Capítulo 24

1.7K 140 6
                                    

"Por severo que sea un padre juzgando a su hijo, nunca es tan severo como un hijo juzgando a su padre"

Enrique Jardiel Poncela

***

3 semanas después

El tiempo paso más rápido de lo esperado, realmente los últimos días no me imagine que las cosas podían mejorar, tanto que, por fin puedo decir que tengo una vida más armoniosa y con menos problemas; en realidad desde aquella noche, Pierre cumplió con su promesa, aunque por un lado, la señora Allison no le agrado nada saber que rompimos el plan pero lo que más agrando su disgusto fue enterarse que entre Pierre y yo, nos estábamos llevando como entre perros y gatos, así que tuvimos que serles sinceros con ella, lo que en su final obtuvimos no solo una oportunidad más para remediar el plan sino que también consejos que nos ayudaran en los próximos meses.

En fin, las cosas cambiaron para un bien, además de ello, Pierre y yo hemos mejorado nuestra comunicación y respeto, tanto que hay reglas que él mismo me impuso que han llegado a romperse por su propia decisión, después de todo, él ha empezado a ser más sincero, que en ocasiones parece que, inconscientemente ha llegado a soltar anécdotas de su vida que en a veces parece avergonzarse cuando alguna de ellas terminan en problemas con respecto a su adolescencia o sino, con alguna equivocación que termino por ser otro recuerdo más en su memoria.

Ver esa parte natural y sencilla de Pierre ha conllevado que el interés que le tengo siga aumentando, a pesar que él trata de verse como un hombre fuerte y sabelotodo, al final, por dentro es una persona frágil y de sentimientos buenos; sin duda alguna, sigue siendo esa persona que siempre espere.

Termino de cerrar la clínica y puedo ver como un auto ya me está esperando, así que emocionada por saber que pronto estaré en casa, termino por ponerle llave a la puerta y así ver como él sale de su vehículo para encontrarme en la acera de la calle, puedo ver un cansancio reflejado en sus ojos, como también un poco de granito en su cabello, no dudo en acercarme hasta él y limpiar sus rizos para quitar el polvo de la construcción; pero mientras que sigo tocando y enredando mis dedos en cada mechón de su cabello castaño, siento como él me toma de la cintura con un brazo y empuja hacia él para chocar con su cuerpo.

— ¡Oye!—ríe al sentir como le doy una mirada impresionada pero con gracia.

—Es una linda noche, ¿no lo crees?—mira hacia el cielo.

Ambos miramos como aún el atardecer sigue en pie, pero ya se puede ver a lo lejos algún par de estrellas iluminar el cielo.

—Sí, además hay luna llena—señalo.

Pierre me da una mirada pícara que termina por hacerme sonrojar, no puedo creer como es fácil que él pueda provocarme sensaciones prodigiosas en mi cuerpo, es más, ni siquiera debe de decir alguna palabra para hacer que yo empiece a pensar cosas que aún entre ambos no se han llegado a dar.

—Quisiera saber que pasa por esa mente—susurra en mi oído.

Muerdo mi labio y me trago todas aquellas palabras que por el momento no es bueno soltarlas, quizás el caso de tener intimidad ahora que hay luna llena no sea el momento adecuado, además estamos tratando aún de llevar la relación muy bien ahora que entre ambos hay una conexión mucho más relajada y fuera de tensiones.

—No importa—deja una pequeña sonrisa—, por ahora, ¿qué quieres? ¿Ir a cenar a un restaurante o prepararte la cena?—abro mi boca emocionada.

—Pierre Beckham... ¿Tú? ¿Haciendo la cena?—me burlo de él.

—Bueno... No soy un chef pero puedo hacer algo especial—veo ese orgullo en sus ojos.

Amores Perdidos [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora