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Tú*

La vida, siempre está conservada en distintas índoles, la vida, la conformamos nosotros mismos; los humanos.
Reflexionar y detallar en cómo vemos nuestro exterior, tan sólo pensar en cómo nos refleja la agonía en simples sueños y esperanzas que nos mantienen vivos, sin embargo entre todos aquellos puntos, existe uno más fuerte que los demás, y sí, es únicamente el llamado, "Amor".

Los rayos de sol difundían con bravura entre la ventana, como cada mañana, provocaba una pequeña molestia en el centro del párpado, lo que me hizo abrir los ojos de manera lenta y forzosa, logro asimilar el ambiente, intento parpadear lo más frecuente posible para poder finamente despertar, restriego mis ojos con mis manos y logro enfocar la vista en la ventana, el brillo del sol daña mis ojos, por lo que miro hacia otro lugar, desde mi cama, logro oler cierto aroma, que me hace poner de rodillas, tan delicioso, era mi padre, de seguro estaba haciendo waffles para el desayuno, el perfume de los waffles y la mora me atrapan, enterneciendo mis sentidos, cierro los ojos y antes de relajarme en cama otra vez, un pensamiento recorre mi cabeza.
<<¡Primer día de Universidad!>>
¿Cómo lo había olvidado?, es imposible, ¡que tonta!, me levanté lo más rápido que pude, tomé el teléfono que se encontraba el la mesilla de noche y vi la hora.
8:15
La hora del demonio, si no me apresuro llegaré tarde, me dirijo al baño y me sumerjo en la ducha. Al salir miro la hora otra vez, 8:30, debía apresurarme más, mis clases comenzaban dentro una hora.
Me maquillo un poco para no lucir tan desnuda, y me exploro mi armario, tomé un vestido azul casual de cuatro dedos sobre la rodilla con tiritas, una chaqueta corta blanca, ballerinas negras y bajé las escaleras apresurada.
- buenos días, hija, ¿lista para tu primer día? -. Dijo mi papá desde la cocina.
- buenos días, papá, claro, aunque voy retrasada -.
- a mi no me parece tan retraso, puedo llevarte, así llegarás más pronto -. Contesta dejando el plato con waffles y moras en la mesa.
- ¿enserio harías eso por mí? -.
- claro, hija, eso y mucho más, eres mi única niñita -.
- hablando de única niñita, ¿dónde se encuentra Liam? -. Dije tomando la silla y sentándome en ella.
- sigue durmiendo, nadie despertará a ese dormilón -.
- el tiempo pasa rápido, ya tiene once, siento que cada día la longevidad de acerca -.
- hija, ¿qué cosas dices? -. Ríe, se sentó en frente de mi, y de inmediato agarró el tenedor.
- no lo sé, papá, quiero que sepas que hoy llegaré tarde, visitaré a mamá, hace tiempo que no la veo y... -.
- hija, puedes ir a verla cuándo quieras, ya eres mayor de edad, no tienes que darme excusas, si quieres verla, solo ve -. Dijo interrumpiéndome.
- gracias papá, eres el mejor -. Miré mi teléfono. - papá, ya son las 9:05, ¿no crees que ya deberíamos irnos? -.
- no te preocupes, déjame ir a despertar a Liam y nos vamos, ¿si? -.
- claro, papá -. Se levantó y subió las escaleras.
Terminé mis waffles y esperando a papá, comencé a revisar mi teléfono, viendo viejas fotos, viejos amigos de secundaria, cómo los extraño, en el fondo sabía que esto pasaría, extraño a mi amigo Frank, y sus bailes aleatorios, y a su novia Billie, que solía ser muy tierna, a mis amigos Taylor y Phelix, y sobre todo a mi crush de secundaria, Devon. Para eso está la universidad, para comenzar una nueva vida, nuevos horizontes que explorar, ahora me encontraré a gente cómo yo, mayor de edad y que hace ciertas cosas y tiene ciertos comportamientos y ciertas inclinaciones.

- bueno, hija, estamos listos, vámonos ya -. Dijo papá con una sombra detrás de él que aún tenía sueño.
- esta bien -. Me dirigí al baño de la plantea baja y me cepillé los dientes lo mejor que pude. - ahora sí, vámonos ya -. Dije dando golpecitos en la falda del vestido para desencadenar las arrugas.

Subí al auto de papá y me sentí emocionada, guardé mi móvil, credencial y identificación en el bolso que llevaba junto con algunas libretas y lápices dentro y sobre todo mi MacBook, lo más esencial. Fui en el asiento de copiloto junto a papá y Liam en los asientos de atrás haciendo preguntas sobre todo.
Cuando llegamos por fin a la universidad, me sentí nerviosa, sentí la presión en el pecho, y por un momento me arrebató el terror.
- ¿qué ocurre hija? -. Preguntó papá.
No quise responder.
- ¿__________? Hermana, ¿estás bien? -. Acechaba Liam.
- S-si, s-i, no se preocupen, estoy perfectamente bien -. Les sonreí y abrí la puerta para salir, vi cómo ambos se despedían de mi y se retiraban. Miré la bella estructura de la universidad que tenía frente a mí, y más nerviosa me puse, observando como jóvenes entraban y salían del establecimiento, cuando por fin pude tomar aliento, di un paso y comencé a caminar, me adentré, por dentro, parecía algo maravilloso, algo fuera de lo común, como transportarse a otra época, otra realidad, me sentí óptima. Me dirigí a la oficina de supervisión que señalaban las flechas, para presentarme como alumna.
Vi como muchas personas se inscribían, a distintas carreras y escuché distintos nombres.
- Buenos días, ¿su nombre es? -. Preguntó la secretaria.
- Buenos días soy Jeon Jungkook, alumno de intercambio, estudio Finanzas en ingeniería comercial en la sección I -. Dijo el chico que se encontraba delante de mí.
- Bueno, Jeon -. Contestó ella. - aquí está tu credencial de estudiante, y tu horario, bienvenido al país y a esta prestigiada universidad -.
- muchas gracias -. Dijo y se retiró, me miró y sentí algo extraño dentro de mi, cómo un hormigueo, el chico era guapo, tal cómo decía, tenia facciones asiáticas, cuando se retiró sentí su perfume, y me dejó embobada, me encanta el olor a perfume masculino.
- Buenos días, ¿su nombre es? -. Preguntó la señorita con una sonrisa.
- Buenos días -. Sonreí. - soy ________ Elsembach, estudiante de Derecho penal, matriculada para este año -. Dije siguiendo el ejemplo del chico anterior.
Tecleó en su computadora.
- bien, aquí está su credencial, y su horario, le recuerdo que fue promovida a Derecho penal sección I, bienvenida a nuestra universidad -. Me sonrió y yo le respondí a aquella sonrisa.
Miré mi horario y tenía una clase ya; derecho romano I, en auditorio n°5, escalera B, ala oeste.
Vaya tenía muchas indicaciones, la universidad era bastante grande por dentro, tenía miedo de perderme, así que me dirigí a unas chicas que conversaban cerca de un recinto que parecía ser la biblioteca.

- Hola, disculpen, ustedes de casualidad, ¿saben dónde está el auditorio n°5? -. Dije.
- claro -. Me respondió una de ellas, tenía el cabello castaño y ojos verdes. - ¿ves aquella escalera que se encuentra en la esquina? -. Asentí. - subes por aquella y llegarás al auditorio cinco -.
- muchas gracias -. Les sonreí.

Me dirigí allá, y sentí que ellas se reían, me sentí insegura, ¿y si no era el salón correcto?, y también pensé, ¿y si, sí?.
Me dirigí allá, y para esperarse, no se trataba de ello, sin embargo, había un chico allí, era alto, rubio y de ojos verdes.
Me acerqué.
- ¿disculpa?, ¿sabes dónde queda el auditorio cinco? -. El chico me miró, era bastante guapo.
- claro, si sigues por este pasillo hacia el fondo, llegarás, ¿vas a Derecho romano I? -.
- si, ¿tú? -.
- también voy allá, ¿te acompaño? -.
- seria bueno, muchas gracias -.
- por cierto, soy Alan Bailey -.
- soy _______ Elsembach, un gusto conocerte -.
- claro -.
Nos dirigimos al auditorio y nos sentamos juntos, él a mi izquierda, me sentí mas relajada, ya había hecho un nuevo amigo, al menos no estaría sola los lunes por la mañana.
Un chico se sentó a mi derecha, no quise mirarlo directamente así que sólo lo observé de reojo.
Por un momento, me sentaba familiar, y luego recordé, se trataba del chico asiático de la oficina de revisión.

La verdadera definición de Amor  [Jungkook y tú] (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora