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—¿Está diciendo que si mañana muere le dejaría todo su imperio a Peter Parker? — preguntó la misma mujer rubia

—Sí, sólo a él lo creo capaz de dirigir Stark Industries por buen camino... Eso es todo por hoy.

Los flashes cegaban al menor, los periodistas ya llamaban a la imprenta para que el día de mañana saliera en primera plana la noticia. Todos murmuraban lo acontecido y Tony Stark se retiraba de manera precipitada sosteniendo a Peter de la espalda.

—No te desmayes aquí, creerán que es explotación laboral— murmuró Tony divertido guiando al joven.

Peter seguía sin entenderlo, estaba en shock y no entendía cómo Tony podía tomárselo a la ligera.

Peter estaba sobre un automóvil con Tony al lado, eran llevados al hotel por uno de los guardaespaldas del empresario.

—Sorpresa — murmuró el mayor tomando la mandíbula del chico para verlo directamente a los hojos.

—Se... Señor Stark, no entiendo... ¿Qué fue eso? — la voz del chico era apenas un susurro

—Lo que escuchaste— admitió Tony acortando la distancia entre sus cuerpos —No confío en nadie, te veo y sé que no hay mejor elección.

Tony lo besó, de manera diferente a tantas antes, esta vez sus corazones colisionaban, y a partir de ahí fue imposible separarlos hasta llegar al hotel.

Apenas llegar a la habitación Tony acorraló contra la fría pared al chico, quién saltó al torso del mayor y rodeó su cadera con sus piernas. La ropa se esparció de manera rápida por el piso y entre más fuertes eran los gemidos del menor, Tony sostenía con más firmeza su agarre.

Entre vueltas por toda la habitación habían llegado al piso junto al gran ventanal del lugar que dejaba ver toda la ciudad hundida en la obscuridad siendo alumbrado por los faros y las luces de los condominios.

—¿Estás seguro? — preguntó Tony entre las piernas del chico que se encontraba acostado en el piso

—Sí, por favor, te necesito— pidió entre jadeos, imposibilitado de entender algo más allá fuera de sus cuerpos.

Tony introdujo uno de sus dedos a la boca del castaño, para después guiarlo a la entrada del chico, con cautela, introduciéndolo de manera lenta pero continua, rotándolo para relajar los músculos. Introdujo un segundo dedo y las mejillas de Peter se tiñeron de rojo, en esta ocasión había sentido un poco de dolor, pero ver la imagen de Anthony deseándole, lleno de necesidad y fuerza sólo provocaba en él deseos de ser tomado.

Tony había visto cada musculo de la anatomía del chico tensarse y estirarse, había besado con pasión su tersa piel y había marcado su torso y su abdomen, había acariciado cada curva del chico, pero perderse entre las piernas de Peter era una experiencia casi religiosa, demasiado magnífica para ponerlo en palabras, era más que el deseo sexual, era el deseo de quererlo todos los días.

Y cuando el menor comenzó a gemir con sus dedos dentro de él los sacó, y comenzó a introducir su virilidad dentro del joven, cuyo rostro totalmente escarlata por la intrusión delataba su inexperiencia.

Después de unos segundos Tony comenzó a moverse, primero despacio, con cautela, sintiendo con fuerza el roce que la estrechez del chico generaba sobre su miembro, bombeándolo de manera exquisita. Después con fuerza, de manera salvaje, extasiado por los gemidos pasionales del chico, cegado por los "Tony" guturales que salían de manera inadvertida de su dulce boca.

Y cuando el pene de Peter se hinchó y terminó sobre él mismo dejando una vista magnífica del joven a Tony; Peter, con piel sensible recién cogido. No pudo más y después de embestirlo un par de veces terminó dentro del chico, llenándolo, saciando el hambre voraz que tenían el uno del otro. Tony se recostó al lado del chico, intentando recuperarse de la experiencia, mientras que el menor, tan agotado como el contrario giró su rostro hacia la gran ventana, siendo consciente de que ahora Manhattan se encontraba a sus pies.

Ahora, por fin, era un igual a Tony, y quizás alguien había escuchado sus rezos antes de dormir, quizás ahora podría quedarse con Tony, quizás era un para siempre.

La mañana siguiente fue difícil, parecía que un torbellino había pasado por la habitación y por el cuerpo de Peter, se encontraba adolorido y agotado. Pero estaba seguro que habría sido más difícil si no tuviera a un hombre como Tony a su lado, teniendo el desayuno al despertar, con un par de analgésicos para el dolor y jugo de naranja. También había preparado un baño en la tina caliente para que se pudiera relajar un poco antes de regresar a la vida escolar llena de exámenes y estrés.

Tony había sido atento, pensó Peter hundido en el agua, contando las marcas violetas que había provocado el hombre sobre su piel, le gustaban, era un recordatorio de lo que tenían, lo único que le decía que no estaba soñando, que lo suyo con Anthony era real.




Si Peter se había tomado la noticia de Anthony de manera sorpresiva, la tía May casi moría, esperaba a ambos afuera de su casa, dispuesta a arrancarle la cabeza a Stark apenas pusiera un pie sobre la acera.

Y cuando Peter vio el rostro de May supo en seguida que estaba a punto de presenciar una catástrofe.

Tony fue el primero que salió del auto, dejando a Peter adentro, le dio la vuelta al vehículo y abrió la puerta para Peter, quien en seguida saludó a su tía y la abrazó.

—Usted, señor, ¿Me puede explicar lo que está pasando? ¡Todas las noticias tienen el rostro de mi niño! Los periódicos, los anuncios. ¡Su empresa! ¡Dios! No lleva ni un mes trabajando para usted ¡Es demasiado joven para entender algo sobre empresas! Mi niño no puede tener esa clase de estrés, tiene prioridades, por ahora, estudiar para pasar sus exámenes, después la universidad, y cuando entienda lo que es el trabajo honesto puede venir usted a hablarle de empresas ¡Pero no antes!

—Señorita May— la voz del empresario siempre provocaba silencio, provocaba respeto —los medios de comunicación han modificado un poco mis intenciones. Usted debe saber que no tengo familia, y que no está en mis planes. Sin embargo cuando yo muera me gustaría irme sabiendo que no dejo a un chico con un futuro prometedor como Peter sin respaldo, cuando yo muera, en un futuro muy lejano - esperemos- automáticamente mis acciones se le traspasarán al joven, él sabrá si decide venderlas, sé, que no tomará una mala decisión, sea cual sea. Pero con ello aseguro que Peter sea el futuro de New York. Claramente el contrato toma validez hasta que él cumpla la mayoría de edad según Mississippi, a los 21 años, antes de ello el gobierno seguirá llevando a flote la empresa y todo ingreso será donado treinta por ciento a la caridad, veinte al funcionamiento de Stark Industries y el otro cincuenta a Peter.

May se encontraba más tranquila, sabía lo bueno que era Peter, no era de extrañar que las personas desearan lo mejor para él, y si Anthony estaba seguro de querer sustentar el futuro de Peter a su mayoría de edad... Bueno, no sonaba tan descabellado.

—Igual siento que debió informarnos— May suspiró —Pero bueno, supongo que Peter se merece un gesto tan amable. Gracias señor Stark— May giró a ver a Peter —Y tú, es momento de estudiar.

Tony se despidió con una mirada cómplice al chico y un saludo formal a su tía, subió a su auto y se dirigió a su oficina, ignorando las treinta llamadas perdidas de Jacke en su teléfono.

Azúcar En El Infierno (STARKER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora