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Los rayos del sol nuevamente opacaban las sombras de lo que había sido la noche, sentí un cansancio enorme, tan enorme, que no me apetecía de ninguna manera levantarme de la cama aquella mañana, sin embargo, debía hacerlo, tenía que hacerlo; miré mi teléfono y tenía un mensaje.

"Hola, hola _______, soy Alan, de la universidad"

Decidí no responder enseguida, así que hice mi rutina de aseo, como cada mañana, y comencé a hurgar en mi armario, ¿qué usaría hoy?, elegí unos jeans rosa ajustados y una camisa blanca, bajé las escaleras apresuradamente, y vi a papá haciendo el desayuno como cada mañana, la rutina ya era difícil de argumentar y de impresionar.

- ¡Buenos días, princesa! -. Decía papá poniendo hotcakes en la mesa.
- buenos días papá -. Dije algo soñolienta.
- ¿no hay ánimo hoy para la universidad? -.
- claro que hay, sólo que, tengo bastante de lo que se hace llamar sueño -.
- comprendo hija, llegaste muy cansada ayer, ¿te preparo un café? -.
- me sentaría de perlas -. Dije sonriéndole a duras penas.

Sentí que había alguien detrás de mí, y me decidí a voltear.
- oh, no, ¡casi! -. Se lamentó Liam.
- ¿qué planeabas pequeño escurridizo? -. Pregunté cariñosamente.
- pues, quería asustarte, pero no resultó del modo que quería -.
- para la próxima -. Dije poniendo un hotcake en mi plato.
- las cosas han ido bien, ¿recuerdas cuando te asustaba en tu cuarto? -. Claro que lo recuerdo, cuándo me hacía saltar del terror con sus gritos agudos y molestos, reí.
- Como no recordar, pequeño murciélago -. Le hice cosquillas en la pancita.
- Aquí tienes tu café, hija -. Dijo papá dándome la taza.
- muchas gracias, papá, eres el mejor -. Le sonreí.

Al terminar de comer, me dirigí al baño a cepillarme los dientes y despedirme de mi familia, ya que hoy tomaríamos rumbos distintos, Liam tomaba sus clases en la primaria hoy, por lo tanto, yo tendría que tomar el tren subterráneo.

- Adiós, hija -. Dijo papá antes de cerrar la puerta.
- Adiós, ________-. Dijo Liam.
- Adiós, chicos -. Dije.

Subí las escaleras para buscar mi bolso y mi teléfono, y luego me embarqué a salir de la casa, cerré la puerta con bastante seguridad y emprendí mi travesía a lo que sería el tren subterráneo.

Cuando llegué a la universidad, no imaginé encontrarme a Alan tan pronto, olvidé que no había respondido su mensaje, así que la culpabilidad no tardó en llegar, me acerqué a el, y lo saludé.

- ¿qué tal, Alan? -. Dije. Desprendió la vista de su teléfono y me miró.
- ah, ¡________!, que gusto -. Contestó alegremente. - estoy bien, ¿qué tal tú? -.
- si, bastante bien, todo perfectamente cómo debe estar -.
- me alegra mucho oír eso -. Dijo mirando al cielo. - ¿qué clase te toca ahora? -. Preguntó.
- teatro I -. Dije.
- ah, vaya, debe sonar interesante -.
- ¿y qué tal a ti? -. Pregunté por cortesía.
- tengo economía básica -. Contestó haciendo un puchero.
- podría cambiarte, ya que amo las matemáticas, pero también amo el teatro y debemos seguir nuestros horarios -.
- tienes razón, a mi me fascina el teatro, me hace sentir lleno -.
- que tiernos sentimientos, ¿entramos ya? Se nos hará tarde a ambos -.
- claro -.

Llegó el momento de separarnos, pero yo debía encontrar la sala 37 del ala sur, y vaya, me sonaba complicado, totalmente, la universidad era bastante grande, muchísimo, sin embargo, encontré el ala sur, sólo debía encontrar la sala 37, cuando lo hice, eran cinco minutos tarde, así que me apresuré en adentrarme a la clase.

- muy bien, jóvenes, hoy es la clase de teatro número uno, y por lo tanto, comenzaremos de lleno a la práctica y no a la teoría, ya que el teatro no se aprende de la teoría, si no de la simple práctica, ahora mismo, hagan duplas, os servirá para conocerse de manera fortuita en esta prestigiosa universidad -. Dijo la maestra. Todos tenían sus parejas ya, a excepción de mi, me sentí excluida, si tan solo Alan estuviera aquí, estoy segura que no dudaría en hacer dupla conmigo.
De pronto, entró un chico por la puerta, venía apresurado, se veía bastante agitado, la maestra le hizo señas para que se adentrara a la clase e hiciera pareja conmigo, el chico era asiático, tenía un estilo único que llamó mi atención.

- un gusto, la maestra dijo que hiciera dupla contigo, ¿está bien? -. No dominaba bien su español, pero me agradaba surgir nuevas amistades.
- claro, esta bien -.
- por cierto, mi nombre es Kim Taehyung, vengo de Corea -.
- un gusto Kim, soy _________, Elsembach -.
- nada de formalidades, puedes decirme Tae -.
- esta bien, Tae -. Reí y el también lo hizo.

- Fantástico, ahora, quiero que hagan una interpretación de alguna película, libro, adaptación, obra teatral, etc -. Decía la profesora con acento alemán.

- ¿bueno, qué hacemos? -. Pregunté.
- prácticamente tu eres la americana aquí, si yo pongo mi cultura aquí, nadie la entendería -. Dijo sonriendo.
- tienes razón -. Comencé a pensar, la profesora hace esto para que los demás adivinen qué estamos actuando, así que debería ser reconocido, pensé. - ¿haz visto "el Titanic"? -.
- si, si -.
- bueno, ya que es un clásico de la cinematografía, podríamos representarlo, así todos sabrían lo que es -. Tenía una expresión confusa.
- ¿a qué te refieres con "todos sabrían lo que es"? ¿Por qué todos tienen que saberlo? -.
- verás, esta técnica teatral, conserva ciertos ciclos, entre ellos, que una dupla represente esta adaptación frente a todo el grupo y los otros adivinen lo que representan, ¿comprendes? -.
- ah, comprendido, totalmente -. Dijo sonriendo. - bien, ahora, ¿cómo era? -.
- pues la escena clásica de la película es cuando están en la popa del barco y contemplan el mar, ¿la recuerdas? -.
- si, si -. Dijo pensativo.
- entonces hagámoslo -.
- tú debes decirme qué hago, y yo lo haré de por visto -.
- bien, abrázame por detrás -. Se sonrojó. - vamos, sólo es actuación -. Dije cariñosamente, lo hizo y yo levante los brazos.

- ¡Tiempo! -. Aclaró la profesora. - es hora de ver lo que han pensado -. Tomó una pausa -. Esta será la actividad; unos actuaran su escena y otros la adivinarán, ¿correcto? -.
- vaya, eres toda una sabia -. Me susurró Tae al oído.
- te dije que éstos ciclos jamás cambian -. Le respondí.

Al terminar la clase, Tae se acercó a mí.

- gracias por acompañarme esta clase, y ser tan gentil conmigo -. Se inclinó como una reverencia.
- gracias a ti, por ser una buena persona conmigo -. Dije, me sonrió.
- ojalá nos veamos de nuevo, _________, siento que nos llevaremos bastante bien -.
- pienso lo mismo -. Le sonreí.

La verdadera definición de Amor  [Jungkook y tú] (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora