56 | Cielo caído

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-56-

Carolina del Norte

5:55 p.m.

En dirección a la primera casa Orlov

Adrik

Me tiemblan las manos.

Mis mano se encuentran frías, absolutamente frías pese a que la calefacción del camion de cargas está encendida. Papá está amordazado y amarrado en una esquina del camion con una expresión derrotada en el rostro y los ojos pardos ya no se ven tan vivos como antes.

Fredek nos hizo a todos ponernos chalecos antibalas y cargar con una pistola obligatoriamente después de que le llegara una gran caja con eso adentro.

El recorrido se me ha hecho eterno para llegar a la antigua casa de papá.

Aun me parece surreal que veré a mi hermano mayor cara a cara por primera vez después de dieciocho años. Lo único que espero es que no nos reciba con una bala en la frente cuando lleguemos y le entreguemos a Arman.

El silencio ha reinado entre todos nosotros desde que entramos en el camión, nadie ha querido decir una palabra desde entonces pues todo se ha puesto tan turbio y tan frío...

Cálmate, no pasa nada.

Trato de convencerme pero no puedo, estoy tan ansioso que no paro de divagar y de temblar. Ya no sé si es por miedo o por otra cosa.

-Alek, Nikon, los quiero alertas en todo momento -exige Killian con voz dura desde el asiento del copiloto -. Si no me equivoco Adrián debió planear esto desde la raíz tal como nos enseñaron en Rusia; esa casa estará totalmente aislada y protegida por muchos mercenarios.

-El equipo que tendrá allá será numeroso -culmina Alek cargando un rifle de asalto, arqueo la ceja por el arma en su mano -. Nunca me he fiado de los planes elaborados -excusa.

-Y yo nunca me he fiado de los Hostiles -me sincero.

-Tienes a un amigo, un hermano, y un primo que son Hostiles, cierra la boca -Nikon cruza sus brazos observando por la ventana del copiloto.

Me mantengo callado mirando a papá, él está muy sumido en el suelo de la camioneta, no quiere ni vernos y no lo culpo: su familia van a entregarlo a su hijo más vengativo y sediento de matanza.

-Oye, Arman-Alek le lanza una bolita de papel a papá -. Despierta ese estado de ánimo, di una de tus mierdas hirientes pero divertidas, sube el ánimo en este camión.

-No lo presiones -regaño a Alek -, no tiene ganas ni de vivir y tú le dices que haga chistes crueles.

Eso hace que alce la cabeza sólo para mirarme con las irises pardas.

Balbucea algo que no entiendo, pero tampoco es que me importe lo que diga. Lo malo es que no para de balbucear y balbucear alguna tontería hasta que me doy cuenta que habla en ruso por medio de susurros. Mi tolerancia flaquea y causa que me levante del suelo caminando hacia papá que cuando me tiene al frente no se detiene en realidad continua para molestarme.

Le quito la mordaza de la boca.

-Idiotas.

-Si eso es lo único que vas a decir... -espeto con la intención de volver a poner la mordaza en su lugar cuando me interrumpe:

- ¡Espera! -ladra papá -, Sólo quiero decirles... -hace una breve pausa mirándonos con cierta culpa en los ojos, una incertidumbre que me hace un nudo en la garganta hasta que dice -: Que a todos los tomen por el culo cuando me entreguen. Mi imperio caerá conmigo, por ende se van a joder si no me tienen con ustedes, idiotas.

ADRIK ✓ [Pesadilla #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora