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¿Cómo respondería aquella pregunta? ¿Cómo siquiera podría hablar ante el chico que tenía el corazón expuesto? Había llevado el asunto lejos, pero en verdad lo deseaba con intensidad, desde el primer momento, y si el chico se hubiera mostrado desconfiado y se hubiera negado a su toque como en un inicio, lo habría dejado en paz. Pero no había podido, no al ver la devoción en sus ojos, no al ver su piel amoldarse siempre a su tacto, no al ver su respiración agitada ante su cercanía. Se había convertido en una adicción, tan fácil como acostumbrarse a respirar. Y la respuesta llegó a su cabeza.

Anthony tomó al chico del brazo con firmeza y lo hizo ingresar al restaurante más cercano, susurró a uno de los meseros, después llegó el encargado y después de una rápida conversación que Peter realmente no llegó a escuchar, los clientes comenzaron a desalojar el lugar, el restaurante quedó vacío en segundos, uno de los meseros cerró las ventanas y las cubrió con las cortinas, y entonces cerró la puerta entregándole las llaves al empresario.

—Señor Stark ¿Qué significa...?— el menor fue interrumpido por Tony, quien lo cargó, elevándolo del suelo y después lo sentó sobre el resplandeciente piano negro del lugar.

—Yo pago por muchas cosas— aceptó Tony frente a él, jugando con un aparato que parecía un control, pasándolo de una mano a otra —Pagué por este viaje, pagué por tener en mi empresa al chico inteligente que hizo las bases para mi nuevo reactor de energía, pagué por la vida que tengo, sí, pago por muchas cosas— el mayor presionó uno a uno los botones del control, apagando repentinamente cada una de las áreas del lugar —Pero nunca he tenido que pagar por sexo. Así que no, no eres mi "prostituta"— la última luz fue apagada.

La obscuridad invadió al menor, sintió un par de manos conocidas envolviendo su cuerpo. Manos que le brindaban paz.

—Y te voy a hacer algo que jamás podría hacer a una prostituta, por el simple placer de hacerlo, y para que te quede claro

Tony acostó al menor sobre el piano, y comenzó a desatar el pantalón del menor con agilidad y gracia en sus dedos, como si tuviera clase hasta para los gestos más simples.

—No señor Stark, no tiene que hacerlo— pidió Peter intentando detenerlo con sus manos.

Tony tomó ambas manos y las aprisionó sobre la cabeza del joven obligándolo a someterse. Siguió con su trabajo, sin dificultad alguna a pesar de que solo continuaba con su diestra.

Bajó los pantaloncillos del joven, con su desnudez tocando la fría madera del instrumento sobre el que se posaba, contrastando con el cálido aliento del mayor que se apoderaba de sus piernas y lo obligaba a abrirlas.

El miembro de Peter despertó ante el suave tacto del mayor, firme y constante, a diferencia del menor, Tony lo usurpaba sin miedo, consciente de lo que debería hacer.

Piel vainilla entre sus labios, entre sus dientes, fue descubriendo la lechosa piel del menor ante el roce de su lengua, fascinado por la constelación de lunares que había encontrado, perdido en el universo que era la piel del joven.

Introdujo de manera ágil el miembro del joven dentro de su boca y saboreó al menor. Peter gemía con desesperación, intentando controlarse, ser silencioso, pero no podía, no cuando la lengua de Tony jugaba con él. Sonidos guturales se escapaban de su garganta y su espalda había optado por arquearse, suplicante por más contacto, fascinado por las nuevas sensaciones que experimentaba.

La piel de Peter se había tornado violeta en algunas áreas, marcado por el empresario, en recordatorio de que le pertenecía, en recordatorio de que un chico tan dulce con piel vainilla sólo podía pertenecer a alguien en este mundo.

Peter no soportaba más, privado de sus manos, con la esponjosa lengua de Tony deslizándose por el miembro de Peter gimió extasiado, con lágrimas amenazantes en sus ojos.

—Se..señor, espere por.. Por favor — intentó advertir con voz entrecortada, fracasando en el intento y corriéndose en la boca del mayor.

Anthony, con lengua ágil limpió al joven y le colocó nuevamente las vestiduras a las piernas temblorosas del menor que aún no se habían recuperado de la violencia con la que el orgasmo había acompañado la eyaculación.

Cuando Peter logró ponerse de pie estaba más confundido que antes, si no era sexo por paga ¿Qué le quedaba? ¿Qué estaban haciendo?

Daba igual, ya era muy tarde, el chico lo sabía, y cuando las luces se encendieron los ojos caoba del hombre que lo miraba fijamente lo absorbieron, lo aprisionaron y Peter lo besó, con corazón anhelante, alejándose de la gravedad, convirtiendo a Tony en su nuevo centro, porque era imposible que alguien que se aferraba a él con tanta insistencia no lo quisiera, aunque fuera un poquito, y eso, para Peter, era suficiente. Podía vivir feliz toda la vida con eso, con un poquito de cariño.

La noche había caído después de llamar a su tía, Peter se encontraba desnudo sobre la cama del hotel, cubierto por una sábana blanca, Tony era el culpable, se había quedado fascinado con la piel del joven descubierta en las penumbras, en sus ojos podía verse la maravilla de haber encontrado una galaxia.

Había prometido que no intentaría follarlo, y a cambio Peter había caído dormido a su lado, con la piel expuesta para su deleite, permitiendo ser besado y marcado a gusto del mayor, quien había encontrado un nuevo gusto por trazar constelaciones con su lengua juntando los lunares del joven.

A la mañana siguiente el menor despertó, la gran ventana del lugar anunciaba una mañana brillante sobre Orlando y el calor realmente se sentía en la habitación. Buscó de manera automática a Tony, su representación personal de seguridad, encontrándolo frente al espejo vestido de traje negro con camisa blanca y corbata negra, muy clásico, cómo todo en él.

—Buenos días— saludó frente al espejo continuando con su peinado. El menor se sorprendió ¿Había notado que estaba observándolo?

—Buenos días señor Stark

El mayor ya arreglado se acercó a él y lo besó, una acción que comenzaba a ser una de sus costumbres favoritas. De manera dulce, dejando alrededor de Peter una estela de perfume, olor madera de cedro, menta y un poco de canela.

—Iré a la junta, estaré de regreso en cuanto antes, pero todo indica que se va a alargar— Tony ordenaba su maletín sobre la cama—un par de inversionistas chinos confirmaron y tengo la sensación de que quieren llevar industrias Stark a Asia, además abriré un nuevo edificio en Orlando, con tu reactor de energía terminado los costos se economizan, el planeta recibe menos daño y habrá más oportunidades para los jóvenes que quieren un mejor futuro... La ciencia siempre ha abierto puertas.

El teléfono móvil del empresario vibró a lo lejos "Jake, 7 llamadas perdidas" anunciaba el aparato. Una punzada en el pecho llegó al joven, sin embargo intentó ignorarlo.

—¿Estarás bien? —preguntó el mayor.

—Buscaré algo que hacer, no se preocupe señor Stark.

—Puedes pedir algo para desayunar, la cuenta está abierta, así que puedes pedir cualquier cosa y ellos lo conseguirán.

Tony tomó su maletín, su teléfono y salió dispuesto a dominar el mundo dejando a un Peter enamorado que se sentía dormitar sobre las nubes de Florida.

—¿Bueno? Sí, de la habitación presidencial, me gustaría pedir desayuno... Humm la especialidad suena bien, y jugo de naranja por favor, sí, es todo.

Peter colgó el teléfono y prendió la televisión mientras esperaba su pedido, anunciaban la llegada de poderosos hombres asiáticos a Orlando y eran recibidos por el presidente. Fue interrumpido por la puerta que fue golpeada con gracia.

Peter se colocó una bata de baño y se dispuso a salir, esperando que se tratara de su pedido. Abrió la puerta y el alma se le cayó al piso, frente a él se encontraba el hombre de ojos azules y barba prominente con su imperturbable sonrisa, como siempre, Jake.

—¿Se encuentra Anthony?

Azúcar En El Infierno (STARKER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora