La mañana lucía triste, de un color gris brillante que al enfocar la vista en el cielo, lastimaba la retina, cierro las cortinas de la ventana para evitar someterme a la hipnosis del exterior.
Recorro la plantea alta de la solitaria casa que papá había comprado para compensar el intercambio, pasos lentos, de pereza, recorro el pasillo solitario, y recuerdo todas las cosas.Vivo en el recuerdo, me impacto en el como si fuera la realidad, apoyo mi cabeza sobre la pared y me quedo inmóvil; el cariño de un hogar acogedor, lo que no conozco, la calidez de una chimenea con la compañía familiar, nunca lo he vivido, risas y mas risas al borde de cierto carisma entre personas cercanas, ni modo, ¡me siento tan idiota!, no he vivido nada de eso, vivir toda la vida en un encierro, yendo únicamente a la escuela y volviendo en un auto vacío de comunicación, teniéndolo todo, y a la vez nada.
Arreglo mis cosas para ir a la universidad, veo mi alacena y tomo cierta caja de avena. Enciendo la cafetera, golpeteo el congelador con los dedos y abro la puerta de aquel, saco la leche y la vierto en el tazón de avena, doy pasos rápidos, y movimientos también, me sirvo el café en una taza blanca, vacía como el día, y me decido a tomar asiento en el comedor, aburrido de la realidad observo a la nada, mientras termino mi desayuno, sigo observando hacia el mismo punto, es una agonía, no me agrada, ¿acaso siempre me he sentido así?, nunca me había dado cuenta de tanta soledad, hace algunas semanas que había llegado aquí y creo que ya me estoy arrepintiendo, no conozco a casi nadie, mas que a mis profesores y... a ________, ¡claro! La conocía a ella, de todos modos no podía estar tan solo, pero debía conocer más gente, quizás gente que tenga algo en común conmigo, por ejemplo, los chicos de intercambio, he visto a muchos asiáticos merodear por los pasillos de universidad, creo que ya tengo la solución, si me agobio todo el tiempo a una simple melancolía, jamás encontraré la salida de aquello, ¡pero qué idiota soy!.
Tomo las llaves de la mesa y me dirijo a la entrada, subí a mi auto y conducí hasta la universidad.La primera clase, abundó todos mis pensamientos, y mi gran habilidad en la área de matemáticas y termodinámica aclaró las ideas que tenía en mente...
La siguiente clase, me senté al lado de alguien que tenía rasgos asiáticos, lo miré.
- Hola, Jeon Jungkook, Finanzas e Ingeniería comercial -. El chico me miró extrañado.
- Kim Namjoon, Licenciatura en Física de partículas, Coreano, ¿y tú? -.
- igualmente -. Contesté.
- ¿hace cuánto llegaste aquí? -. Preguntó.
- hace unas semanas, ¿y tú? -.
- he vivido aquí algunos años -. Se detuvo. - al parecer, no te ves muy emocionado conociendo gente, ¿o me equivoco? -.
- me emociona sí, pero, ¿quieres que sea honesto contigo? -.
- si, la honestidad me agrada -.
- no conozco a casi nadie -. Dije cabizbajo.
- vaya, pues, ahora me conoces a mi -. Me guiñó el ojo. - cualquier cosa que necesites aquí está Namjoon a tu servicio -. Reí.
- gracias -. Bueno, sólo hacía falta aquello, comunicación con las personas, sólo comunicación, me sentía bastante realizado de haber conocido a alguien más, seguiría así el resto del día.Clase número tres, Economía I.
En cada clase había algún chico que podía verse extranjero, pero necesitaba expandirme más, no sólo a alumnos de intercambio, si no también a los nativos, pero me acomodaba hablarle más a las personas que venían de oriente.
- Hola, Jeon Jungkook, Corea, ¿y tú? -. Haber seguido el ejemplo de Kim Namjoon me había ayudado a expandir el nivel de preguntas.
- Kim Taehyung, Corea -. Dijo fríamente.
- vaya, ¿de qué parte? -.
- Geochang - gun, Corea del sur, ¿y tú? -.
- Busan, y Seoul, Corea del sur -,
- ¿cómo eso de Busan y Seoul? -.
- nací en Busan y desde los trece comencé a vivir en Seoul -.
- ah, genial, nunca he ido a ninguna de las dos, pero ambas deben ser como otras ciudades en Corea -.
- si, si, algo parecidas -.
- ¿te costó adaptarte a este país? -.
- la verdad es que sí, conozco a muy pocas personas -. Dije triste.
- me pasa igual, sólo conozco a... -. De detuvo para contar sus dedos. - a sólo cinco personas incluyéndote, ¿hace cuánto llegaste? -.
- vaya, cinco, es un número bastante grande, yo solo conozco a tres incluyéndote, llegué hace dos semanas y media, ¿y tú? -.
- llevo cuatro semanas aquí -. Dijo.
- casi un mes -.
- de hecho si -. Miro su laptop. - Me agradas Jungkook -. Dijo sonriendo sin correr la vista de la pantalla.
- tu igual a mi, Taehyung -,
- dime Tae -. Soltó.
- bien, Tae -.
- me agrada conocer gente que proviene de mi mismo país aquí, ya conozco a cuatro, y sí, incluyéndote -.
- ¿quiénes son? -. Pregunté.
- los Coreanos, ¿o toda la gente que conozco? -.
- toda la gente que conoces -.
- bien, ellos son... -. Se lo pensó un buen rato. - Park Jimin, Min Yoon - Gi, Jung Hose - ok, _______ Elsembach, y Jeon Jungkook, a espera, ese eres tú -. Dijo finalmente. ¿Conoce a ________?, vaya, tenía que conocer a todos aquellos y sobre todo, conocer más a ________.
- ¿crees que puedas presentármelos un día? -.
- claro que si -.
- ¿_________, es un nombre de mujer, verdad? -. Dije inocentemente, queriendo curiosear un poco, siendo astuto.
- claro, entiendo que no lo sepas, yo tampoco manejaba los nombres americanos antes de llegar aquí -. De algún modo quería acercarme a ella, pero la verdad mí timidez estaba por sobre mis límites, no quería molestarla, ¿y si me compañía le molestaba?, de todos modos solo soy un desconocido que la salvó una vez, no quiero ahogarla, tengo miedo de aburrirle, igual que a Tae y Namjoon, ¿qué haré de mi vida social?, ¿acaso no existe un manual de cómo conllevar esto? Porque si existe llevaré toda la librería.Las clases fueron transcurriendo lentas, hasta que llegó el momento del almuerzo y me dirigí a un lugar que parecía ser un restaurante de hamburguesas, se veía bastante tradicional, las mesas estaban llenísimas, cuando se vació una, me dirigí a ella con rapidez antes de cualquier persona viniera y me la arrebatara, aquel lugar era distinto, este país, tan diverso, pero en aquel lugar, al parecer el único asiático era yo, ver tantas caras detalladas, con ojos al parecer "normales" y no rasgados, conversando y disfrutando de la comida.
- ¿disculpa, amigo, ¿está ocupado? -. Preguntó un chico que tenía ojos rasgados.
- no, siéntate si lo deseas -. Dije bebiendo de la soda.
- gracias, ¿eres de Yale, verdad? -. Dijo refiriéndose a la universidad.
- si, claro, ¿y tú? -. Rió.
- yo solía ser alumno de allí, pero ya soy egresado, ¿no me ves las arrugas?, soy todo un anciano -.
- no exageres, ¿qué edad tienes? -. Dije luciendo lo más amigable posible.
- veintiséis, ¿y tú? -.
- veintiuno -.
- eres un pequeño bebé -. Dijo con voz aguda, simulando a un niño. - soy Kim Seok - Jin -. Dijo.
- Jeon Jungkook -. Le estreché la mano.
- Corea del sur, Anyang - Gwangcheon, de ahí provengo, ¿y tú? -.
- Seoul, Corea del sur, ¿hace cuanto vives aquí? - pregunté.
- desde hace ocho años, ¿y tú? -.
- vaya, eso es demasiado, hace dos semanas y media -. Dije seriamente.
- ¿pequeño perdido en el exterior? -. Dijo riendo.
- no pudiste haberlo dicho mejor -.
- tu que vas en Yale, de casualidad, ¿no conoces a Min Yoon - Gi? -. Preguntó, recordé un nombre que me había dicho Tae, pero no estaba seguro.
- no, ¿quién es? -.
- solía ser mi ex compañero de Arquitectura, ahora es mi mejor amigo, y sigue allá, es un maldito holgazán, debería estudiar para pasar todos los ramos, pero se la pasa en fiestas y luego reprueba todo, así es como tiene veintiséis y aún no se gradúa -. Dijo en tono gracioso.
- vaya -. Solté.
- si algún día, quieres ir a una buena fiesta masiva, solo busca a Min Yoon - Gi en la universidad y dile que vas de parte mía, le contaré de ti, y luego verás lo buena que es la vida aquí en América -. Dijo.
- claro -. Dije animoso, no me agradaban mucho las fiestas clandestinas masivas, pero si funcionaba para socializar y dejar de lado mis inseguridades, este sería el momento.Todo aquel día fue un desastre, el resto intenté hablar con chicas, luego un grupo de americanos y me ignoraron completamente, como si yo no estuviera allí, llegué a casa, y recibí una llamada.
- ¿si, padre? -. Pregunté.
- hola, Jungkook, ¿qué tal te encuentras allá en América? -. Preguntó frío.
- bastante bien, gracias por preguntar, padre -.
- bien, el fin de semana te enviaré más dinero para que te sustentes y pagues los gastos universitarios, por favor, cumple con tus obligaciones, no me hagas arrepentir de haberte enviado a otro continente -. Dijo frío cómo el nitrógeno líquido.
- gracias, padre -. Me colgó.Papá siempre era así de frío, imagino lo un empresario millonario pueda ser, por aquella razón me envío aquí a estudiar Ingeniería comercial, para seguir sus pasos, cuando estaba en Corea, casi nunca lo veía, siempre compartí cierta soledad, desde que mamá murió, aunque papá siempre fue así, mamá, que en paz descanse, solía sufrir mucho por las palabras filosas que decía papá, sólo por mi se quedó, la extraño tanto, y no deseo que haya muerto antes de conocerla bien, sólo tenía siete años cuándo ella se enmarcó en un sueño profundo, desde entonces, estuve muy sólo, tan sólo, cómo lo estoy ahora.
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La verdadera definición de Amor [Jungkook y tú] (TERMINADA)
FanficJeon Jungkook llamando como el amor de tu vida. *Aceptar*. - *Denegar* ¿Qué es lo que dice tu corazón?