"El que es feliz hará felices a los demás"
Ana Frank
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6 meses después...
Tomo de los brazos a mi hija luego de haber escuchado por la radio de sonido de bebés que ya se ha despertado de su siesta; beso una de sus mejillas y ella saca una sonrisita tan dulce y tierna que me conmueve demasiado, los últimos meses han llegado a ser los más divertidos, curiosos y un tanto difíciles cuando se trata de ser madre primeriza; tener dudas a cada momento se ha vuelto casi como una rutina diaria de mi vida, debido a saber qué es lo mejor para ella, de que peligros hay que cuidarla y que comida se le puede dar para no dañar su sistema. Ha sido un gran reto tener que ir conociendo poco a poco a mi propia hija, ya que al principio no me adaptaba con facilidad a sus horarios de comer, dormir, cambiarle los pañales, entretenerla con algún juguete y otras cosas que he ido añadiendo con el paso de los meses.
Angelique, ha sido la niña más consentida y amada en la familia, no solo por la familia de Pierre sino que también en la mía; mis padres no dejan de abrazarla y prepararles todo tipo de papilla, eso sin agregar que mi padre biológico cada fin de semana nos visita para ver a su nieta y junto con él, su esposa y mis medios hermanos. Es muy increíble saber cómo la llegada de un bebé puede cambiar la vida de todos, no solo lo digo yo, sino que todas las personas que se encuentran a nuestro alrededor aunque Pierre es quien ha sido la persona más feliz y orgullosa al ser padre primerizo.
Llevo a Angelique al jardín para que pueda tomar un poco de sol, después de todo aunque haya aún nieve, la primavera ha empezado a llegar y parece que este año será uno un poco más caluroso que el anterior; pongo los pies en aquellos lugares en donde no me resbalare para quedarme bajo un árbol, le señalo a mi hija varias cosas que se encuentran a nuestro alrededor y le hablo sobre cada una de ellas, pronunciando repetidas veces palabras sencillas y comunes que puedan lograr que en algún momento las recuerde y con el tiempo pueda decirlas.
—El invierno está llegando a su fin.
Pierre sale de la casa y va en dirección a nosotras, mira el árbol y pronto una sonrisa aparece en su rostro.
—Una casa de árbol quedaría bien aquí—toca el tronco.
—Pierre, pero si Angelique todavía es una bebé—él ríe.
—Lo sé, solo lo decía además aún debe ser crecer más. —Explica.
Inhalo aire y pronto lo exhalo con una risa, la verdad es que Pierre últimamente tiene muchas ideas en la cabeza sobre el futuro de nuestra hija, un día podemos estar hablando sobre que comida darle en unas horas y luego, la conversación ya pasa a si tendrá una niñera o la enviaremos a una guardería, aunque siendo sincera, a veces todo se agranda cuando empezamos a hablar de la universidad, de las fiestas ocultas que tendrá y para Pierre es poco agradable tocar el tema de los novios cuando temé que puedan dañarle el corazón a nuestra princesa.
—Pensaba que podíamos ir a Londres a dar un paseo por el London Eye, pasar por un café y caminar cerca del palacio de Buckingham... —las ideas que plantea él me parecen excelentes.
—Me parece, además nos podríamos quedar en la casa que tienes en Hyde Park Gardens. —Lo piensa y al final la idea le gusta.
Antes de poder seguir planeando una de nuestras tantas escapadas para pasar el fin de semana en familia, escucho el timbre de la casa, se supone que no tenemos visita aunque pueda ser que sea cualquiera de nuestros vecinos quienes nos invitan a tomar el té o simplemente a pasar una tarde con ellos, ya que considerándolo, mi padre no vendría este fin de semana por asuntos de trabajo y la madre de Pierre pudo haberse comunicado antes con nosotros para mencionarnos si llegaría a vernos.
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Amores Perdidos [+18]
أدب المراهقينPierre y Alaska no saben que están ligados para estar juntos. Ellos solo saben que cada día se encuentran en un mismo o diferente lugar sin obtener una explicación, Alaska lo ve como una simple coincidencia, para mientras que Pierre algo inusual, as...