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Tú*

- Jungkook... -. Lo detuve, no entiendo por qué se disculpaba, entiendo bien lo que le sucedía, no soy tan cruel para cómo no entender su situación, si hay algo que me representa, es mi gentileza, todos me lo han dicho. - yo entiendo -. Dije triste.
- ____________, lo siento -. Me abrazó.
- dije que te comprendía, Jungkook, eso es más que suficiente -. Lo abracé, ni que fuera una infidelidad o algo, Jungkook estaba exagerando demasiado la situación. - ¿podemos dormir ya? -. Pregunté cansada.
- si, cariño -.
Corrí las sábanas y me metí entre ellas, el hizo lo mismo después de mi.
Lancé un suspiro y me di vuelta. Sentí cómo Jungkook apagó las luces y se acomodó junto a mi, abrazaba mi cintura, era bastante extraño estar así, nunca había dormido con un hombre, y ahora dormía con mi esposo. Recordé que debíamos ir a Corea dentro del fin de semana, vaya, ¿qué me pondría?, conocería a mi suegro, dueño de una gran empresa, tal cómo lo había dicho Jungkook, no creo que se alegre de ver que su nuera es una andrajosa.
- Jungkook -. Dije entre medio de La oscuridad aguardando la respuesta de Jungkook, esperando que estuviera despierto. - Jungkook -. Volví a decir.
- ¿si? -. Preguntó medio adormilado.
- ¿qué me pondré para ir a ver a tu padre? -.
- bueno, si quieres mañana vamos, es nuestro día libre, podremos hacer lo que nos apetezca -.
- pero, no quiero que gastes dinero -. Me di vuelta para mirarlo.
- cariño, eso no importa, si es para mi esposa, eso realmente no importa, el dinero es lo de menos, si quieres ropa, la tendrás, si quieres el mundo, lo tendrás -. Dijo acercándome a el y dándome un tierno beso en la frente.
- Jungkook, no quisiera que gastes nada por mí -. Le dije mirando sus ojos que se encontraban cerrados.
- cariño, ahora eres mi esposa, ¿qué importa gastar o no? -. Preguntó con los ojos aún cerrados.
- bien, no discutiré contigo, debes estar demasiado cansado -. Dije y caí en el sueño de inmediato.

Desperté cansada, totalmente, miro a mi lado, Jungkook dormía como un osito, me quedé un rato a contemplar cómo dormía mi esposo, luego me deslicé por la cama y bajé, me coloqué mi bata y mis zapatillas de dormir, me dirigí al baño y tomé una ducha, sentí cómo el agua recorría mi espalda golpeando, cómo dando pequeños masajes, era bastante relajante, cerré los ojos y salí del agua, hacía un poco de frío, así que envolví mi cuerpo en una toalla, con la toalla, cepillé mis dientes y me maquillé un poco, tenía ojeras, así que decidí ocultarlas con un poco de maquillaje.
Me dirigí a la habitación para vestirme; Jungkook seguía durmiendo. Comencé a hurgar en la ropa que podría usar, tomé un suéter negro y unos pantalones de vestir ajustados. Tiré mi toalla.
Sentí un silbido detrás de mi, me asusté.
- J-Jungkook -. Dije nerviosa intentando tapar mis partes íntimas para evitar que las viera. - tapa tus ojos, por favor -. El lo hizo.
- tranquila, no vi mucho, ¿pero qué importa si ya estamos casados? -. Me vestí lo más rápido que pude.
- no lo sé, solo me da pudor -. Me coloqué los zapatos. - ya puedes mirar -. Había terminado.
- lamento haber visto -. Se quitó las manos de sus ojos. - sólo que desperté y tiraste tu toalla y... -.
- sé que fue mi culpa -. Interrumpí. - no te preocupes -. Le guiñé el ojo y bajé las escaleras hacia la cocina, comencé a hacer waffles y café, tal cómo mi padre lo hacía para mi, me hizo recordarlo con ternura, y pensar que ayer lo había visto, vino a visitarme el día de mi boda, su recuerdo me ponía triste, pero a la vez una sonrisa se dibujaba en mi rostro, por el amor que me demostró, por lo buen padre que fue conmigo.
Dejé los platos en la mesa y vertí mermelada de moras en los waffles, que se viera apetecible, totalmente, dejé las tazas de café una al frente de la otra, para que Jungkook tomara el asiento que quisiera.
Bajó.
- vaya, cariño, no esperé que hicieras todo esto por mi, yo te iba a llevar a comer afuera -. Se asombró, ya estaba vestido y con el cabello empapado, debo admitir que se veía bastante sexy. Me mordí el labio.
- nada de eso, cariño, ahora soy tu esposa, y por lo tanto debo hacerte el desayuno cada mañana -. Sonreí.
- no, no te haré trabajar de más, eres mi esposa, no mi cocinera personal -. Dijo con cierto enfado.
- bien, pero por favor, no me hagas sentir mal y siéntate a comer, ¿si? -.
- bien -. Suspiró  y sonrió.
- ¿saldremos hoy? -. Pregunté hechando cucharas de azúcar en mi café y revolviéndolo.
- si, ¿no recuerdas?, iremos a comprar ropa para ti -. Dijo.
- ah, cierto, lo había olvidado completamente -. Con el tenedor saqué un trozo de waffle y lo llevé a mi boca, sabía de la misma manera que los waffles de mi padre, mis favoritos.
- ¿te gustan mucho los waffles? -. Preguntó Jungkook al ver mi expresión de satisfacción al comer un trozo.
- si, demasiado, mi papá los hacía perfectos, y éstos se parecen bastante, de hecho, el sabor es igual, y ya sabes, me recuerda a él -. Sonreí mirando a los waffles.
- ya veo -. Dijo sumergiendo el tenedor en un trozo de waffle y llevándoselo a la boca. - esto es muy delicioso -. Aún no terminaba de comerlo todo.
- lo sé -. Sonreí. - te ensuciaste -. Reí al ver mermelada de crema en su labio inferior. - déjame limpiarte -. Tomé la servilleta y estiré mi mano para poder limpiarlo. - ya está -.
- gracias, cariño, ¿sabes?, desde que conocí a tu padre ese día, cuando fui a dejarte a tu casa por primera vez -. Me deprimí un poco, recordé cuando me salvó de aquellos maleantes violadores. - vi a tu padre y me recordó a Jim Hopper de Stranger Things -. Dijo. - y ahora, todo tiene sentido, el te hacía waffles y a ti te encantan, entonces tu eres Eleven, y pasó igual que en Stranger Things, ahora todo tiene sentido -. Añadió asombrado. Reí.
- tienes bastante imaginación, Kookie -. Reí más fuerte.
- todo conecta, amor -.
- esto es distinto, cariño, es la realidad, mi padre no fue extinguido por un arma rusa de electrones para abrir portales a otras dimensiones -. Dije. Hizo un puchero.
- lo lamento, es la emoción, soy fanático de aquella serie -.
- lo sé, Kookie -.

Recorrimos todo el centro comercial, Jungkook cargaba varias bolsas de ropa, y me incitaba a comprar más y más, yo sólo le decía que era un fin de semana, pero seguía insistiendo, compramos bastante ropa, muy elegante, especial para ir a conocer a mi suegro, debía lucir bastante bien, también me compró varios cosméticos y algunas joyas que podría lucir, creo que ya no tendré más aspecto de andrajosa, Jungkook me había comprado pares de zapatos hermosos, yo jamás creí que los tendría, seguía insistiendo en comprar más cosas, pero me decidí a detenerlo, no quería consumir su dinero, con sólo que gastara un poco, ya me sentía culpable, en cuanto terminara mi carrera, le ayudaría en todo.

La verdadera definición de Amor  [Jungkook y tú] (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora