25.- Final

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Peter despertó en la cama de un hospital, las sabanas blancas lastimaban su piel sin saber realmente la razón, un suero se conectaba a las venas de su mano, May se encontraba al lado de su cama dormida, sujetando con devoción las sabanas que envolvían a su niño.

—¿May?— susurro confundido, no recordaba mucho —¿Qué sucedió?

May abrió los ojos con alivio al verlo, su corazón se contrajo sin saber como explicarlo

—Jake te secuestró, Anthony, Norman y yo te rastreamos por el brazalete que te dio Harry en tu cumpleaños... tenia GPS

—Harry— susurró aterrado —Está... Jake le disparó... yo...

—No, shh, tranquilo mi niño— tranquilizó levantandose para abrazarlo— él está bien, tenía un chaleco antibalas cuando le dispararon... fuiste muy fuerte

—Tony... Yo... lo vi... vino a rescatarme ¿Como está?¿Dónde...?

—Está delicado Pet, perdió mucha sangre, tiene un pulmón perforado, pero los medicos le dan esperanza, es un hombre fuerte.

Una imagen atroz invadió su cabeza.

—Kendall... ¿Donde está?— sus ojos se inundaron de lagrimas, rezando internamente para que le dijeran que ella tambien estaba bien. May lo abrazó con fuerza.

—Cuando llegamos ella ya.... Peter, has estado inconsciente tres días, la enterramos ayer

Peter rompió en llanto. Una expresión curiosa "Romper" así se sentía, roto. No se rompe de risa, no se rompe de angustia, no se rompe de miedo, pero las personas si rompen en llanto, totalmente descompuestas, el dolor los abruma, los inunda tanto que se rompen. Peter ahora entendía la expresión "Romper en llanto" porque donde estuviera Kendall, se había llevado una parte de él y lo había roto en el proceso. 

La chica había sido valiente, le había salvado la vida más de una vez, y estaba muerta por su culpa. "No quiero morir Peter" le había dicho cuando ambos estaban atados, ella quería ser maestra, quería enseñar a los pequeños, quería rodearse de felicidad, y en su ultimo segundo se vio rodeada de su propia sangre.

Lloró durante horas, pensando en su amiga, en el miedo que había sentido en sus últimos minutos, en lo herida que estaba, en lo mucho que Jake la había lastimado.

—¿Y Jake?— susurró —¿Donde está ese bastardo?

— Peter, ya no importa, podemos irnos del país si quieres dejar todo atrás, podemos ir a Inglaterra... te llevaré a la tumba de Ken y nos iremos de aquí, dejaremos todo atrás.

—No— murmuró decidido— No voy a huir, ¿Donde está Jake?

—Norman lo tiene en su sótano, lo curó un poco y lo encadenó... dice que cuando Tony despierte sabrá que hacer 

—Lo quiero ver— susurró 

...

Esa tarde May llevó a Peter a la casa de Norman, argumentando que tenia que hacerlo, y aunque Osborn en un inicio se negó, pronto comprendió que Jake le había jodido la vida más a Peter que a Tony y el chico se lo merecía. 

Abrió la puerta del sótano, Peter lucía hastiado de la vida, demasiado cansado para arremeter con violencia hacia Jake.

Jake sonrió al verlo.

—Así que sigues con vida. Lastima que tu amiga no.— murmuró Jake al verlo tan palido y demacrado

Peter no habló, mostró una pistola y sin pensarlo la detonó contra Jake dandole en la pierna, rompiendo su hueso. El mayor gruñó con dolor, retorciéndose, incapaz de moverse por sus manos y pies atados con cadenas a la pared.

—Ese fue por Kendall— Peter cargó nuevamente el arma sin inmutarse ante la sangre que brotaba. Jake comenzó a toser, después de que uno de sus pulmones había quedado inservible le costaba no solo respirar, sino también hablar.— Este por Tony y mi padre— el joven disparó contra su otra pierna, esta vez sin golpear el hueso, pero perforandola por completo.

—¿Peter?— Un murmuro, una voz ronca cansada, el joven giró la vista y encontró a Tony sobre una silla de ruedas, con un tanque de oxigeno conectado a una mascarilla que se sujetaba a su rostro.

—Tony— Peter susurró con el corazón roto arrodillándose frente a él —Perdoname, lo siento— Peter comenzó a llorar una vez más, sentía que últimamente era lo único que hacía. Tony acarició con devoción la mejilla de Peter, como si de un santo se tratase.

—¿Estás seguro que quieres hacerlo?— susurró para después mostrar en sus pies un galón de gasolina y un encendedor.

Peter sonrió afirmativo, tomó la gasolina y se acercó a Jake, arrojando el liquido sobre su cabello, sus piernas y su ropa hasta dejarlo totalmente mojado. El joven encendió el fuego en su mano y lo contemplo por unos instantes. Sonrió ante la imagen.

—Nos vemos en el infierno— susurró Peter arrojando el encendedor sobre la ropa de Jake arrastrándolo a un vórtice de ardiente dolor








































...

—Tony...

—Terminó, eres libre de irte Peter 

Azúcar En El Infierno (STARKER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora