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Tú*

- bien, ¿cómo ha pasado todo esto, __________? -. Preguntó Yoongi.
- ¿enserio quieres escucharlo todo? -. Pregunté.
- claro -. Asintió cordial.
- bueno, verás, mi padre y mi hermano fallecieron, embargaron mi casa, a Jungkook, su padre lo estaba obligando a casarse con una desconocida llamada IU, por asuntos de empresa, entonces decidimos casarnos, era lo más racional que pudimos hacer, ¿no crees? -. Le conté mas o menos rápido.
- vaya, _____________, lo que me cuentas es bastante duro, me imagino cuanto te dolió, lo desesperada que pudiste estar en ese momento, Jungkook te salvo y tu lo salvaste a el, suena bastante tierno -. Posó su mano sobre la mía. - no te preocupes, ___________, nadie lo sabrá, en parte, ya entiendo por qué no quisiste decirle a nadie de esto, pero seré una tumba, nadie lo sabrá, puedes confiar en mí. - desvío la mirada hacia mi estómago. - y en cuanto a ese pequeño ser que tienes dentro, te felicito, a ambos, sé que serán los mejores padres que esa criatura podría tener -.
- gracias enserio, Yoongi, eres un gran amigo, espero que lo que sientas por Suni resulte y todo lo que te propongas en la vida -. Le sonreí.
- de seguro será, espero ser el padrino del bebé -. Me guiñó el ojo. Reí.
- no lo serás -. Dijo por detrás Jungkook trayendo los platos para la cena, traía mucha comida, sentí como se me hacía agua a la boca.
- oye, Hyung, yo quiero ser el padrino -. Volteó a ver a Jungkook.
- ya que eres el primero que está interesado, estoy de acuerdo en que seas el padrino, Suga -. Miré a Jungkook. - ¿verdad, Kookie? -.
- si, cielo -. Dijo sirviendo los platos y dándole miradas asesinas a Yoongi.
- ¡bien!, juro que le daré todo mi cariño a mi sobrinito o sobrinita -. Se alegró.
- el también va a querer mucho al tío Yoongi -. Le sonreí.
- vengan a comer -. Decía Jungkook.
Nos levantamos y nos dirigimos a la mesa, Jungkook se sentó a mi lado, y Yoongi al lado de Suni, así terminé comiéndome casi todo lo que había en la mesa, todos se reían de mi, pero estoy segura de que me comprendían, porque entre sus risas pude notar un poco de comprensión, Jungkook me abrazaba feliz, al parecer estaba feliz de ser padre, y creo que yo también de ser madre.

- bueno, adiós Yoongi, cuídate, gracias por visitarnos -. Dije mientras se retiraba.
- adiós, Hyung -. Se despedía Jungkook mientras me abraza.
- bueno, cariño, tengo mucho sueño, ¿vamos a dormir? -. Dije cerrando la puerta.
- claro, lo que quieras, cielo -. Me besó la frente.
Nos dirigimos a las escaleras.
- buenas noches, Suni -. Grité.
- buenas noches, señor y señora -. Nos dirigimos hacia nuestra habitación.
- amor, creo que tengo que darle la noticia a mi papá -. Decía contento.
- bien, llamémoslo -.
- claro -. Señaló algunas cosas en su teléfono y abrí Skype, le marcó a su padre.

Contestó al fin, estaba en su oficina se veía por las pinturas que lo rodeaban.
- hijos, que gusto, ¿cómo se encuentran? -. Dijo quitándose los anteojos y ajustando la cámara.
- muy bien, padre, tengo una noticia para ti -. Decía Jungkook con la alegría por las nubes.
- ¿es buena o mala? -. Preguntó un poco preocupado.
- buena -. Jungkook tragó saliva. - ¡Vas a ser abuelo! -. Gritó Jungkook feliz.
- ¿¡qué!? -. El padre de Jungkook abrió los ojos como platos.
- ¡será abuelo, padre! -. Exclamé con felicidad, aunque no tanta como la que Jungkook irradiaba.
- ¡que bella noticia! -. Exclamó. - serás un gran padre, hijo, cómo yo te crié, me alegra muchísimo, felicidades a ambos, por favor cuiden muchísimo de mi nieto, les enviaré muchas cosas luego, esto se siente bastante emocionante, no hallo las palabras, hija, espero estés muy bien, y tu hijo, cuida mucho de tu esposa, que no le pase nada a mi nieto -. Decía sonriendo.
- por supuesto, padre, ella está en buenas manos -. Contestó Jungkook.
- por favor, cuándo salgan de vacaciones, vengan a visitarme a Corea, para ver yo mismo cómo crece mi nieto -. Miró hacia abajo.
- claro, padre, lo visitaremos -. Dije sonriendo.
- eso me deja muy tranquilo, bueno, tengo trabajo ahora, gracias por llamarme y por compartir esta bella noticia conmigo -. Dió una ligera sonrisa a la cámara y colgó.
- vaya, ojalá todos pudieran enterarse -. Hizo un puchero. - sin embargo, estoy tan feliz de saber que voy a ser padre, que olvido todo lo demás, estoy tan enamorado de ti, que no me importa nada más, el paso del tiempo me lo ha dicho todo, tu presencia aquí, todo lo que concierne en ti, te amo, y te amaré por siempre, y a mi hijo, o hija -. Dijo Jungkook tocándome el vientre. - bien, todos debemos dormir ahora, sobre todo el bebé, debe descansar -. Reí. - ¿de qué te ríes? -.
- bueno, debo tener una semana o dos, todavía no se forma bien para dormir y hacer cosas de humanos, es un embrión, amor -. Le acaricié la mejilla.
- embrión, feto o lo que sea, es mío, yo lo engendré, por lo tanto, si yo creo que duerme o no, es problema mío y del bebé, mi conexión con mi propio hijo, no tuyo -. Me sacó la lengua.
- oye, también es mi hijo -. Le di un golpecito en el pecho.
- bueno, es nuestro -. Me besó en los labios.

Nos acostamos y yo me acurruqué en Jungkook, que felicidad, creo que estar embarazada no era tan malo cuando es con el hombre que amas. Me quedé dormida al instante, sin embargo, algo me despertó en medio de la noche, tenía muchas ganas de comer fresas con chocolate, eran ganas bestiales, creo que si no comía un bocado de fresas, podría morir; que extraño sentimiento, había oído de los antojos en el embarazo, pero jamás creí que fueran tan potentes, me senté en la cama.

- Jungkook, Jungkook, despierta, Jungkook -. Comencé a moverlo. - Jungkook -.
- ¿qué? -. Dijo completamente adormilado sin abrir los ojos acurrucándose en mis piernas.
- ¡Jungkook! -. Grité.
- ¿qué?, ¿qué? -. Preguntó despertando extrañado.
- quiero fresas con chocolate -. Dije desesperada.
- ¿fresas con chocolate? -. Preguntó frotándose los ojos y sentándose en la cama.
- si, las necesito -. Insistí.
- ¿ahora? -. Seguía tallándose los ojos.
- ¡si! -. Exclamé vociferando.
- ¿es muy necesario? -.
- piensa en el bebé, amor, tengo antojos, ¡quiero las fresas ya! -. Exclamé.
- son las cuatro de la mañana -. Miró su teléfono.
- ¡quiero fresas con chocolate! -. Comencé a sollozar.
- calma, princesa, bien, bien, iré por las fresas, las conseguiré sea como sea, aguarda aquí -. Dijo saliendo de la cama rápidamente, se puso los pantalones y una camisa, cerró la puerta.
Me quedé allí pensando en las ganas que tenía ganas de comer fresas, que horrible se sentía esto, no podía creerlo. Cuando Jungkook consiguió mis fresas las comí como si no hubiera un mañana, el me miraba con ternura.

Así es como transcurrió mi embarazo, lleno de antojos en medio de la madrugada, cuidados intensivos de Jungkook, controles en el médico, mi vientre comenzaba a crecer cada vez más y comencé a ponerme hoddies grandes para ocultar mi barriga.
El año acabó y fuimos por una semana a Corea con el padre de Jungkook, el estaba emocionado y contrató a una matrona personal que me persiguiera a todos lados para resguardar que mi embarazo iba perfectamente, Jungkook cada vez estaba más feliz, pero también mas cansado, debido a que tenía que atender a mis antojos y soportar mis cambios hormonales absolutamente sentimentales, siempre hablaba con mi vientre, siempre, le cantaba incluso, bueno, ambos le cantábamos, y llegó en un momento dónde sentí que se movía, sentí como pateó, Jungkook saltaba en un pie cuando pudo sentirlo.
El día en que nos dijeron el sexo del bebé, Jungkook estaba tan feliz de saber que sería una niña, decidimos que se llamaría Mi-suk, significaba "belleza virtuosa", lo cual, ambos estábamos muy felices por aquello.
Cuando mi vientre creció mas, los demás chicos se dieron cuenta, y me apoyaron bastante, les costó asimilarlo, sobre todo a Tae, pero todos aceptaron que estaba embarazada y que era absolutamente natural, todos se habían nombrado tíos ya, estaban muy felices de que tuviera un ser dentro de mí, me tocaban el vientre a menudo y me ayudaban en todo.
Comenzó el siguiente año en la universidad, y así fue, entre estudiar y estar esperando a una bebé, los mareos no faltaron, como tampoco los dolores, me sentí con gran amor, aunque lo embarazada no se me notaba tanto, no tenía un vientre tan grande, hasta cuando llegó el mes nueve, mi vientre era normal, no era ni muy grande, ni muy pequeño, ya quería que llegara Mi-suk, y ese día llegó sin dudas.

Estaba en la sala de estar con Jungkook viendo películas, con exactitud; veíamos Titanic, estaba disfrutando de la película cuando siento líquido brotando entre mis piernas y un profundo dolor en el vientre, se sintió horrible, una contracción de muerte, algo totalmente doloroso, destructivo.
- ¡Jungkook, Mi-suk ya viene! -. Grité con dolor.
- oh, no, ¡Suni, ayuda! -. Gritó fuerte, Suni vino corriendo a auxiliarme. Todo se hizo borroso.

Vi un espacio blanco y sentí el rozar de las ruedas de la camilla en la cual me llevaban los doctores corriendo hacia la sala de partos, decían e intercambiaban palabras, pero mi alrededor se enmudeció hasta en el momento en que entramos a la sala.
- solo puede pasar el padre -. Mencionó un doctor. Vi como Jungkook se colocaba una mascarilla verde y un traje del mismo color.
- respire -. Me decía la enfermera. - es hora de pujar, sea fuerte -.
- vamos, amor -. Jungkook me ofreció su mano, comencé a pujar apretándole la mano con fuerza a Jungkook. Era un sentimiento bastante torturador, dolía como los mil demonios, pero ahí estaba mi hija, pujé, pujé y...

La verdadera definición de Amor  [Jungkook y tú] (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora