11 | Belleza apetecible

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Adrik bebe del vaso de café que le compré en la cafetería, desde entonces ha mostrado una actitud muy distante y cautelosa. Se fija bien en los movimientos y como me remuevo cada que carraspeo, está totalmente alerta algo que me llama la atención.

- ¿Qué te pasa? -interrogo, pero el déficit de atención que tiene en este momento es monumental - ¿Adrik? -le llamo, esta vez siendo capaz de verme me dedica la mirada más despectiva que puede aglutinar - ¿Qué tienes? ¿Qué te pasa? ¿Por qué te has puesto maquillaje?

Desordena su cabello negando con la cabeza.

-Tuve una mala noche no dormí bien -declara. Decido no entrometerme más en la situación, pero, sólo una vez, una pequeña y casi insignificante vez lo hago de nuevo.

-Si te hago reír me dices qué te pasó -negocio y él sube la mirada, el desprecio se va volviendo duda y después burla.

-Vale, Rue.

Pienso un buen chiste, algo que lo haga reír, escudriño en mis memorias todos los chistes malos que papá cuenta y que apenas puedo recordar con claridad. Sin mucho material para una broma, me las ingenio yo sola para contar un chiste, porque, si uso los que considero chistosos para mí, Adrik dirá que soy una persona patética con P mayúscula.

-Había una vez una cereza que se vio en el espejo y se dijo "¿cereza yo?" -el arquea una ceja -o sea, ella lo que dice en realidad es "¿seré esa yo?" -explico con unca sonrisa sutil.

Espero reacción de su parte, cualquiera y lo que gano es que arquee una ceja y de sus labios escapa una sonrisa traicionera. El rubio frente a mi sonríe con poco esfuerzo, sus ojos cambiando a un verde agua.

-Fue tan malo que dio risa -dice.

Esbozo una sonrisa mordiéndome el labio con victoria, fracasé, pero le saqué una sonrisa por lo menos. Eso es lo que cuenta.

-Listo. Dime qué te pasó. Lo prometiste.

Los ojos de Adrik bajan al vaso de café en sus manos, tamborilea los dedos en él como un niño nervioso y lleno de ansias, cuando los sube ese verde agua cambia a otro verde que es color bosque.

-Crucé los dedos.

Mi sonrisa desaparece en el momento que termina su oración.

Light of Hope

7:59 a.m.

Preparatoria Light of Hope

Madison

Ryder besa mi cuello con dulzura mientras ahueco sus mejillas.

Los moretones que me ha dejado Adrik los cubrí con más maquillaje del que usaré este mes. Me levanté a las cuatro de la mañana para empezar una rutina más cansada que la de siempre tomando un baño y escondiendo los chupetones que dejó el rubio en mi cuello.

Extrañaba la sensación de los labios de Ryder en mi piel, extrañaba tenerlo tan cerca. En la fiesta del lago no pude ni siquiera meterme al lago por dos razones: los morados en mi cuello y pechos y no quería mojar mi suéter.

Me hubiera metido al lago con ropa, pero ayer me puse mis prendas más caras.

Ryder se separa de mí besando mis labios, esta vez apretando mi cintura con fuerza, me dejará la marca de sus manos, y eso incentivará a mis hermanos a hacerme cualquier cosa. Cruzo los brazos detrás de su cuello. Mi cuerpo late y palpita por sexo, de repente la necesidad de no tener a Ryder si no a otra persona entre mis piernas me ataca y quiero sentir a Adrik como la primera vez, quiero que vuelva a besar y lamer mis senos, que vuelva a hacerme sentir bien con su miembro dentro de mí, solo quiero acabar con esta sensación y gozar de Adrik Orlov, de sólo pensarlo mis bragas cobran una sensación húmeda.

ADRIK ✓ [Pesadilla #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora