Azúcar En El Infierno (STARKER)

11.-

"Se lo preguntaré directamente" Afirmó el joven cuando caminaba hacia la empresa en la que trabajaba. "Anthony Stark, ¿Qué tan limpio es tu dinero?"

Sí, claro, como si él fuera alguien para pedirle cuentas a Tony. Peter se recordó meses atrás; May llorando una noche más en la sala, porque uno de los hombres con los que se había acostado por dinero la había golpeado. Se recordó a sí mismo llorando a lo lejos, porque no era capaz de decirle a su tía que sabía lo que estaba haciendo por mantenerlo, jamás la haría pasar por esa vergüenza. Y ahora, gracias al dinero constante que le daba Tony no había tenido que pedirle un solo centavo a May, y había cubierto el presupuesto de sus proyectos, exposiciones y material escolar que necesitaba.

May lucía más viva, más feliz cuando hablaba sobre su trabajo de costura, sin preocuparse por el dinero, o por qué comerían el día a día.

Y cuando Peter se encontró frente a frente con Anthony en su despacho solo pudo lanzarse a sus brazos y besarlo con desespero. Porque estaba agradecido, realmente lo había sacado del infierno en el que estaba.

—¿A qué debo esta visita sorpresa?— preguntó Anthony sentando al menor sobre su escritorio

—Yo... Yo solo pasaba por aquí— su intrépido instinto ya se había apagado, volvía a ser el chico normal lleno de vergüenza — y quería decir gracias

—¿Gracias?

—Sí, estaba en el fango cuando llegaste a mi vida, y ahora solo tengo cosas buenas. Gracias.

Tony abrazó con fuerza al chico y besó su frente, el menor pasó sus piernas alrededor de la cadera del hombre y pegó su pelvis a su miembro, Tony besó con fuerza al chico y fueron interrumpidos por alguien llamando a la puerta.

—¿Si?

—Señor Stark— llamó la secretaria — le recuerdo que su viaje ya está organizado para mañana en la mañana, todas las juntas están canceladas

—Gracias— gritó Tony a la secretaria sin separarse del menor a quien besó una vez más y murmuró —¿Quieres acompañarme a un viaje?

La garganta de Peter se cerró ante la impresión y comenzó a toser. Tony se separó y tomó un vaso de whisky que sirvió con agua y se lo ofreció.

—No necesitas contestar ahora, no será un viaje largo, es a Orlando, en Florida, un viaje de dos noches, dos días. Puedo firmar tu permiso en la escuela, y si lo necesitas puedo hablar con May.

El menor no sabía qué contestar, admitía que estar solo con el empresario le causaba miedo, más bien la constante presencia de la palabra "sexo" entre ellos dos. La penetración le aterraba a un nivel increíble, no se había detenido a pensar que el ser homosexual traía con sigo el dolor de la primera vez. Y ahora le daba miedo.

—Lo pensaré— admitió Peter fingiendo que no pasaba nada, su rostro evidenciando su realidad

—Bien, nos veremos a la hora de la comida— respondió Tony finalizando la conversación.

El menor colocó sus pies sobre el suelo y caminó hacia el elevador, cerrando el despacho de Tony a su paso.

El ascensor se abrió ante él y mostró a un tonificado hombre con traje gris, ojos azules y barba poblada, lo reconocía del restaurante en donde él y Tony habían cenado por primera vez. Jake, su nombre retumbaba en su cabeza con eco.

—Hola— saludó el hombre de manera cordial saliendo del ascensor— Peter ¿cierto?, soy Jake

—Un gusto de nuevo— respondió Peter nervioso, había algo en la sonrisa permanente del hombre que activaba alertas rojas en su cabeza— Viene... ¿Viene a ver al señor Stark?— preguntó el menor recordando que ante la última junta entre ellos dos Tony había llegado ahogado en alcohol.