ONE SHOTS ||•°Joe Mazzello°•||

🍰Sweat as pie🍰

Comer un buen pie era como volver a casa. Es cálido, reconfortante y tenía todas tus cosas favoritas. Mientras estabas en tu cocina preparando todos los artículos, en el fondo sonaba el álbum de Otis Redding 'Dock of the Bay'.

El clima sombrío y el ajetreado horario lo convirtieron en el momento perfecto para intentar alegrar tu día con un poco de pie y eso sería una agradable sorpresa para Joe cuando volviera a casa.Comenzaste tu trabajo pelando los melocotones mientras te balanceabas lentamente al ritmo de la música.

Los duraznos demasiado maduros le darían a tu pie la cantidad perfecta de dulzura que simplemente se derretiría en tu boca. Casi habías terminado de pelar los duraznos cuando sentiste que un par de brazos se envolvían a tu alrededor mientras y luego colocaban suavemente un beso en tu cuello. Inclinándote hacia atrás en el abrazo, una sonrisa cruzó su cara.

-Esa es una manera de decir hola- sentiste que sus dedos te apretaban suavemente la cintura mientras colocaba su cabeza en tu hombro.

-Qué estás haciendo?- lamiendo tus labios, intentaste contener una sonrisa.

-Bueno, estoy tratando de hacer un pie tan dulce como mi novio- pudiste sentir la vibración que venía de su pecho mientras dejaba escapar una risa suave.

-Imposible. Soy demasiado dulce para ser recreado. Pero, creo que podrías estar muy cerca de ese punto- apartándote suavemente de él, limpiaste tus manos y colocaste los brazos alrededor de su cuello mientras te dabas la vuelta.

Podías sentir el calor que emanaba de su mirada y sentir el calor del resto de tu cuerpo. Él se inclinó suavemente y tocó tu nariz con la suya antes de inclinarse para darte un beso. El agarre de Joe en tu cintura se tensó mientras presionaba tu cuerpo más cerca del suyo. Podías sentir la débil forma de una sonrisa formándose en su rostro mientras se alejaba.

-Necesitas ayuda?- Joe asintió con la cabeza en dirección al mostrador. Asentiste con la cabeza- bien chef, qué necesitas?

Dejando escapar una pequeña risa, le dijiste que terminara de pelar y cortar los duraznos y colocarlos en el tazón. Una vez que terminó con eso, le agregaste un poco de canela, azúcar y jugo de limón. Cuidadosamente, ayudaste a guiar sus manos para mezclar los ingredientes.

-Sabes, si me querías tocar, simplemente pudiste haber preguntado- dijo juguetonamente ganandose un codazo de tu parte y pusiste los ojos en blanco, empezaste a hacer la masa del pastel.

-No te atrevas a distraerme Joey, arruinará toda la corteza- le miraste.

Agregaste un poco de harina y mantequilla fría en un tazón. Añadiendo un toque de sal y un poco de agua comenzaste a mezclarlo rápidamente. Rápidamente levantaste la vista y viste a Joe bailando y cantando la canción que sonaba, hiciste una pausa por un momento antes de reírte. Recolectando la masa en tu mano, la formaste en una pequeña bola.

-Canalizando tu Jon Cryer interior?- su única respuesta fue bailar con más entusiasmo cuando surgió una nueva canción.

Lentamente bailando hacia ti comenzó a cantar, echaste la cabeza hacia atrás riendo al verlo exageradamente inclinado hacia atrás en el mostrador.

-Bien, bien, chico amante, ven y ayúdame a extender esta masa- dándote una mirada sensual, se acercó a ti y te quitó el rodillo.

-Vamos a desplegar a este chico malo- comicamente comenzó a estirar la masa hasta que se dió cuenta de que toda la masa comenzó a desprenderse y adherirse al rodillo. La expresión de sorpresa en su cara te hizo morder el interior de la mejilla para no reírte- oh, Dios mío, lo estropeé. Cariño, lo siento mucho...- con cuidado, tomando el rodillo de las manos y retirando la masa, la colocaste nuevamente sobre el papel encerado.

-No dañaste nada. La corteza del pie es la cosa más indulgente del mundo. Ven aquí- lo pusiste delante de ti y le cogiste la mano por detrás- todo lo que necesitas hacer es usar la parte inferior de la palma de la mano y elaborar la masa antes de extenderla de nuevo- podías sentir a Joe viendo cómo tus manos trabajan la masa juntos. Murmurando bajo tu respiración, susurraste- parece que tus manos son buenas para más de una cosa

-Oh por favor, dime (t/n), para qué más sirven mis manos?- golpeaste suavemente su brazo para evitar mirarlo.

-Sabes muy bien para qué más sirven tus manos- te sonrió con descaro mientras colocabas la corteza en un plato de cerámica.

-Oh, lo sé, solo me gusta escucharte decirlo.

-Solo dame los melocotones.

Tomando el cuenco de sus manos, comenzaste a trabajar agregando un poco de tapioca antes de colocar los melocotones en la corteza. Trabajaste un poco más la corteza que quedaría encima del pastel cuando Joe comenzó a limpiar un poco la cocina. Haciéndolo rápido, extendiste la masa.

-Joey?- levantó la cabeza mirándote y le hiciste una seña para que se acercara- puedes poner la corteza encima por mo?- él te miró fijamente. Levantaste las cejas y lo miraste.

-Lo voy a arruinar- le entregaste el papel encerado con la corteza del pastel, le diste una mirada más suave.

-No vas a arruinarlo. Confío en ti- miró la corteza en sus manos y el resto del pastel en el tazón de cerámica- solo hazlo rápido y con confianza.

Dándote una última mirada, él rápidamente colocó la corteza encima del pastel. Aterrizó perfectamente en la parte superior, lo que hizo que Joe dejara salir un triunfante:

-SI!- Besaste su hombro y le sonreíste.

Te miró de nuevo con tanto afecto que pensaste que te derretirías allí mismo. Poniendo los toques finales al pastel, cuidadosamente lo colocaste dentro del horno precalentado y configuraste el temporizador en tu teléfono. Joe rápidamente te atrajo hacia él, meciéndote suavemente con la música.

-Exactamente cuánto tiempo tenemos hasta que el pie esté listo- lo miraste con ojos conocedores.

- 40-45 minutos- hiciste un puchero en tus labios y te dió una sonrisa mientras asentía.

-Creo que es suficiente tiempo, no es así?- su mano recorrió arriba y abajo de tu espalda mientras ambos se balanceaban suavemente.

-Tiempo suficiente para qué exactamente?- levantaste una ceja y él te lanzó una mirada burlona.

-Para asegurarme de que, de hecho, mis manos son buenas en otras cosas además de extender la masa de tarta- tu cara se rompió en una sonrisa mientras él movía sus cejas arriba y abajo- qué dices (t/n)? Te interesa probar tu observacion?- poniendo tu mano detrás de su cabeza, lo acercaste para darle un beso. Podías sentirlo sonriendo a través del beso mientras te apartabas con los dientes rozando lentamente su labio inferior.

-Será mejor que no seas la razón por la que quema el pastel Mazzelloh- te dió un rápido beso en la nariz mientras te empujaba hacia la dirección de tu habitación

-Con la magia de estas manos? Nunca.