T R E I N T A

2.8K 215 24
                                    

• •

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

• • . ⋆

◦ ✦
⋆☽

Día 18 de 30

Me desperté por los constantes cosquilleos en mi rostro, eran unas amables y suaves caricias que recorrían mi cara, dejando algunos castos besos al azar. Una sonrisa boba apareció en mis labios, al saber que no podrían ser de nadie más que no fuese ella.

—¡Ya despierta Jeon Jungkook! —canturreó feliz —¡Hoy es el gran día! —volvió a besar mi rostro —¡nos mudaremos!

Seguí haciéndome el dormido, no por qué no me agradara la idea de mudarnos, si no que para recibir más de aquellos cariñosos besos. Pero con el paso de los minutos ella se detuvo.

—¡Ahh, Vant! —refunfuñé cubriéndome con las sábanas. Quería más de esos besos jodidamente ricos.

—¿Estás enojado por lo de ayer? —preguntó triste.

"Yoongi..." —se me vino de inmediato a la mente.

—¿Que? —pregunté yo, con preocupación, destapándome el rostro —no... claro que no, linda... —me acerqué sentándome como ella estaba y la abracé con ternura. —solo quería más besos... —dije sin pena alguna.

Enojado no estaba, más bien se podría decir que celoso y algo atareado con la situación.

—Oh... era eso... —sentí como sus manos buscaron mi rostro. —¡besitos para ti Jungkook! —gritó feliz, repartiendo uno que otro por mis mejillas.

Sonreí contento, Vant derramaba miel de tanta ternura cuando se lo proponía.

"y algún día será más que solo besitos" —pensé dignándome a mirar con detenimiento sus labios, aquellos puestos para mi, pero que no me atrevía a probar, por miedo a un posible rechazo, o alguna reacción mala.

"Mente sana, Jungkook, mente sana" — me repetía a mi mismo, tratando de borrar la imagen que hora tenía de sus senos, tan solo cubiertos por el pequeño pijama blanco de tirantes.

"¿por qué tiene que ser tan provocativo?" — aunque... ¿lo era en realidad? Hmm No.

"¿Por qué tengo que ser tan mente sucia?" —vale, ahí si estaba bien mi pregunta.

—Vamos a comer... —dijo sonrojada, apartándome de sí para ponerse lentamente de pie —el ambiente se tornó extraño otra vez... —caminó hacia la puerta.

Detrás de las puertas (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora