ONE SHOTS ||•°Joe Mazzello°•||

😯Are you okay? (JD)

19 de agosto de 1973.

El día más importante del año para ti. Te despertaste una hora antes del amanecer, la hora habitual en la que Deacy normalmente estaba dispuesto a consentirte con el desayuno en la cama como lo hace normalmente. Pero hoy los roles se revertirán, porque hoy es su cumpleaños. Y te ibas a asegurar de que este fuera el mejor cumpleaños que hubiera tenido.

Tan cuidadosamente como pudiste, saliste de su cama compartida. Lo viste agitarse mientras dormía, así que rápidamente pusiste tu almohada debajo de su brazo para que no se despertara e inmediatamente se acurrucó en la almohada gimiendo con cansancio. Dios, se veía tan adorable. Pasaste algunos mechones de su cabello detrás de la oreja para que quedara fuera de su rostro y simplemente lo admiraste durante aproximadamente un minuto antes de salir de puntillas de la habitación y entrar a la cocina.

Estabas en la cocina preparándole una tortilla especial de cumpleaños y, por supuesto, su tostada con queso favorita. Mientras preparabas el desayuno sonó el teléfono y rápidamente contestaste en un susurro.

-Hola?

-Buenos días Sra. Deacon- pusiste los ojos en blanco y sonreíste.

-Buenos días Fred. Me sorprende que te hayas levantado tan temprano.

-Para nuestro Deacy, estoy dispuesto a levantarme tan pronto como sea necesario. Entonces, alguna historia jugosa de la mañana por compartir?

-Por qué siempre con la mente tan cochina? Te juro que eres igual de asqueroso como Rog.

-Ohh, no finjas que ustedes dos no tienen acción a primera hora de la mañana- gruñiste cuando Freddie se rió descaradamente al otro extremo.

-En primer lugar, todavía está durmiendo, probablemente está agotado por la gira de la que regresaron ayer. Y segundo, no soy la Sra. Deacon.

-Por ahora.

-Entonces, reservaste la habitación para la fiesta?

-Sí querida. Roger y yo elegimos todas las decoraciones, Brian envió las invitaciones y Mary aceptó ayudarte a preparar la comida.

-Excelente- mencionas seguido de un estornudo.

-Salud querida.

-Gracias- luego soltaste otro estornudo y luego otro antes de que él dijera:

-Querida, pareces una tormenta. Estás bien?

-Estoy bien solo... estaba echando un poco de pimienta en la tortilla de Deacy y, supongo que algo se metió en mi nariz- mentira

-Bueno, deja de ponerle demasiada pimienta. Ya sabes como se pone Deacy si siquiera llegas a toser.

Tenia razón, si bien amabas a ese chico hasta la muerte, a veces se convertía en una mamá gallina a tu alrededor. Si llegabas a tener un poco de fiebre, te encerraba en tu habitación y no te dejaba salir por una semana.

-Está bien, los veré más tarde para almorzar. A las 12 en punto, en el mismo restaurante donde conocieron a Reid.

-Nos vemos entonces, cariño.

-Adiós Fred.

Colgaste el teléfono y volviste para terminar el desayuno de tu chico favorito. Una vez que todo estuvo preparado, serviste un vaso de su jugo preferido junto con un pequeño cupcake de cumpleaños. Pusiste la mesa y luego volviste a la habitación.

Lentamente abriste la puerta de nuevo y viste a Deacy todavía profundamente dormido en la cama, esta vez estaba acostado boca abajo. Caminaste silenciosamente hacia él y una vez más apartaste el mechón de cabello de su rostro y susurraste: