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Anthony fue ágil cuando el avión aterrizó. Apenas tocó suelo Newyorkino se dispuso a buscar a Jake, el primero de los muchos eslabones que debía mover para encontrar al muchacho.

—Jake

Anthony entró a su despacho y encontró a Jake sentado sobre su silla, su mirada revelaba diversión, totalmente despreocupado

—Anthony, supe que me estabas buscando... La pregunta es... ¿Por qué?

—Secuestraron a Peter— informó mostrándose furioso

—¿Cuál de tus amiguitos regresó de la tumba?— preguntó Jake burlón, él sabía todos sus pecados.

—Ninguno Jake, sabes que los maté a todos— confesó de manera agria

—Bueno... Los muertos tienen familiares

—Cuando digo que los maté a todos — Tony suspiró pesadamente, los cientos de gritos replicándose en su cabeza —Es porque los maté a todos, esposas, hijos, no quedó nadie.

—Eso no es cierto— soltó Jake con una sonrisa

—¿A qué te refieres?— la sangre abandonó el rostro del mayor, no era posible

—Ambos sabemos que perdonaste a alguien

Tony enfurecido arremetió contra Jake, golpeándolo sin piedad.

—¡Fuiste tú, hijo de perra! — Gritó Anthony golpeando la cara de Jake contra la esquina del escritorio— ¡Tú secuestraste a Peter!

—No fui yo— respondió Jake intentando levantarse, limpiando la sangre que emanaba de su boca. No perdía la diversión de su rostro.

—¿Entonces cómo...

—Lo sé todo de ti Tony, eso hacen los amigos. Sé tu secretito.

Anthony levantó a Jake del suelo y lo ayudó a sentarse en el escritorio. Agobiado por todas las emociones conllevadas.

—Entonces como amigo, te pido que muevas a tus hombres a buscar a Peter

—Sabes que no puedo hacer eso Tony, les debo mucho dinero

—Les pagaré lo que necesiten— argumentó el empresario, buscando su chequera, dispuesto a pagar lo que fuera necesario.

—No quiero tu dinero... Quiero la mitad de tu empresa

—Jake

—Jake nada, si quieres que mis hombres busquen a tu muchacho el precio es la parte de tu empresa que le diste al niño

—No puedo— Tony estaba contra la espada y la pared.

—Entonces tu niño va a morir— Anthony tomó del cuello a Jake de manera amenazante ante sus palabras —Sabes que los únicos que conocen cada centímetro de esta ciudad de sombras son mis hombres, sin ellos estás perdido.

—Yo hice el trabajo de diez de tus hombres

—Hiciste, tiempo pasado, hace años que no manchas tus impolutos trajes... Y la ciudad cambia, y con ella los barrios

Anthony soltó al hombre y sintió su celular vibrar, un mensaje. Al abrirlo descubrió un set de fotografías sobre Peter en el fango, sucio, desnudo, un par de botas pisando su rostro, el niño sangrando.

—La mitad de Stark Industries, pero quiero al niño antes que caiga la noche— sentenció el hombre con mirada llena de odio— y quiero al responsable vivo.

—A sus órdenes, socio— murmuró Jake alegre, saliendo del despacho de Anthony, tomando su celular para reunir a sus hombres y buscar al niño perdido.

Anthony se quedó en medio de la devastación que era su despacho, había cosas tiradas y rotas, la sangre de la cara de Jake había permanecido sobre su escritorio.

Anthony sentía por primera vez después de mucho tiempo que las cosas se iban de su control, que su pasado regresaba por él para cobrarle todas las muertes que habían pasado por sus manos.

Familias enteras, sin importar la edad, había matado a todos sin piedad, sin arrepentirse. Que ahora secuestraran a Peter significaba que lo tenían en el radar, y también a May.

—Me alejaré— prometió a sí mismo, no soportaría la cara de horror del muchacho al enterarse de lo que había hecho en su pasado, si es que no lo sabía ya. —Estará a salvo si me alejo.

Jake había reunido a sus hombres, aquellos que hacían el trabajo sucio por él. Les mostró la foto del chico y les ordenó que lo buscaran, que mataran a quien tuvieran que matar y que después le entregaran al encargado a Anthony. Les sugirió que buscarán a las afueras de la ciudad.

–Y cuando terminen, celebraremos, porque la ciudad de Nueva York será nuestra— proclamó reinante, extasiado de su grandeza robada y de su poderío.

Al otro lado de la ciudad se encontraba May, afuera de su casa, hablando con un hombre que prepotente decía ser el dueño del departamento en el que residía.

—Usted es la que no entiende mujer, esta casa es mía— explicó el obeso hombre —Mi padre acaba de morir, su única herencia es esta casa, así que tiene que desalojarla de manera inmediata.

—¡No!— Gritó May exasperada— Mi difunta hermana pagó centavo a centavo por esta pequeña casa, yo vi cuando hizo el contrato con su padre.

—Lo que usted no entiende es que este contrato — el hombre mostró el papel en el que se presumía estaba el contrato— no tiene validez. Le faltan dos firmas, la mía y la de mi madre como testigos. Así que legalmente este contrato nunca se celebró.

—Mi hermana se quebró la espalda por pagar esta casa— gritó la mujer con dolor— Usted no puede hacernos esto.

—Es una lástima May, porque ya lo hice— sentenció el hombre rompiendo el papel frente a sus ojos— Quiero esta casa desalojada dentro de quince días.

Todo se estaba derrumbando poco a poco, pareciera que el universo se estaba cobrando la felicidad que una vez ofreció, y Peter era el que peor la pasaba. Dentro de la casa de madera a las afueras de la ciudad, había pasado horas sin comer después de vomitar hasta la bilis al ser víctima de tortuosos golpes, estaba rodeado de muchos hombres, era consciente por las múltiples voces que escuchaba, ninguna conocida.

—¿Por qué estoy aquí?— preguntó Peter en un murmuro— Sí quieren dinero se los daré, yo... Yo puedo darles todo el dinero que necesiten— un estridente golpe en la mejilla lo mandó al piso, sus ojos seguían cubiertos por una venda

—Escucha bien muchacho, el jefe no quiere tu dinero, el jefe quiere hacerte daño— proclamó el hombre rubio que lo había golpeado— Y quizás dañar un poco a Stark

—¿Por qué? — Susurró — el señor Stark no ha hecho nada malo, es un hombre amable.

El hombre rió con diversión.
—Ese hombre tiene más muertes en su espalda que todos nosotros juntos, es un monstruo— pronunció agriamente—pero tú... Tú estás enamorado de él — el hombre soltó una carcajada— Muchacho, vas a terminar muerto, si no lo hacemos nosotros, alguien más eventualmente lo hará... quizás sea el mismo Anthony quien lo haga, masacrar es su pasatiempo favorito.

Azúcar En El Infierno (STARKER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora