ONE SHOTS ||•°Joe Mazzello°•||

Flustered Pt.2 (🔥🔥🔥)

Bueno, a petición les traigo la segunda parte que tanto querían del Os de Joe. Sólo diré que es muy explícito y si no les gusta este tipo de contenido lo pueden saltar. Espero que lo disfruten :3 continúen.
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Los labios de Joe atacaron los tuyos ferozmente una vez se cerró la puerta detrás de ustedes. Tus manos volaron a la parte posterior de su cabeza para atraerlo más hacia ti y tarareaste feliz al sentir su lengua batallar con la tuya. Te separaste un segundo para tomar su cabeza entre tus manos y lo miraste profundamente.

-Te amo tanto, Joey- una sonrisa cruzó tus labios y notaste como los ojos de Joe se volvían más oscuros por la lujuria, no dudabas que los tuyos se vieran igual.

-Dios, te amo más, (T/n)- tu corazón saltó un latido y sentiste un calor acumulándose en la parte inferior de tu estómago. No creíste que tres simples palabras pudieran causar tal efecto, pero oírlas salir de la boca de Joe hacia que tu corazón se sintiera completamente lleno.

Joe se acercó nuevamente a ti para comenzar a besar tu mandíbula mientras bajaba desordenadamente por tu cuello dejando algunas marcas. Te tomó por los muslos, enredando tus piernas al rededor de su cintura y llevando sus manos a tu trasero y apretándolo ligeramente mientras los conducía a su habitación, dejando caer tu cuerpo en la cama y colocándose encima de ti para continuar el beso, pero rápidamente los giraste para quedar sentada en el regazo de Joe, sin dejar sus labios en ningún momento. Tu novio se alejó, alzando una ceja y dándote una mirada curiosa mientras una sonrisa pícara aparecía en su rostro.

-Tengo planes primero- mordiste tu labio inferior mientras te enderezabas y lo tomabas por el cuello de su camisa, atrayéndolo contigo.

-Eso está bien para mi- suspiró, riéndose un poco cuando comenzó a regar besos a lo largo de tu piel, empujando tu camisa ligeramente fuera de tu hombro para que pudiera besar tu clavícula.

-Joe...- exhalaste suavemente, saboreando la sensación de estar cerca de él.

El calor comenzó a aumentar en donde más lo necesitabas y de repente sentiste la desesperada urgencia de un poco de fricción. Lentamente, comenzaste a balancear tus caderas contra su muslo, haciendo que él detuviera sus besos para mirarte con una sonrisa.

-Parece que alguien no puede esperar más, hmm?- Joe comenzó a mover su pierna junto con la tuya, alentándote a moverte sobre él.

Pensó que era ridículamente sexy, la forma en que lo usabas para darte placer, y de repente sintió como si pudiera correrse con solo verte. Ya estaba totalmente duro y solo por tu acción de balancearte contra él. Ante sus burlas, lo fulminaste con la mirada.

-Cariño, creo que te olvidas de lo necesitado que estabas hace unos minutos allá afuera- una carcajada resonó de tu garganta al recordar a un desesperado Joe bajándose del auto para luego salir corriendo hacia la entrada de la casa, tropezándose torpemente y cayendo al suelo en el camino.

-Estás arruinando un momento romántico, otra vez- Joe rodó los ojos al escuchar tu risa resonar nuevamente en la habitación.

Con una sonrisa aún en tu rostro, lo atrajiste en un beso contundente, arrastrando las caderas contra su muslo bruscamente, gimiendo directamente en su boca cuando tu clítoris enganchó perfectamente. Joe rompió el beso después de un momento, dejándote jadeante y sin aliento.

-Se siente bien, bebé?- preguntó, con la voz baja y ronca de repente, y abriste los ojos para verlo mirándote directamente. Asentiste, dejando escapar otro gemido mientras apretabas contra su muslo, golpeando tu clítoris perfectamente con cada movimiento de tus caderas- quiero oírte, princesa- gruñó, y su voz baja y sexy solo fue suficiente para dejar que otro gemido escapara de tus labios.