ADRIK ✓ [Pesadilla #1]

7 | Lyubov'

-7-

Light of hope

8:35 a.m.

Preparatoria Hope Light

Adrik

Cierro bruscamente mi casillero captando la atención de varios a mi alrededor. Ayer papá llegó a la una de la mañana, fue a mi cuarto y después de despertarme con rudeza me tiró unas fotos al pecho. Reconocí al instante de quién se trataba.

La chica de ayer.

Cuando papá me dijo quién era, mi rabia se volvió peor que antes. Había roto una de nuestras reglas sin saberlo a ciencia cierta hasta que papá me lo dijo en la mañana.

Las reglas más sagradas en la casa eran tan importantes como funcionales, y una de ellas, una de las más importantes era: no llevarse nunca con los policías.

Y yo había hablado con la hija del sheriff.

-Oye, no vayas a romper tu casillero -desvío la vista de la puerta de mi casillero fijándome en la voz femenina y suave a mi lado.

Lo que encuentro es nada más y nada menos que Brittany Quinn, una porrista que está enamorada de mi hermano mayor. Esta mañana es la primera vez que me la cruzo después de días y su sonrisa reluce tan radiante y amable hoy que me dan ganas de borrarla y hacerle una eterna de la forma más sádica posible.

Estoy muy enojado por lo que pagaré mi rabia con quien sea sin importarme a quien lastime en el proceso.

No era sano actuar así pero me sentía decepcionado de mí mismo, por Dios.

-No es de mi agrado tu comentario, sinceramente -refunfuño con mis ánimos de perro y el latente momento en que le dije mi nombre a Rue se reproduce en mi memoria como un castigo constante.

Soy un imbécil que se guió por unos hermosos ojos verdes.

Brittany se recuesta en los casilleros apoyándose en su costado derecho, su cabeza también se une a los casilleros y la mirada que me brinda es preocupada.

- ¿Por qué estás de malas, cariño? -quiere saber cómo dé lugar el motivo de mi rabia, pero no se lo diría por mucho que me adule.

-Solo déjame en paz -pido tajante, luego me arreglo la mochila en mi hombro.

-Bueno, tienes tú momento pasivo agresivo y por lo que veo si sigo preguntando en algún momento vas a mandarme al infierno -en ese instante suena la campana de la preparatoria -. De todos modos ya me iba, trata de relajarte ¿sí?, nos vemos por ahí, primor.

Veo como se aleja de mí con su cola de caballo moviéndose de aquí a allá con cada paso que da al irse. Me alegra que se haya ido porque tenía razón, en algún momento después de tantas incógnitas la mandaría al infierno.

Suelto un suspiro pesado.

Debo desquitar mi furia, golpear a algo, gritar, romper cosas.

Verdaderamente no sé qué hacer, pero necesito desquitarme de una u otra manera.

-Adrik -la voz que me llega desde atrás me eriza los pequeños e invisibles vellos de la nuca donde nace mi cabello. El escalofrío y la impaciencia por huir me llenan cada parte del cuerpo, más aún cuando dicha voz continua hablando -, ¿eres tú?

Veo sobre mi hombro a la chica que me está hablando.

Mierda.

-Rue -digo en susurro derrotado.