—¿Cómo luzco?— Preguntó May mostrándose frente a Peter, usaba un vestido negro de lapiz que ella misma había confeccionado
—Muy linda— sonrió con ternura al verla despampanante, realmente se había esmerado en su aspecto, y ahora se notaba aún más lo joven que era.
—¿No crees que es mucho?— preguntó repentinamente cohibida
—Para nada May— Peter se acercó para abrazarla —Luces preciosa— admitió.
—Gracias mi niño— respondió la fémina al abrazo con una sonrisa —Por cierto, te llegó un paquete esta tarde, lo dejé en la mesa de la cocina.
—¿Un paquete?— preguntó confundido separándose.
—Sí, llegó hace unas horas, creo que lo envió Kendall, el paquete es de Nueva York.
Peter dejó a su tía en la sala y se dispuso a abrir el paquete, que como May había dicho, estaba en la cocina.
La caja era de cartón con una clara marca de mensajería en morado impresa en ella. Se posaba sobre esta una hoja amarilla, que anunciaba que era un envío en calidad de urgente, lo cual significaba, que el correo había costado unos dolares más de lo habitual.Peter tomó un cuchillo de uno de los cajones de los cubiertos, y comenzó a abrir el paquete.
Lo primero que vió fue una tarjeta blanca que presumía tener un mensaje escrito en tinta negra.
"Con esta mano yo sostendré tus anhelos; tu copa nunca estará vacía, pues yo seré tu vino..."
De Anthony para Peter
—Los votos matrimoniales de "The corpse bride"— susurró Peter con una sonrisa que le iluminaba los ojos mientras leía el fragmento una y otra vez. Dejó la nota a un lado y comenzó a sacar lo que resguardaba la caja, mostrando un traje de matiz obscuro del color rojo —Es color vino— comprendió el mensaje lleno de ilusión —Dios, Tony, eres precioso.
El joven metió la nota en la caja y se escabulló a su habitación para probarse la ropa. Y cuando por fin se colocó el traje con la camiseta, todo en juego color vino recordó el buen gusto estético que tenía Stark.
—Tu copa nunca estará vacía, porque yo seré tu vino— susurró una vez más Peter viéndose con el traje frente al espejo aún con la sonrisa de enamorado en el rostro.
Antes de salir recordó usar el reloj que Harry le había regalado, no quería que pensara que no lo apreciaba. A los pocos minutos llegó el chófer de los Osborn por él y su tía, y emprendieron el viaje hacia los barrios ricos en donde recidía su amigo.
La casa Osborn lucía moderna con algunos detalles clásicos y hermosas puertas de madera. Definitivamente era una mansión. Peter recordó que Harry venía de una familia con muchísimo dinero a pesar de que su amigo rara vez hablaba de su fortuna y su apellido.
—No puedo creer que nos vamos a sentar en una mesa con los dueños de esta mansión... Creo que estoy hiperventilando— murmuró May llena de pánico viendo la escena por la ventana del vehículo.
—Tranquila— respondió Peter tomando su mano —Harry es una persona muy sencilla, es muy fácil llevarse con él y sabe a la perfección que yo no crecí con sus mismos códigos de etiqueta, no esperan que seamos de la realeza.
—Bien— sopesó May respirando profundo preparada para salir.
El vehículo atravesó el jardín delantero y la fuente, se estacionó frente a la puerta de la casa en donde Harry y su padre ya los esperaban.
—¡Peter!— saludó Harry efusivo al verlo salir del auto abrazandolo y dándole un par de palmadas en la espalda —Bienvenido
—Gracias hermano— respondió Peter sintiendo sus brazos rodearlo con felicidad.
May salió poco después que el chico ocultando a la perfección su nerviosismo, lucía encantadora bajo aquel vestido negro que le llegaba un poco más abajo de las rodillas y el labial rojo que resaltaba su sonrisa. Parecía digna de la élite, de la alta sociedad, no de los barrios bajos en los que había recidido toda su vida.
—Un gusto verla de nuevo May— comenzó Harry acercándosele para darle un beso en la mejilla —Reconozco un vestido hecho por sus manos a la primera, y déjeme decirle que es realmente talentosa, luce increíble.
—Muchas gracias Harry, puedes llamarme May— respondió la fémina ruborizada —Te haré un suéter para este invierno
—Sí, por favor, me encantaría.
El padre de Harry, Norman, se acercó al pequeño grupo para recibirlos.
—Un gusto, yo soy Norman— El señor Osborn era un hombre atractivo; alto de cabello castaño obscuro, con brillantes ojos verdes, y sonrisa resplandeciente bajo un rostro de mandíbula definida y angular. Harry había sacado su bonita sonrisa de él. Le extendió la mano a May e inclinó un poco la cabeza cuando está la sujetó a modo de saludo —Señorita Parker, es un verdadero placer conocerla.
—Lo mismo digo, puede llamarme May— respondió ligeramente avergonzada la fémina bajando la mirada, esquivando los ojos esmeralda del contrario.
—Y usted, Peter Parker— se acercó al joven con una sonrisa entusiasta— Es un verdadero privilegio conocer a la mente más brillante de la generación — tomó la mano del joven y la estrechó con fraternidad —Muchas gracias por ser amigo de Harry, has sido una muy grata influencia
—Papá, estoy aquí... hay que entrar, tienen que probar la cena, yo y mi padre la cocinamos— añadió Harry feliz.
—Oh ¿En verdad?— respondió May— no se hubieran molestado, somos personas muy simples, pero gracias por tan lindo gesto.
Norman le extendió la mano a la fémina figura para ayudarla a subir los escalones hasta la entrada.
—Yo no podría decir eso— agregó el hombre— Usted es todo, menos simple. He criado a Harry solo durante mucho tiempo, y ha sido muy duro a pesar de que siempre he tenido vastos recursos —Harry se había adelantado con Peter al salón y estaban ellos solos—Y mi hijo me ha comentado que usted lo ha hecho igual. Y por eso es que afirmo que usted no es simple, de hecho es extraordinaria, porque Peter es un genio de buen corazón, y estoy seguro que eso lo ha aprendido de usted.
El corazón de May se estrujaba al escuchar la voz de Norman que se asemejaba a la leña quemándose. La fémina casi no hablaba con hombres, no con su pasado, no al saber lo violentos y grotescos que podían ser, no después de que la habían lastimado de manera física, desde que habían provocado fisuras en su alma, y de hecho había pasado mucho tiempo desde que uno le había mostrado algo de respeto.
Sin embargo ahí se postraba Norman, como un caballero, diciéndole que no era tan ordinaria como siempre se había creído. Sin reparar un segundo en su vestido o en su escote, solo la estaba viendo a ella, a sus ojos y su esencia.
...
En Nueva York Anthony se encontraba frente a una cámara de televisión en un estudio cerrado dentro de él edificio Stark.
—¿Está seguro de lo que va a hacer señor Stark?— preguntó la chica pelirroja mientras recargaba su arma
—Sí, es hora de cazar a Jake. Hagamos que salga de su agujero.
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Azúcar En El Infierno (STARKER)
FanfictionPeter quiere entrar a la universidad, pero no tiene dinero suficiente para ello. Tony es millonario, y las bases de cada uno de sus centavos fueron construidas con sangre. Tony se convierte en el mentor de Peter y paga su universidad por sus propias...