"Tu mente siempre te recuerda lo malo, lo difícil, lo negativo. Recuérdale tú a ella tu grandeza, tu pasión y tu fortaleza"
Jorge Álvarez Camacho
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Después de pasar una semana y media en reposo y recibiendo mucha ayuda de las personas que normalmente conviven a diario en mi alrededor, mi salud fue mejorando cada vez más a punto de que me pude levantar de la cama e ir sola a cualquier lugar sin necesitar la mano de alguien, aun así, a Pierre no le convenció mucho eso ya que se mantuvo atento en todo movimiento que hacía, y más tenerlo trabajando en casa no es algo que tampoco nos ha ayudado a ambos y lo digo porque así cómo él no puede vivir sin preocuparse por mi salud, yo no puedo seguirlo viendo caminar o concentrado en su laptop la mayor parte del día cuando en ocasiones me tienta a acercarme a él y besarlo.
Últimamente sus actitudes han ido cambiado, ya no lo veo triste o refugiándose del dolor mientras cree que no lo observo, ahora cada día parece estar un poco más animado y motivado a seguir con nuestras vidas, eso sin decir que además de convertirse en el ser humano más protector que he conocido, se ha vuelto un tanto cariñoso de lo normal, no sé si eso ha sido para elevar mis estados de ánimo o solo para no demostrar que no estoy sola en esta situación, después de todo, sé que ambos compartimos el mismo dolor pero eso no quiera decir que sea necesario todas aquellas muestras de afecto cuando solo logran preocuparme más porque siento que añoraré esa parte afectiva de él.
Además de ello, no he dejado de recibir llamadas constantes de Ruby, la señora Dayana, Miranda y Vanya, todas se han propuesto también en querer mantenerse al tanto de cuidar mi salud, muchas veces he pensado en decirles lo mismo a todas, haciendo referencia que todo va bien y que no ha sucedido nada anormal hasta el momento pero creo que no debo de ser desagradecida cuando solo intentan ayudarme.
Finalmente todo ha mantenido un progreso, pero eso no índico que siempre las cosas seguirán bien, así que por el momento, solo debo de continuar y disfrutar lo que me queda de esto antes que tome un nuevo camino.
Toco la puerta de la oficina de Pierre y escucho como responde al llamado para poder entrar con su permiso, abro la puerta y veo cómo trabaja arduamente, no quita la mirada de su laptop y parece seguir escribiendo mientras observa un plano que se encuentra en su escritorio, parece que quizás debe de estar tomando medidas o localizando habitaciones, aun así veo como todo le ha puesto mucho desempeño y dedicación, así que llevándole una taza de café, cierro la puerta y camino en dirección a él hasta dejar a un lado aquella taza con la cafeína que lograra mantenerlo despierto una hora más.
—Deberías tomarte un descanso. —Le propongo.
—Quisiera, pero he de adelantar todo esto—me señala todos los documentos, planos, gráficas y otras cosas que se mantienen en su alrededor.
Me pongo detrás suyo y le hago unos pequeños masajes en sus hombros, puedo sentir el estrés y la tensión que conserva en esa parte de su cuerpo y que no deja fácilmente liberarse con uno tiempos de descanso. Antes de poder concentrarme en su oficina, veo como él pone la pantalla de inicio de la computadora y de ella, la imagen que tiene es una de nosotros que nos tomamos en Marsella; ver aquella fotografía logra encogerme el corazón y provocar miles de sensaciones que inundan mi cuerpo, entre ellas sentir las típicas mariposas en el estómago.
Toma un poco de café y se focaliza en leer un documento de un terreno en el lado sur de Liverpool, en donde parece que se ha traspasado a un nuevo propietario que necesita construir unas oficinas, las cuales servirán para cualquier local de trabajo o venta.
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Amores Perdidos [+18]
Teen FictionPierre y Alaska no saben que están ligados para estar juntos. Ellos solo saben que cada día se encuentran en un mismo o diferente lugar sin obtener una explicación, Alaska lo ve como una simple coincidencia, para mientras que Pierre algo inusual, as...