Capítulo 36

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"Cuando hagas el amor con una mujer escúchala, cuidala y respétala, aunque no la ames"

Viggo Mortensen

***

Me encojo sobre las sábanas cuando empiezo a tener frío, la temperatura ha bajado al punto de buscar con los ojos entre abiertos alguna solución para calentar mi cuerpo pero no tengo muchas alternativas y más cuando es de madrugada; con mi mano alcanzo mi celular que se encuentra en la mesita de noche para observar la hora, dejo ir un bostezo y me rasco mis ojos al ver la pantalla del dispositivo que marca las 5:20 am.

El primer pensamiento que ronda mi cabeza cuando empieza a trabajar es que odio los lunes, quisiera que fuera fin de semana para poder seguir durmiendo y tomar energía después de la noche que tuve; me doy la vuelta y veo como Pierre me da la espalda, veo de arriba hacia abajo y puedo encontrar un par de músculos y el tatuaje en la parte superior de su hombro derecho; suspiro emocionada al recordar lo paciente pero hábil que fue en la noche cuando estuvimos teniendo sexo, Dios... como poder olvidar sus besos, sus caricias y... No debería pensar a buena mañana esas cosas pero tener estos recuerdos como cuando parecía dedicarme aquella canción, me hacen sonreír como una tonta.

Quisiera decirle lo mucho que me gusta y que lo amo pero tengo miedo en obtener una respuesta diferente a lo que espero, no sé a qué grado podría soportar un rechazo y eso sin decir de cómo se llegará a sentir mi corazón cuando termine por romperse y desboronarse. Ni siquiera puedo dejar de pensar en el distanciamiento que tomaría si sabe la verdad cuando él necesita que me mantenga cuerda para completar los cinco meses que nos faltan. La verdad, es que el producto de una sencilla palabra puede provocar muchas consecuencias, quizás sea lo mejor guardarme este sentimiento y dejar que pase lo que pase en los siguientes meses, de todas formas, lo dejaré de querer en un instante... No será doloroso, porque olvidaré el sentimiento, así que no veo el problema por el momento.

Me acerco a Pierre y lo termino por abrazar, mis manos acarician su pecho y admiro su tatuaje al pensar en el daño que recibió cuando su ex novia lo ataco, me es difícil aún comprender como es que él prefirió ocultar sus sentimientos para no seguir adelante con una nueva relación que podía cambiar su vida, de alguna u otra forma, el destino nos terminaría uniendo, no sé a qué grado puede llegar el amor a permitir que te quedes con esa persona a quien le ofrecerías hasta tu vida para salvarla pero en otros momentos, me pregunto que si todos estamos unidos a esa persona con la cual se ha llegado mantener una historia, porque algunos no terminan quedándose juntos, es como los padres de Pierre, ellos se amaban hasta que el señor Beckham engaño a su esposa para estar con una mujer mucho más joven que él... Y eso sin agregar a mis padres biológicos, quienes estuvieron juntos por poco tiempo y cada quien termino por tener un diferente destino.

En realidad, nunca entenderé como es el mundo, como es el amor y como es nuestro destino.

—Veo que no fue suficiente para ti, tenerme a tus pies anoche.

Respiro profundo y dejo ir una sonrisa al escucharlo adormitado. Se mueve y pronto ambos quedamos de cara en cara para darme cuenta que sigue soñoliento, apenas puedo ver sus ojos porque se encuentran entre abiertos y eso sin decir que su cabello esta alborotado; deja una sonrisa y su mano me toma de la cintura hasta atraerme a su cuerpo en donde termino por chocar con su pecho.

—Estas fría.

Acaricia mis brazos de arriba hacia abajo para darme calor, pongo mis manos en los laterales de su cuello para irlas deslizando hasta pasar por su pecho, su abdomen y terminar por su ombligo.

—Maldita sea, tengo ganas de hacerte mía.

Puedo sentir como su corazón empieza a latir rápido, nuestras bocas se mantienen alejadas solo por unos centímetros y si no fuera porque no tenemos otra opción que obedecer las reglas del plan, sé que ahora mismo, él ya estuviera haciéndome el amor...

Amores Perdidos [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora