el pobre gato pedía a gritos mi ayuda. A papá no le gustaban los gatos, y mamá es alérgica... pero ¿sabe? Yo quería a ese gato y el a mi... ¿que como lo sé? Pues ni idea, siempre supongo cosas que no son... ¿está de acuerdo? ¡Lo sabía! Agh me conoce tan bien —Jungkook jugaba con sus pies descansos —lo llevé a casa y mentí... dije que el gato me había salvado la vida... ¿por qué dije eso? Buena pregunta señorita. Hace tiempo atrás, un hombre me salvó de ser atropellado, vi a mi papá entregarle un fardo de billetes... creí que también le ayudaría a él, por salvarme la vida. —Jungkook reía —¿sabe que le dije? Que estaba siento atacado por un perro y que el gato cayó desde un tejado sobre el... le conté de una gran batalla entre un perro de dos metros de alto y un gatito de apenas un mes. ¿Que yo era muy inocente? Si lo era, señorita.
Al final mi padre enojado por mi mentira, me planto con gato y todo afuera.

(...)

Narra Jungkook

—Me dejó dos horas fuera de casa. —continúe mi historia imaginándome todo lo que había pasado —comencé a pensar en que trabajaría, debía conseguir una casa para mi y mi gato. Debía darle de comer, mantener a la familia gatuna que creía que iba a tener. —no pude evitar reír.

Detrás de las puertas (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora