D I E C I S I E T E

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¿Atrasado? Claro que no, eran ellos los puntuales. Caminaba por el bar latino más ardiente de toda corea, acercándome cada vez más a la mesa donde se encontraban mis seis amigos.
Había dejado a la señorita Choi durmiendo, cual hija buena que era y yo como mal padre saldría a jugar un poco.

(...)

—¡Y tiene unos ojos! —Tae abrió sus dos ojos con sus grandes manos, les relataba algo a los chicos. Yo estaba cada vez más cerca de ellos, por lo que podía escuchar claramente —¡Y unas manos! —Volvió a decir.

Suga estaba apoyado en la mesa, serio, escuchando atento. Hoseok tenía una de sus manos apoyada en su rodilla y la otra sostenía un vaso de licor. Jimin mantenía apoyada su cabeza sobre el hombro de Tae y se notaba que reía, por cómo su chico se expresaba. Nam tenía sujeta una de las manos de Jin sobre la mesa y en la otra mano un vaso de tequila, también escuchaban atentos.

—¡Su cabello es... —Tae tomó su propio pelo y lo acarició —¡Y sus labios! —suspiró —¡ni hablar de su sonrisa! —Tae apoyó sus codos en la mesa, jimin se alejó un poco de él, para ver cómo apoyaba sus sienes en sus manos. —Ella es... es... —Buscaba las palabras precisas, golpeando levemente sus sienes.

—¡Que Jungkook nos diga cómo es ella! —Gritó Jin, frente a él estaba Tae el narrador y Jimin, quienes se voltearon a verme. Suga estaba al lado de Nam también y Hoseok de cabecera de mesa. Por lo que yo tomaría el mismo lugar que este último pero en frente.

—¿Que diga que? —Pregunté sentándome. Tae levantó la vista para verme al igual que todos.

—Como es la señorita Choi. —Respondió Jimin, acariciando el rostro de frustración que tenía Taehyung.

—¿Cómo es la señorita Choi? —Pregunté pensando en ella. En sus manos, en su rostro, en su cuerpo, en sus labios...—Ella es... ella es tan... Ah —Solo eso salió de mi boca y me sentí atontado por mi accionar.

—Exacto. Eso la describe perfectamente... ella es tan ¡Ah! —Tae me imitó soltando un suspiro. —Hoy se veía así... se veía tan, ahh... —Tae apoyó una de sus mejillas en sus manos, mirando a la nada.

—Hey... no hagas que me den celos. —Jimin le golpeó con el codo.

—Ella es solo arte para mi Chimchim. —Tae sonrió y lo abrazó. —Y una buena amiga, por supuesto.

—¿Te gusta? —Me preguntó Yoongi. Sacándome de mis pensamientos, pensamientos ocupados por la señorita Choi, esa intrusa.

—¿Que? Claro que no —respondí obvio.

—No me digas... ¿es arte para ti también? —Preguntó con ironía Yoongi, su rostro era neutro.

—No... solo me atrae ¿A quien lo le atraería alguien como ella? —Pregunté alzando los hombros.

Detrás de las puertas (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora