Capítulo 12

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"La sensualidad no está en el beso apasionado ni en la caricia íntima ni en el susurro al oído, la sensualidad nace unos segundos antes con un silencio o una mirada"

Paloma Cobollo 

*** 

Agarro con los palillos chinos un rollito de primavera, lo muerdo y no evito dejar ir un sonido de felicidad al probar otra comida deliciosa que Pierre ya tenía preparada desde antes que llegará; la enorme sorpresa no fue tener que ver varios platos de comida en donde hasta el momento me he deleitado en probar todos los que se encuentran encima de la cama de él, sino que lo que me asombre de todo esto es que ambos nos encontremos conversando, riendo, bromeando y jugando, todo es natural que aún no puedo creer que todo esto sea cierto.

—Prueba los camarones fritos con anacardos—me señalo con los palillos de madera—. Dicen que son nutritivos y te ayudan a prevenir muchas enfermedades—recomendó.

— ¿En serio?—dije admirada antes de agarrar uno.

—Sí, leí que protegen tu sistema cardiovascular—hice un gesto de sorpresa ante su comentario.

—Interesante—le di la mordida a uno y quede fascinada.

—Además, tú más que nadie me imagino que querrás comer a lo saludable, aunque lamento no haberte tenido una ensalada caprese o una cesar. —Le di una mirada seria.

—Es cierto que soy nutrióloga pero tampoco me mantengo de ensaladas—le dije ofendida.

—Huy, lo siento si te herí—bromea.

—Fue una enorme ofensa—le seguí el juego.

Él dejo ir una pequeña risa antes de volver a comer sus jiaozi, un tipo de empanadas de masa fina que se encuentran rellenas de carne picada con verduras.

— ¿Tú compañera de piso sabía que estarías aquí?—su mirada demostró que necesitaba que fuese sincera.

—No exactamente... Cree que estoy en una pijamada. —Dije tocando el chow mein.

— ¿Le mientes seguido cuando tienes una cita?—sigue cuestionándome.

—No, esta vez fue diferente y es probable que ya esté sospechando que estoy saliendo con alguien—suspiro molesta—y no dudo que me echara del apartamento. —Murmuró para mí misma.

— ¿Qué? ¿Haría eso solo porque saliste con un hombre?—encojo los hombros.

—De ella me puedo esperar cualquier cosa, pero por ahora, no quiero pensar en eso—intentó cortar la conversación antes que se extienda.

El buen rollo de conversación que llevábamos se cortó pronto con solo haber hablado de Cristal, la verdad todo iba bien hasta que recordé la pelea que tuve con ella pero aunque me moleste pensarlo, es mejor que me vaya preparando para cualquier noticia.

Agarro una taza y empiezo a tocar un poco de té verde mientras sigo comiendo, la mayor parte de los platos que he probado durante la noche, han empezado a quedarse vacíos cuando Pierre y yo seguimos pellizcando, agarrando y comiendo cada uno de los platos chinos, sigo sin poder entender como he llegado a comer demasiado cuando a veces mi hambre es poca y apenas de cena termino por hacer un plato típico de la noche, y aunque esté acostumbrada a comer frutas y vegetales, cuando pruebo alguna comida nueva que es extraña que la ingiera en algunos de los tiempos de comida, para mí es una gratitud poder cambiar un poco la modalidad de comer lo mismo siempre.

—Haremos algo diferente. —Quito la taza de té de su boca.

Observé como detenidamente quitaba los platos de encima de la cama y los dejaba en el cabecero de una mesa de madera que se encuentra en su habitación, pronto empieza a desabotonarse el pantalón para bajárselo y ver como tiene una nueva erección; la respiración se me entrecorta y mi piel se eriza con la idea de tener sexo de nuevo, casi tengo que darme aire con la mano cuando hábilmente se baja sus calzoncillos y deja en vista su enorme pene, intento no medir aquel miembro que se encuentra en frente de mí pero me es imposible dejar de verlo cuando de nuevo llegan otras dudas a mi mente, pero casi me impresiono cuando mi corazón late cada vez más rápido y mis propias hormonas se alborotan al imaginar tenerlo encima de mí.

Amores Perdidos [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora