"Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única"
Jorge Luis Borges
***
Pierre sigue sin reaccionar y yo sigo congelándome afuera, verlo sorprendido es una de las mejores formas que puedo interpretar que él no se esperaba mi llegada y ahora tenerme en frente suyo, es como haber pedido un deseo para que apareciera. Agita su cabeza y se hace a un lado para hacerme entrar, se da cuenta que también conmigo viene una pequeña maleta y aunque no pesara mucho, él me ayudo a llevarla hasta la sala.
Éste pequeño lugar me trae muchísimos recuerdos los cuales me hace sacar una sonrisa del rostro, aquí se puede decir que empezó mayormente todo, en donde una sola noche llena de pasión y tentación provoco que nuestro destino se terminara uniendo con un lazo más fuerte que un beso o una acaricia.
Al estar en la sala recuerdo la sensación de los nervios cuando ya estaba dando un paso más para tener a Pierre por una noche, no dejaba de pensar sobre lo que sucedería, cómo sería mi primera vez y de lo impaciente que estaba porque todo saliera perfecto. Al ver la ventana aún puedo tener en mente aquella imagen cuando Pierre se me acerco, empezó a acariciarme en el abdomen y dejar besos en mi cuello, aquel momento fue excitante y ansioso para mí, tanto que dejé de pensar y hacerme tantas preguntas que al final fueron respondidas con el tiempo.
— ¿Por qué estás aquí? ¿No deberías estar con tu familia?—le pregunto al sentir sus pasos detrás de mí.
—Eso mismo quería preguntarte—elevo una ceja.— ¿¿No te alegra tenerme aquí? Porque si quieres puedo marcharme... —Agito sus manos e interrumpió mi paso.
— ¡No! Solo que... No esperaba que estuviera aquí para navidad teniendo en cuenta que necesitabas tiempo en pensar sobre todo lo sucedido—se rasco el cuello.
Ahora todo parece ser lo contrario, hace casi un año, yo era la que estaba nerviosa y sin saber qué hacer para estar a su lado y ahora, es él quien ha tomado esa postura después de haberse mantenido tan seguro de sí mismo y no puedo creer que está vez sea yo quien pueda dominar algunas decisiones que puedan manejar sus emociones.
— ¿Por qué no has decorado tu casa con adornos navideños?—él hace una mueca.
—Es demasiado tarde y qué sentido tiene de celebrar la navidad si no tengo a la persona que quiero a mi lado—se sincera.
—Nunca es demasiado tarde, Pierre. —Le digo antes de atravesar la sala para ir a la cocina.
La noche es fría y puedo ver la nieve caer a través de una pequeña ventana que hay frente del fregadero; abro la nevera y puedo ver que se encuentra sola y con apenas una caja de leche, unas fresas, jamón y queso.
— ¿Cuándo tiempo llevas aquí?—le pregunto cuando entra a la cocina.
—Tres días, el penthouse es grande para una sola persona—comenta.
— ¿Lo dice quien así lo quiso?—Me burlo de él.
Suspiro al darme cuenta que no tenemos nada de comer y hacer las compras a esta hora no es conveniente cuando todos los locales han empezado a cerrar y eso sin decir de los supermercados.
— ¿A dónde tienes el árbol de navidad?—él se extraña con mi nueva pregunta.
—Alaska... —Se acaricia la frente.
—No podemos celebrar navidad sin un árbol. Tenemos dos horas para ponerlo y decorarlo... Vamos dime dónde está—lo empujo fuera de la cocina para que pueda buscarlo.
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Amores Perdidos [+18]
Teen FictionPierre y Alaska no saben que están ligados para estar juntos. Ellos solo saben que cada día se encuentran en un mismo o diferente lugar sin obtener una explicación, Alaska lo ve como una simple coincidencia, para mientras que Pierre algo inusual, as...