Amores Perdidos [+18]

Capítulo 18

"Tendremos el destino que nos hayamos merecido"

Albert Einstein

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Tanto la señora Allison como yo nos quedamos atónitas al escuchar como Pierre desea romper el lazo que nos une; en mi mente se guardan sus palabras y expresiones que parecen aún rondar en mi memoria como si se tratara de un disco rayado, busco la forma de comprender la razón por la que le desagrada pensar que ambos estamos unidos por el destino, ¿es por qué considera que no soy la indicada? ¿Por qué no estoy a su altura? ¿Por qué no tengo el mismo rango económico? ¿Por ser una inexperta en el sexo? Muchas preguntas se manifiestan en mi mente haciendo que me decepcione no solo de él, sino que también del destino que me ha tocado, si antes pensaba que era un error haber caído en su trampa para darle el paso de tenerme bajo su cuerpo ahora no sé diga el por qué tengo que estar involucrada en su presente y futuro.

Juego con mis dedos a modo de evitar decir alguna palabra, pero en verdad, ningún pensamiento surge ahorita en mi mente para culpar el destino o culparme de haber existido y tener que tolerar estar con un hombre que prefiere ignorar y eliminar la unión que tenemos antes que estar a mi lado. Tomo aire y veo como hay una tensión en el ambiente, como el silencio abraza la pequeña habitación y pronto aquella joven de cabello violeta entra para dejarnos unos vasos con agua, ni siquiera espero que lo deje en la mesa para agarrarlo y pronto darle un enorme trago a la bebida helada, mi mano tiembla y soy consciente que estoy haciendo un espectáculo en donde todos me están mirando como si tuviera algún problema.

— ¿Estás bien querida?—habla la señora.

—Sí... Algo así—me quedo sin aire después de tomarme más de la mitad del agua.

—Bien—ella me regala una corta sonrisa—. Con respecto a lo que dijo... Sabe que todo acción tiene sus consecuencias, ¿no?—Pierre asintió.

—Haré cualquier cosa pero quiero tener el camino libre—pronunció sin dudarlo.

— ¿Por qué está segura que nuestra unión ha permanecido por milenios?—me enfoque en encontrar mis propias respuestas.

—Porque lo vi en las palmas de sus manos, parece que ustedes renacen cada cierto tiempo y el destino busca la forma de volverlos a unir sin importar en donde ustedes estén o con quién puedan estar—explicó.

—Pero que hubiera pasado si... ¿jamás nos hubiéramos conocido?—seguí preguntando sin detenerme.

—Como dije, no importa dónde o con quién estuvieran antes, el destino siempre buscará la forma de reunirlos. —Repitió.

—Pero, ¿podemos cortar ese lazo?—rodé los ojos por la insistencia de Pierre.

—Se puede y será más fácil si usted no ha llegado a tener relaciones sexuales con ella—Pierre no pudo detenerse al maldecir.

—Él... Me quito la virginidad—susurré con un poco de vergüenza al revelar una parte íntima de mí.

—Entonces... Eso es un gran problema para lo que usted desea—Pierre se asustó ante el comentario de ella.

— ¡Maldición! ¿Qué hice para merecer esto?—se agarró el cabello y cerró sus ojos.

—Deja de ser dramático—resalté molesta.

—Lo soy porque estoy apegado a alguien que no quiero en mi vida—casi me lo escupe en la cara.

— ¡Como si yo fuera la culpable!—le grité.

—En verdad una parte sí, porque tú deseabas que yo te quitara tu virginidad ahora si estoy arrepentido de lo que hice—hice mis manos unos puños.