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Stark dejaba Nueva York, ya no tenía nada ahí, Jake se había ido, pero había robado la mitad de la empresa antes de desaparecer, vaciando la cuenta bancaria a la que era acreedor como socio de Stark Industries, lo dejó casi en ruinas. Anthony se encontró a sí mismo incapaz de continuar con la investigación del reactor de energía ilimitada de Peter. Canceló los contratos con los asiáticos, incapaz de solventar su parte, lo que le costó una multa de varios millones. Había tenido que despedir a muchos y sólo se concentraba en proyectos pequeños para mantener la empresa cuyo valor en el mercado había caído considerablemente. Había reducido los gastos de quienes buscaban a Jake, lo que había hecho poco eficiente el proceso. Era la caída de un rey, del imperio Stark.

Mientras tanto Jake se volvía poderoso en la gran ciudad, con la fortuna que había robado y los secuestros y extorsiones diarios solo ganaba poder. Sembraba miedo en la población, de ello se alimentaba mientras se mantenía a las sombras.

A pesar de todo, el orgullo de Anthony parecía estar intacto, nunca le había rogado a nadie para que se quedara con él en su caída, parecía que aquel hombre nunca se quebraba por más bajo llegara en la economía.

—No creo que el muchacho quiera verte— murmuró una voz ronca a través del teléfono

—No me interesa qué quiera, solo que esté a salvo— atacó Anthony — cuando hize que saliera de la ciudad ¿Crees que me interesó lo que él o yo quisiéramos? Desde el principio establecí mis prioridades, que tuviera una buena vida, por sobre todo.

—¿Y porqué regresas ahora? El chico parece feliz

—Porque está en peligro, y Jake no se atreve a acercarse a mí, así que por el momento si me mantengo cerca significa que Peter está a salvo.

—Huye de tipos como tú como si fueran la peste, suerte en acercarte

—No necesito que me ame— sintió una punzada en el pecho, recordando que tuvo una vez una porción del paraíso— sólo necesito que esté a salvo

Terminó colgando la llamada.

...

—¡Peter! — gritó la chica extasiada saliendo del auto corriendo en dirección al chico —Maldito desaparecido, te extrañé horrores— murmuró apretando al joven

—También te extrañé mucho Ken— murmuró el chico siendo aplastado —¿Cómo has estado? ¿No te dirán nada por faltar esta semana?

—No— la chica se separó mostrando una media sonrisa — los profesores están en huelga, Nueva York está horrible, no hay ni un solo día en el que algún profesor, doctor, estudiante o político no sea secuestrado.

El padre de la chica le entregó las maletas a May y se despidió desde su automóvil.

—¿Tan feo es?

—Sí, no tienes idea, cobran el secuestro, y cuando los liberan ninguno dice nada, mi papá dice que los amenazan con matar a toda su familia y por eso ni la policía busca a los culpables, porque no hay denuncia.

—Menos mal que salí de ahí a tiempo— murmuró Peter entrando al departamento con la chica

—Sí, industrias Stark no está mejor— comenzó la chica sin darse cuenta del ceño fruncido de Peter— les robaron la mitad de la empresa, hubo muchos despidos, Stark ya no es de las personas más poderosas de Nueva York, están en el fango, como toda la ciudad.

—Deberías venir a vivir con toda tu familia a Queens, es muy lindo, estarán mejor.

—Quizás, pero siento que Nueva York es mi mundo, ¿sabes?, la gran ciudad.

—Bueno, sí, es muy difícil cambiar todo. Pero Queens es precioso.

Se habían sentado en el sofá viendo un programa de concursos en la televisión, Kendall se había acostado, y había mantenido su cabeza sobre las piernas del chico.

—¿Tú estás bien? Es decir, aquí, sin todo el asunto de Stark

Peter frunció el ceño, intentaba mantener su nombre lejos de toda conversación.

—Sí, nunca estuve mejor— en el fondo mentía, pero había enterrado el recuerdo de Anthony mintiendole hasta que cada centímetro de su piel creyó era amor.

—¿Qué pasó exactamente?— preguntó intentando no ser indiscreta

—Me enamoré, y a él le divertía eso— explicó acariciando el cabello de la fémina —le mostré mi "yo" más vulnerable, le dí la oportunidad de herirme... Y lo hizo... Dos veces. Fui muy estúpido.

—No creo que fueras estúpido Pet

—Sí lo fuí— respondió de manera agria— cuando me secuestraron... Fuí fuerte, pude soportar golpes, tratos horribles, humillaciónes, pude soportar ver un cuerpo calcinandose— cerró los ojos, ocultando el dolor, sepultandolo— y vino él y al mínimo rose me destrozó

—Igual no es tu culpa, es la de él por no saberte querer

—Noches enteras, pasé noches enteras en Nueva York preguntándome ¿Qué había hecho mal? ¿Porqué el hombre que me había "querido tanto" ya no lo hacía? Rogando que me quisiera un poquito, que me dejara quedarme, estaba dispuesto a querernos por los dos, entregar todo de mí, me conformaba con un poquito de amor, lo que fuera... Pero él ya había tomado lo que quería y me desechó— Peter suspiró pesadamente

—Es un imbecil— murmuró Kendall

—Es mi culpa, porque lo elegí, todos los días lo elegí a él.— el chico carraspeó pesadamente, soltando una sonrisa resignada— Pero no más, quedó en el pasado y soy feliz en Queens.

Kendall dejó un beso sobre la rodilla de su amigo —¿Y hoy qué planeabas hacer?— preguntó la joven

—Trabajar— admitió —Vamos al café, ahí podemos hablar

—¿Me servirás gratis?

— Solo el primero

...

Peter servía el café y pastelillos a los clientes mientras Mora tomaba los pedidos. Kendall podía verlo flotar de una mesa a otra con una sonrisa pegada a su rostro, era increíble lo mucho que hacía el tiempo y el lugar correcto por un corazón roto. No había ni una huella de Stark en él.

Cuando los clientes dejaron de aparecer se sentó junto a su amiga de toda la vida con dos cafés en mano.

—Tenemos que hacer una fiesta— inquirió sorviendo de su bebida fría

—¿Qué? No, ya tuve muchas fiestas

—Eso es mentira— se unió Mora —Nunca acepta mis invitaciones, solo aceptó el día de su cumpleaños

—Entonces definitivamente tenemos que embriagarte montruito— gritó Kendall

—Hay un lugar popular en el centro de la ciudad, podemos ir a pasar el rato, quizás encontremos un poco de diversión— sugirió la otra chica observando a Peter —Y tenemos que invitar a tu amigo Osborn, creo que te estaba viendo con amor el otro día

—¿Qué? ¿Porqué se unen en mi contra? — dramatizó el chico— Osborn es un amigo, y no le gustan nuestras fiestas

—Eso es porque se nota que el chico nada en dinero ¿Qué te obsequio? — preguntó curiosa su compañera recordando el presente que le había otorgado el domingo pasado.

—Esto— mostró el chico su muñeca, dejando relucir un delicado reloj de plata — Y estoy casi seguro que él tiene novia añadió

—Igual haremos una fiesta, invitemos a todos, a esta ciudad le hace falta un poco de aire de Nueva York.

Y como si fuera producto de una invocación, la campanilla que anunciaba que alguien había atravesado la puerta tintineó. Peter fue el primero en verlo, alto, con traje hecho a la medida, su rostro angular decorado con la barba un poco más descuidada de lo habitual. Como un fantasma del pasado. Tony.

Azúcar En El Infierno (STARKER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora