Capítulo 22

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Al Día Siguiente

Un nuevo día había comenzado y en la habitación de una mansión en medio del bosque de Magnolia se lograba apreciar al matrimonio Dragneel Belserion profundamente dormidos tras haber tenido esa larga e intensa seción de amor la cual había culminado hace apenas unas horas atrás.

Debido a que las cortinas estaban abiertas, los rayos del sol se filtraron en la habitación para caer justamente en la cara del pelirosa quien comenzaba a despertar.

Natsu: maldito sol.

En esos momentos, Natsu se gira para poder ver un reloj que se encontraba en una mesa de noche al lado de su cama y poder ver que eran casi las 10 am.

Natsu: (sorprendido) ¿las 10?, ¿eso significa que solo dormí cinco horas?.

El pelirosa se volvió a recostar en la cama con su mirada hacia arriba para dar un suspiro y lograr percibir el peso extra sobre su pecho y el delicioso olor a fresas de su mujer.

Al hacer su mirada hacia abajo, pudo notar a su esposa durmiendo felizmente abrazada a el y usando su pecho como almohada con la peculiaridad de que ella al igual que el se encontraban completamente desnudos.

Natsu: me duele hacer esto pero debo hacerlo.

Natsu comenzó a mover con delicadeza a Irene con la labor de despertar a su mujer, misión que no era para nada difícil de cumplir.

Natsu: Irene-chan es hora de despertar, ya es muy tarde y de seguro las dragoncitas tienen hambre.

La dragona comenzó a abrir sus ojos y con la ayuda de uno de sus brazos levantarse un poco mientras que con la mano de su otro brazo tallarse uno de sus ojos para que al abrirlos por completo lo primero en ver fuera su marido quien la veía con una sonrisa.

Irene: buenos días dragoncito-kun.

La pelirroja se acercó más a Natsu para darse un beso de buenos días.

Natsu: buenos días Irene-chan, lamento el haberte despertado, sabes que es algo que me duele hasta el alma el despertarte cuendo de vez tan hermosa durmiendo.

Irene: descuida dragoncito-kun, aunque es verdad que aún tengo un poco de sueño.

Natsu: bueno eso es lógico ya que dormimos apenas cinco horas, debido a... (sonrojándose) bueno tu sabes.

Irene: (sonrojada) e es verdad y ya que tocas ese tema... m me duele mi trasero y no siento nada de la cintura para abajo... tal parece que lo volviste a hacer.

Natsu: sabes que es algo que no puedo evitar, cuando lo hacemos mis instintos toman el control de mi.

Irene: está bien, a además lo mismo pasa conmigo... pero bueno necesito ayuda.

Natsu: ok.

El pelirosa se puso de pie para ir al otro lado de la cama y tomar a Irene en brazos al estilo nupcial.

Natsu: de acuerdo, ¿y ahora hacia donde?.

Irene: vamos al baño, debemos ducharnos.

Natsu: al baño entonces.

La pareja entro al baño de su habitación, donde tomaron un baño juntos para después pasar a la bañera en donde a petición de Irene, el pelirosa elevó su temperatura corporal y así convirtiéndo la bañera en un jacuzzi el cual ayudo a la pelirroja a recuperar un poco más de sensación y movilidad en sus piernas.

Una vez ambos dragones habían salido del baño, procedieron a cambiarse para después bajar las escaleras, llegando a la planta baja con un Natsu cargando de forma nupcial a una muy feliz Irene.

Mi Reina DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora