"También es mi primera vez, siente como tiemblo, ya ves tuve sexo mil veces pero nunca hice el amor"
Ricardo Arjona
***
Seguimos observando las casas y los locales de Puerto Viejo, realmente todo es colorido y lleno de vida que además de encontrar mucha comercialización también las personas son alegres a punto de tomar algunas personas de la calle y hacerlas bailar al compás de la música tradicional, el día ha sido muy bonito y más estar al lado de Pierre quien ha mantenido su total atención en mí, por un lado debería verlo de una forma más superficial todo, pero me ha parecido demasiado reconfortable para darle otro punto de vista, de todas formas, me agrada saber que entre nosotros no hay por el momento alguna incomodidad o el malestar de alguna discusión, simplemente todo está yendo mejor de lo esperado.
—En la noche iremos a un club nocturno, mis hermanos desean disfrutar la última noche en Marsella de una forma más diferente de lo usual. —Reí al ver su expresión aburrida.
—No es tan malo, deberías ver el lado positivo de las cosas. —Le comento alegre.
—Y ¿cuál ese lado bueno?—pregunta interesado.
—Ir a bailar, tomar un par de cervezas y verme en vestido. —Le guiño el ojo y ahora si he encontrado una forma de motivarlo.
—Eres una niña traviesa y sabes lo que le suceden a las niñas traviesas. —Sonríe con picardía.
—Son castigadas. —No tardo en decir cuando él le ha gustado lo que he mencionado.
Admiramos el atardecer mientras que varios barcos pesqueros regresan a sus respectivos muelles para bajar la embarcación que han obtenido en el día, puedo decir que es bonito ver a través del segundo piso de una cafetería toda la vista completa que presenta Puerto Viejo, ya que agregar que no solo el sol refleja varias de las casas resplandeciendo sus colores vivos, sino que también admirar todos aquellos pequeños barcos de pesca, veleros y yates que se encuentran a un lado de la calle.
—Puedo hacerte una pregunta personal—veo como toma un sorbo de café para luego dejar la taza en la mesa.
—A ver... ¿De qué se trata?—pone su mano en su barbilla sosteniéndose de la mesa por medio de su codo.
—Te criaste en Marsella, ¿verdad?—Asintió. —Y por las estructuras pequeñas de las casas, ¿es la razón por la que te gustaría que tu casa fuera pequeña? Así como la que antes vivías. —Se quedó pensando por un momento.
—Sí, realmente es la razón. Me crie en una pequeña casa de mis abuelos y la verdad siento que tener una casa enorme puede hacerme sentir sólo. En cambio una pequeña, me provoca una sensación cálida y protegida. —Respondió.
—Y ¿por qué el penthouse es grande?—seguí preguntándole.
—Quizás porque pensé que salir algún momento de mi zona de confort podía lograr acostumbrarme a otro ambiente pero en efecto, sigo sin cambiar de opinión aunque tenerte bajo el mismo techo ha logrado que también pueda convivir en uno de esos lugares así. —Encoge los hombros.
Su pensamiento ha sido muy realista, después de todo, también no me gusta las casas grandes y amplias, por el mismo hecho que uno puede llegar a sentirse sólo si no hay alguien más conviviendo en el mismo lugar, mayormente pienso igual porque me crie en una pequeña casa de granja humilde, en donde lo único grande y amplio son los terrenos de mis padres en donde cultivan su vegetación, pero de ahí creo que comparto la opinión de Pierre.
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Amores Perdidos [+18]
Teen FictionPierre y Alaska no saben que están ligados para estar juntos. Ellos solo saben que cada día se encuentran en un mismo o diferente lugar sin obtener una explicación, Alaska lo ve como una simple coincidencia, para mientras que Pierre algo inusual, as...