Azúcar En El Infierno (STARKER)

16.-

La frustración había regresado al cuerpo de Stark. Alexandria había parado su trayecto mientras esperaba indicaciones de Anthony, quien se debatía entre matar a Jake de una maldita vez, y esperar que sus palabras sobre Kendall fueran mentira o liberarlo y confiar en que la liberaría.

—No confío en ti, aún si te dejo vivir ¿Cómo aseguras que la dejarás libre?

—Tony, Amor mío, nuestra relación a diferencia de la tuya con el niño, se basa en confianza, yo te prometo que la chica no morirá esta noche y la dejaré ir, igual que ya te prometí que mataría a Peter tarde o temprano. —Anthony debía estar loco si realmente estaba considerando confiar en la palabra de Jake. — ¿En verdad quieres arrebatarle otra vida a Peter? Primero mataste a su papá, en tu cobardía desapareciste, lo dejaste sólo y por eso no te enteraste del cáncer de su mamá, si quizás hubieras pagado sus gastos ahora no sería huerfano, así que también es tu culpa, y ahora a su mejor amiga... Vaya, aún después de retirarte sigues siendo un asesino ¿Ya se lo dijiste o sigues con las mentiras?

—Bien, te dejaré ir— sopesó Stark callandolo

—¿Lo ves Tony? Aun después de años... Sigues siendo mío— quizás era verdad, Jake siempre había sabido como manipularlo emocionalmente, sabía como molestar sus demonios sin que estos lo mordieran— Ahora esto es lo que haremos; Alexandria va a deshacerse de todas sus armas, va a romper el teléfono y el comunicador que la vincula a ti, yo le diré a ella el paradero de la chica, y como sólo tú sabes como llegar a dicha ubicación, tendrá exactamente treinta minutos para llegar hasta ti y ambos ir a salvarla. Será muy divertido, y sólo así aseguraré que no me dispare cuando le haya dicho el lugar porque seamos sinceros, ella podría ganarme fácilmente en un combate cuerpo a cuerpo, pero le quitaría vital tiempo. ¿Estás listo Tony?

—Haz lo que diga Alex— murmuró Tony en un murmuro antes de cortar la llamada.

De un golpe certero con el puño, Alexandria rompió el altavoz del automóvil, tiró al suelo el teléfono y lo pisó dejando la pantalla en blanco, aplastó el comunicador en su oído y comenzó a desatar a Jake, quien salió del vehículo.

—La chica está en la misma habitación donde murió la mamá de Tony.

Cuando Alexandria llegó con Stark, y este se enteró, comprendió que Jake se empeñaba en jugar con su cabeza. Después de haber huido al ver a su madre siendo molida a golpes, nunca había regresado ahí, y él sabía lo mucho que le afectaba ese lugar.

—Puedo entrar ahí yo sola sin ningún problema— mencionó la fémina— sacaré a la chica en un segundo.

—No, está bien, carga tus armas, es un lugar cerrado, no hay donde esconderse, yo tomaré a la chica.

La casa de infancia de Anthony estaba a las afueras de Nueva York, en el barrio más pobre e inseguro, su casa en efecto era pequeña, una única habitación, un baño y una cocina, todo en demasiados pocos metros como para poder correr o esconderse.

Tony recordó al hombre que llamó Padre y a su madre, recordó el miedo que había sentido al salir de casa, las pesadillas que lo invadieron durante semanas, las veces que rezó desesperado pidiendo la muerte. También recordó cuando llegó con Joe, el asco que le daba la sangre, las viceras y todo lo que tuvo que limpiar al empezar. Y al final de todo estaba Peter, quizás lo único bueno que tenía, sólo con él había descubierto lo que significaba tener un refugio seguro, un hogar. Y con ello en mente se adentró al lugar con arma en mano, sin embargo ahí solo estaba Kendall, llorando en silencio en una esquina, totalmente desnuda abrazandose a sí misma.

Anthony se arrodilló junto a Kendall, parecía pérdida.

—Kendall, soy Anthony, te llevaré a casa— murmuró con sigilo

—Casa no— la chica estaba adormilada. Anthony reconoció ese efecto, una jeringa en el suelo se lo confirmó, le habían inyectado heroína y sus efectos estaban pasando.

—Estás a salvo, te voy a ayudar

La chica trató de levantarse, sin embargo cayó en el intento. Anthony se quitó la camisa - única prenda superior que poseía-, pasó las mangas por los brazos de Kendall y abotonó con cuidado para proteger su integridad. La cargó en brazos y llevó hasta el interior de la camioneta. Estando adentro, comenzó a llorar una vez más, la chica se aferro del brazo de Stark y así pasó todo el camino hasta Queens.

Para Anthony no había sigo difícil descubrir lo que había pasado, la habían drogado con heroína y después violado. Era algo recurrente en los bastardos de Jake hacer eso.

Fueron llevados hasta la mansión que Tony había comprado para Peter. Ahí ordenó que la ayudaran a tomar un baño, le compraran ropa y zapatos cómodos y la dejaran descansar.

Llamó a los padres de la fémina y les dijo que ya estaba a salvo, que al día siguiente él se encargaría de que ella los llamase. Después intentó llamar a Peter, pero por más que intento, Peter simplemente no contestó ninguna de ellas.

Eran pasadas las tres de la madrugada cuando Anthony se posó frente la casa de los Osborn. Apenas se hizo presente, todos los guardias que rodaban la casa apuntaron en su dirección. Stark levantó ligeramente las manos en señal de paz y un poco irritado comenzó a hablar.

—Vengo a buscar a Peter Parker— explicó —y si todos ustedes quieren tener una noche amigable, es mejor que salga en los próximos diez minutos.

Sin embargo el que salió por la enorme puerta de madera no fue Peter, sino Norman.