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Peter obedeció, incapaz de escuchar las alertas rojas que se prendían en su cerebro. Todo aquello de él que en su momento hubiera impedido cualquier relación personal con un hombre como Anthony ahora era silenciado por los obscuros ojos color caoba que demandaban su tacto.

Peter era deseado, los ojos de Tony se encontraban llenos de lujuria por él. Y su mirada perversa había puesto a Peter de rodillas, frente a él.

Los delgados dedos del menor temblaban con persistencia mientras desabotonaba el pantalón del mayor. Tony, momentáneamente enternecido por el joven le ayudó en su cometido y se bajó toda ropa que lo cubría de la cintura para abajo hasta los talones.

Peter se encontró a sí mismo asustado, jamás había tenido un miembro masculino frente a su rostro y lo que antes parecía un juego entre Tony y él ahora era real.

El mayor tomó la mandíbula del chico y la guió hasta su rostro besándolo con necesidad, dejando húmedos sus labios bermellón y saboreando con su lengua su cavidad.

Peter tomó entre sus dedos el miembro de Tony que se encontraba semi-erecto, y lo acarició, de la base hasta casi culminar la punta, notando la reacción de Tony ante su tacto. Lo tomó con delicadeza desde la base y fue arrastrando con simpleza hasta él mismo, Tony había echado la cabeza hacia atrás y mantenía los ojos cerrados, su boca se encontraba abierta y respiraba por ella, su pecho mostraba que su respiración comenzaba a agitarse.

Peter regresó a su puesto, arrodillado ante la viril desnudez del empresario.

Peter alcanzó a tomar entre sus dedos un par de gotas que habían salido de Tony, y las utilizó como lubricante para poder deslizar sus dedos con facilidad. Comenzó a aumentar el ritmo del vaivén que había formado con su mano. Y en un movimiento osado Peter pasó su lengua de manera lenta y tortuosa por el miembro de Tony, siguiendo la ruta de una vena que sobresalía del erecto miembro hombre.

El mayor bajó la vista con respiración entrecortada, desesperado por el tortuoso tacto del dulce chico, tomó a Peter del cabello e introdujo su miembro en su húmeda boca. El menor intentó meter toda la virilidad del hombre, sin embargo le era imposible, sus ojos se llenaban de lágrimas involuntarias cuando el mayor chocaba contra su garganta profunda.

Peter sacó el miembro de su boca y como si de un gatito se tratara comenzó a lamer la punta de este, con insistencia. Tony lo observó, con mejillas sonrojadas y ojos grandes y brillantes, de rodillas por él, con su lengua suplicante haciendo sonidos obscenos al chocar con su piel. Sintió como si un rayo de electricidad cruzara de su abdomen bajo y recorriera todo su miembro hasta sacarlo. Rápidamente el rostro del menor había terminado siendo manchado del líquido espeso y blanquecino de Tony.

El menor limpió su mejilla con su pulgar y luego lo introdujo a su boca para probar al señor Stark.

—Oh, mi niño— murmuró Anthony levantando al chico y ayudándolo a sentarse en el sofá, impresionado por su desempeño, y en lo sexi que podía llegar a ser. Lo besó, Anthony besó a Peter porque su corazón se lo pedía, porque lo que sentía era más que el deseo de la excitación. Era más que simples hormonas alborotadas. Lo que sentía era a Peter, el chico que no tenía absolutamente nada, pero que merecía todo.

Cuando salieron del lugar Peter extrañamente no se había sentido avergonzado. Había esperado sentirse como una prostituta, había esperado bajar la cabeza al salir del lugar, pero no.

Peter se sentía como un millón de dólares al lado de Tony, al salir sabía que la mayoría de los empleados suponía lo que habían hecho allá arriba, pero se sentía poderoso por ello. Su pecho se hinchaba de orgullo al saberse deseado por uno de los hombres más poderosos de Nueva York.

Después de ello Tony llevó al chico a comer, y después se aseguró de llevarlo a la casa de su tía May.

El resto de las siguientes dos semanas habían transcurrido de manera similar; al salir de la escuela, Peter caminaba hasta el edificio Stark, y una hora antes de que su jornada laboral terminara, Anthony iba por él al laboratorio y comían en un restaurante, hablaban un poco y después de una rápida sesión de besos que realmente nunca terminaba en nada más Anthony dejaba al menor en casa de su tía.

La vida escolar de Peter no había cambiado mucho, sin embargo él mismo comenzaba a notar que más personas le sonreían en el pasillo. No le era de extrañar que ya estuvieran enterados de que trabajaba para las industrias Stark.

—Luces diferente— admitió Kendall acostado su cabeza sobre las piernas de Peter. Ambos se encontraban en el área verde del lugar puesto que el profesor de su última clase había faltado. —Además casi no hablamos ¿Te explotan en tu nuevo trabajo?

—¿Qué? No, no sé de qué hablas— Peter se sonrojó, se sentia diferente, como si la constante presencia del Señor Stark comenzara a afectarle directamente. Acarició el suave cabello de su amiga para que se relajara — No me explotan, a veces siento que los exploto yo a ellos, en realidad los científicos con los que trabajo son muy profesionales, y yo solo les tengo que decir lo que hice para que mi prototipo funcionara y es fácil comenzar a progresar... Siempre salgo una hora antes para comer, y el señor Stark siempre paga la cuenta.

—¿Comes con Anthony Stark?— preguntó la chica incrédula

—Sí, y me compró trajes, esta semana me regaló tres— Peter se llevó las manos al rostro, agobiado—¿Crees que me estoy aprovechando?

—No puedo creerlo, siempre creí que ese hombre nadaba en dinero, pero no creí que le sobrar a tanto para regalarle cosas a un empleado nuevo... ¿Tú nuevo celular también te lo dio él?

—Sí — susurró Peter culpable, omitiría el hecho de que después de que Peter se bajara de las piernas de Tony todos los días en su auto, mágicamente aparecía una pequeña cantidad de dinero en el bolsillo de su saco.

—No deberías sentirte mal, a esos tiburones no les afecta un par de cientos de dólares, si te quieren regalar un par de cosas ocasionales, tu di gracias y ya. Tampoco te sientas en deuda con ellos porque tú no les has pedido nada. Además, quien sabe cómo creció la empresa Stark, seguro que dinero totalmente limpio no es, se merecen que alguien les quite un poco.

—No digas eso Kendall, la empresa Stark ha estado comprometida con el medio ambiente y un montón de cosas buenas.

—Peter, nadie crea una fortuna de la nada. Anthony Stark es el primero de su árbol genealógico en tener un imperio, además todo comenzó cuando era muy joven, quizás cuando tenía veinticinco años.

—¿Qué crees que haya pasado? — preguntó Peter

—En Internet hay muchos rumores, algunos afirman que Anthony hacía el trabajo sucio de los hombres poderosos del narcotráfico y que al final les pidió una gran suma de dinero para construir su empresa. Otros dicen que obligaba a hombres y mujeres a prostituirse a los narcotraficantes y que siempre se quedaba con la mayor parte. Como sea, dicen que es el único que ha salido sin deudas de los bajos mundos. Pero que su imperio siempre estará manchado de sangre.

Peter no pudo hacer más que recordar al hombre del restaurante la primera vez, Jake, y cómo Tony se había tensado con su presencia, parecía un hombre normal, pero sus ojos ciertamente parecían trastornados, y su sonrisa no le daba buena espina. Tenía toda la pinta de ser un mafioso ¿Tony realmente era culpable de tantos crímenes como se le acusaba?

Azúcar En El Infierno (STARKER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora