4 | Perversa benevolencia

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Salí de la rutinaria vida que tengo cuando invité a un amigo de Rusia a los Estados Unidos para que se quedara en casa un tiempo.

Unos días después de lo que sucedió en el baño de la casa, el tema con Nikon y mi investigación con Madison decidí dispar y llamé a mi mejor amigo para que tomara un vuelo de Moscú a Light of Hope. Es amigo de mi familia, lo conocimos en un viaje que hicimos a Rusia y él fue bastante amigable y divertido con todos, pero para papá él es una alimaña molesta que no dudaría en golpear porque le molesta su sola existencia.

De verdad no soporta a mi amigo.

La estación de trenes del pueblo está algo desolada este viernes, pero no es raro ya que no vienen muchos turistas al pueblo y los que vienen lo hacen en su propio vehiculo.

Por cosas asi de simples es que Lev quería que viviéramos aquí.

Dejo de estar metido en mis pensamientos cuando el sonido del tren llegando y deteniéndose frente a mí en la estación me hace levantar la mirada del suelo de madera. Espero pacientemente sentado en la banca de la estación por mi mejor amigo que seguramente llegó por el tren que acaba de detenerse. Las puertas de los vagones se abren y dejan bajar a unas pocas personas hasta que veo las características botas que conozco a la perfección y no puedo evitar sonreír.

Mi mejor amigo, alto, rubio de ojos azules y con un brazo completamente tatuado viene con su bolso en el hombro del brazo tatuado.

No recordaba que fuera así pero todos estos años que no nos hemos visto ha cambiado por completo.

Me pongo de pie mirándolo a los ojos, ya no es un niño, esa cara de facciones rusas es de todo un hombre.

Abre su brazo libre y se choca conmigo abrazándome con tanta fuerza que el mismo abrazo me dice lo mucho que no nos hemos visto durante tanto tiempo. Escucho crujir mi espalda pero estoy feliz de tener a mi mejor amigo conmigo y no en otro continente.

-Vaya ya no eres un niño -digo con cierta burla en mi voz.

Él sonríe alegremente.

-Y tú tampoco, Orlov. La pubertad te encontró y te dio puñetazos sin decir basta -me rio asintiendo, luego lo vuelvo a escuchar hablar -: y cuéntame, dime que Lev sigue con su imparable impasibilidad -pide sosteniéndome de los hombros, me echo a reír por la forma en la que me habló y tomó de los hombros -. Adrik, Lev Orlov no es Lev Orlov si no es serio y glacial como el Ártico.

-Aún conservo mi mal genio, Yankovic -la voz casualmente seria de mi padre aparece detrás de mí. Sabia que estaba hablando algo con el encargado de aquí, pero es Lev Orlov, ser sigiloso se le da naturalmente -. Como veo los años te pusieron más irritante.

Sergei se acerca a Lev sin importarle ni pensar en lo siguiente que vendrá, solo abraza a mi padre aun cuando este le da una mirada de advertencia. Al final termina abrazando a mi padre y lo alza dando saltos de alegría y girando con él aun cargado.

-Por el amor de Dios, bájame ya antes de que te rompa los brazos de doce formas donde ocho son ilegales en Asia -amenaza mi padre haciendo reir a Sergei, lo termina por bajar y se echa el cabello hacia atrás, papa se sacude y alisa la ropa con las manos ignorando épicamente a mi mejor amigo. Pero le dice -: Hay un motel cerca de aquí, asi que cuando me hagas enojar como hace instantes no dudaré en darte una patada en el culo que te hará volar al tren sin caminar.

Sergei sonríe abiertamente y se pasa la lengua por los dientes coqueto.

-Vaya, Lev, había olvidado lo romántico que podías llegar a ser -dice mi mejor amigo luego se muerde el labio inferior y mi padre rueda los ojos antes de alejarse de nosotros.

ADRIK ✓ [Pesadilla #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora