La verdadera definición de Amor [Jungkook y tú] (TERMINADA)

8

Tú*

Decidí no ir a la universidad ayer, ya que al llegar, no pude evitar el llanto y al momento de entrar en mi habitación me desplomé en mi cama y comenzó el mar de sollozos, pensaba abruptamente en lo que había ocurrido; en la sucia mirada de aquellos hombres, la tenía pegada en todas partes del cuerpo, sin el chico Jungkook, yo no hubiera salido completa de ahí, debía agradecerle con la cabeza fría y no en estado de shock como me encontraba aquel día.

Hoy era un día distinto, tenía que ir a la universidad y recuperar las clases que había saltado el día de ayer, todavía no superaba el trauma, pero tampoco podía poner en riesgo mi carrera, ya que de ahí dependería el futuro de mi familia, ya que no somos millonarios y tampoco tenemos la vida resuelta, por esa razón yo estoy dispuesta a dar lo mejor de mí. Recupero la conciencia de a poco y me dirijo al baño, sumerjo el pie en la ducha y alargo el agua, socorría todo mi cuerpo,  el roce del agua me recordaron las manos de aquellos hombres, y luego las simples gotas que caían sobre mi piel se transformaban en cuchillas filosas pasmadas en mi cuerpo, de pronto, comencé a llorar, los recuerdos eran abrumadores, el temor, ya no recuerdo la noche cómo algo maravilloso, si no, cómo la oscuridad eterna, asimilarla con todo lo que la oscuridad negativa puede traer consigo.

Selecciono mi ropa del armario, poco a poco, saco distintas prendas para dejarlas en la cama y decidir que usaría aquel día.
Me decidí por unas pantaletas negras ajustadas y elasticadas, una camiseta blanca apegada al cuerpo pero no lo suficiente. Bajo las escaleras con agonía.

- buenos días, hija -. Dijo papá desde la cocina.
- buenos días, papá -. Contesté desganada.
- ¿por qué esa cara tan triste? -. Preguntó acercándose con hotcakes en un plato. 
- no, es sólo cansancio, padre, tengo trabajos que hacer -. Dije.
- ¿por esa razón te quedaste ayer? -. Agregó sentándose.
- si -. Mentí.
- entiendo, Derecho penal es una carrera bastante compleja, y te entiendo -.
- pero aún así no debo perder clases, papá -.
- no te preocupes, hija, solo fue un día, tu eres mucho más astuta e inteligente para que aquello te abrume -. Dijo papá sonriendo.
- gracias, papá, gracias por decirlo, me alegró -. Sonreí.
- hija, para eso estoy, a ningún padre con raciocinio le gusta ver triste a su pequeña princesa -.
- eres el mejor, papá -.
- tu eres el mejor regalo que Dios me pudo dar -. Sonreí.

Entré a la universidad y me decidí ir por un Starbucks, a pesar de los hotcakes que me había hecho papá, tenía ganas de tomar un frapuccino para comenzar la mañana.
- ¡__________! -. Oí que me decían. Volteé.
- oh, ¿que tal, Tae? -. Dije al ver que se acercaba.
- bien y ¿tú?, ¿por qué no viniste ayer? -. Preguntó preocupado.
- me sentía un poco enferma -. Mentí.
- ¿qué tenías? -. Se sentó junto a mí.
- bastante fiebre y dolor de cabeza -. Se me ocurrió.
- pobrecita, ¿hoy estás bien, verdad? -.
- si, claro -. Dije sonriéndole.
- bueno, iré por un latte, ¿me esperas? -.
- claro -. Mientras pasaba las páginas de mis apuntes para estudiar la materia y perfeccionar el aprendizaje. Estuve así por cierto tiempo.
- bueno, he regresado -. Dijo Tae sentándose. Le sonreí. - ayer conocí a un nuevo amigo, y lo mejor es que también es de Corea del sur -. Agregó un poco emocionado.
- vaya, enserio, ¿cuéntame?, dijiste que me contarías cada cosa nueva que hicieras en este país -. Contesté presentándole más atención, habíamos hablado la semana pasada que debido a que él era nuevo en este país, yo le ayudaría con todo, así que si necesitaba una amiga, aquí estaba; sé que también me sentí así, a pesar de haber vivido en el mismo país siempre, la universidad provocaba aquel sentimiento, la soledad era mi mayor miedo, y entre más amigos conocía, mejor era para mí, me cuesta tomar la iniciativa para socializar con las personas, a lo largo de mi vida me he dado cuenta que me llevo mejor con los chicos que con las chicas, así que me alegra haber hecho amigos ahora en la universidad.
- bueno, el me habló, también estaba en las mismas de todos, hablo de ti y de mí -. Se detuvo. - pues se comportó simpático conmigo y decidí a ser su amigo -. Dijo Tae emocionado.
- vaya, eres tan buena persona, Tae -. Respondí.
- pues también me dijo que conocía a sólo tres personas en este país incluyéndome y también le nombré a la gente que yo conocía, te nombré a ti, por supuesto, por ahora, eres la única persona a la que puedo llamar "amiga", aquí -. Soltó.
- vaya, también eres casi mi único amigo, y sabes, cómo mi amigo, te presentaré a Alan que también es mi amigo, de seguro te caerá muy bien -. Dije sonriendo.
- claro, cualquier amigo de ________, es amigo mío -.
- y cualquier amigo de Tae, es amigo mío -.
- claro, _______, ya quiero que conozcas a mis amigos, de seguro te adorarán -.
- ¿enserio lo crees? -.
- por supuesto, ________, incluso, creo que hasta más de uno se enamorará de ti -. Me sonrojé.
- ¿por qué lo dices, Tae? -.
- no lo sé, ________, con menuda chica que eres, tan bella, tan perfecta en todo sentido, tan virtuosa, y hay algo que destacas sobre todas aquellas cosas -. Dijo.
- ¿qué cosa? -. Pregunté aún con las mejillas ardiendo.
-  tu inteligencia -. Contestó sonrojándose un poco, a lo cual yo me sonrojé mucho más.
- que tierno eres, Tae, gracias enserio, pero lo que has dicho, no es totalmente certero -.
- con la propiedad que hablas lo dice todo, ¿no te lo han dicho acaso? -. Preguntó.
- lo de la propiedad, si, pero lo demás no -.
- pero, créeme que no miento, y que lo digo lo más honesto que puedo ser -.
- gracias, Tae, me haces sentir bien, y tener confianza conmigo misma -. Dije mirándolo a los ojos.
- eso siempre debe estar presente en ti, así serías mas indestructible de lo que eres ahora -.
- que bien que lo pienses así -. Otra vez se me pasó pos la cabeza aquello del atraco, aquellos hombres, siento que es un trauma, comencé a sentirme mal el resto del día.
Quería llegar a casa lo más pronto posible, o tendría que romper a llorar aquí mismo, me seguía revoloteando aquel pensamiento. Iba caminando cabizbaja para evitar que la gente viera mis ojos cristalizarse, hasta que choqué con alguien y caí.
- oh, lo siento mucho, ________ -. Sentí que dijo una voz familiar. Miré hacia arriba.
- ¿Jungkook? -.